jueves, 27 de junio de 2013

UNA CRISIS DE OBEDIENCIA "Una reflexión en el camino"

“UNA CRISIS DE OBEDIENCIA” Una reflexión en el camino
 Por Guillermo Ávila 


 
“Orad para que no entréis en tentación. Y Él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle” Lucas 22: 40-42

Jesús viviría la más grande de las crisis que hombre alguno jamás haya experimentado sobre esta tierra, UNA CRISIS DE OBEDIENCIA, y marcaría el camino para que todos sus discípulos también en su momento puedan vivirla.

Sólo se puede vivir y pasar en oración.

Jesús describirá en su experiencia, que UNA CRISIS DE OBEDIENCIA  lleva al alma a una agonía tan profunda, a un clamor tan intenso, que su sudor será como grandes gotas de sangre que caen hasta la tierra.

ESTA CRISIS DE OBEDIENCIA, fue la verdadera cruz de Jesús, y es la cruz que todo discípulo que quiera  seguirle, deberá tomar.

Jesús mandó a sus discípulos a orar para no entrar en tentación, porque solo orando se ENTRA y SE PASA una CRISIS DE OBEDIENCIA, el no hacerlo, puede llevarnos a caer en la tentación de no enfrentar nuestra CRISIS DE OBEDIENCIA, eludiendo de esta manera nuestra obediencia a Dios, eludiendo tomar nuestra cruz y seguirle.

Todo creyente anhela obedecer a Dios, y es natural que el Espíritu Santo que mora en nosotros nos guie a ello, pero los deseos de nuestra carne se opondrán a nuestra obediencia, resistirán el que tomemos nuestra cruz y le sigamos.

Esta es la razón que la mayoría de nuestras oraciones estén en función de pedir la ayuda de Dios, para ser librados del dolor, de las aflicciones, del sufrimiento, porque nuestra carne resiste la humillación, la negación, solo desea nuestro bienestar temporal.

Queremos obedecer a Dios, pero no tanto, no hasta el punto que nos lleve  al sufrimiento, o a la negación, donde perdamos  reconocimiento, posición, o donde tengamos que morir.

Jesús había sido obediente a Dios, había recorrido aldeas y ciudades predicando y ensenando, sanando a los enfermos y liberando a los oprimidos por el diablo. ¿Por qué no seguir ese mismo camino hasta el final? ¿Por qué tener que tomar la cruz? ¿Por qué tener que beber la copa que Dios le estaba demandando?

Jesús estaba frente a la tentación de evitar su obediencia hasta la muerte, estaba viviendo y enfrentando una profunda CRISIS DE OBEDIENCIA.

¿Cuántos creyentes ceden  en  la crisis de tentación, y no  enfrentan su CRISIS DE OBEDIENCIA?

¿Cuántos hijos de Dios evitan la cruz para facilitar su vida, y escogen un camino religioso sin mayores compromisos? pueden seguir predicando, cantando y congregándose, lo que no es malo, pero no era lo que Dios les demandaba, lo que Dios quería para sus vidas.

Es lo que más marca la historia de las  divisiones en la iglesia, donde cada uno escoge lo que más le beneficia, y no lo que Dios les demandaba, y para todo siempre tendremos una justificación.

Sin duda eludieron entrar en su CRISIS DE OBEDIENCIA.

Para Jesús, SU CRISIS DE OBEDIENCIA, fue beber la copa que su Padre le demandaba. Beber la copa que cargaba todos nuestros pecados, y lo más terrible, vivir por esa causa el abandono del Padre. Esa fue su verdadera cruz, su verdadera muerte.

Muerte es separación de Dios.

Jesús enfrentó su CRISIS DE OBEDIENCIA en Getsemaní, vivió su crisis de definición  en oración, puesto de rodillas oró: “Padre si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”

Getsemaní significa “prensa de olivos” condición necesaria para extraer su aceite. En Getsemaní Dios prensaría su alma, y extraería su obediencia, que le exaltaría a lo más alto de la gloria de Dios. Dios no le abandonó en su crisis, envió un ángel del cielo para fortalecerle.

UNA CRISIS DE OBEDIENCIA, es el lugar donde Dios nos conforma a su Hijo y extrae el fruto de su Espíritu y de su Vida en cada uno de nosotros. Donde no nos deja solos, pues Él es y será nuestra fortaleza, para llegar a ser participantes de su Gloria, de su Exaltación.

Necesitamos orar para no entrar en tentación.

martes, 18 de junio de 2013

DIOS ESTÁ EN SU TRONO "Una reflexión en el camino"

DIOS ESTÁ EN SU TRONO “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



“Jehová está en su Santo Templo; calle delante de Él toda la tierra” Habacuc 2:20

 Si hay algo que desespera a  la naturaleza  humana, son los silencios de Dios frente a nuestras  faltas de entendimiento en  los asuntos de la vida, son los silencios de Dios frente a nuestras quejas y falta de respuestas ante situaciones que interpretamos como injustas.

¿Qué de los niños que día a día mueren de hambre sobre esta tierra?

¿Qué del abuso, explotación y guerras prefabricadas en defensa de intereses egoístas de unos pocos?

¿Qué del abuso y aprovechamiento de los débiles, aún de la fe sincera y de la necesidad de las personas?

 Fue la incertidumbre de Habacuc frente a una  crisis moral, espiritual, económica y militar de su nación, enfrentada  a  la avasalladora potencia  Babilónica:


¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás?

¿Hasta cuándo, oh Jehová, daré voces a ti causa de la violencia, y no salvarás?

¿Por qué me hace ver iniquidad, y haces que vea molestias, destrucción,  violencia, pleito y contienda?

La nación de Israel era un caos moral y social.

Si Dios no interviene para satisfacer nuestro entendimiento, no significa que no esté  en su Trono.

Él es Dios, Él es soberano, y ante nuestra incomprensión e impaciencia, Él no será afectado y seguirá sentado en su Trono reinando sobre el universo, sobre la tierra y sobre todas las naciones.

Cuando el hombre sinceramente le busca, Dios no le dejará  avergonzado, Dios no le dejará sin respuesta, Dios se revelará trayendo  luz a su oscuridad.

Así fue la experiencia de  Habacuc, Dios le respondería: “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos, porque haré una obra en vuestros días, que aunque se os contare, no la creeréis”

La revelación de Dios no siempre satisface nuestra comprensión  de JUSTICIA, está escrito que: “Nuestros pensamientos no son sus pensamientos” también dice en otra parte: “Clama a mí y Yo responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Dios obra  por sobre nuestro  entendimiento.

 “Porque he aquí, yo levanto a los caldeos (Babilonia), nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad,…Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y  tomará Jerusalén. Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios”

Era verdad que la nación de Israel se había revelado contra Dios, se había llenado de violencia e injusticias, llenado de ídolos la tierra, y los profetas habían anunciado el juicio divino, pero para Habacuc Dios era Santo, Dios era  limpio de ojos para ver el mal, ni puede ver el agravio; y pregunta a Dios:

¿Por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?

Habacuc no podía entender que Dios usara un pueblo más cruel y perverso que Israel  para castigar su maldad.

Habacuc reconocería la soberanía de Dios y dispondría  su corazón para velar y esperar una respuesta,  que sin duda vendría:

“Y Jehová me respondió, y me dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyera en ella,…aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá y no tardará”

Dios le declararía el juicio y el fin del gran imperio babilónico.

Este encuentro íntimo entre Dios y el profeta, quedaría  grabado para nosotros, porque representa muchas de nuestras inquietudes y en ellas podemos conocer su justicia y su obrar para con nosotros  los hombres:

1.- El pecado y la desobediencia siempre traerán consecuencias sobre nuestras vidas, aunque por algún tiempo  parecieran  inmune. El hecho de que Dios no nos  condene y guarde silencio, no significa necesariamente su aprobación. Su silencio puede significar una expresión de su amor y de su misericordia, nuestra oportunidad  para el arrepentimiento.

2.- El mayor peligro en el hombre, es pensar  que uno  sea más justo que otro por alguna virtud propia. Si alguna virtud hay en tu vida, no es el fruto de tu justicia, es obra, gracia y gloria de Dios. No hay justo ni aún uno, por cuanto todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios, solo en Cristo tenemos perdón y salvación.

 3.- Los juicios, el castigo o la disciplina de Dios sobre sus hijos, nunca tienen el propósito de destruir o hacer daño, son expresión de su amor para nuestro crecimiento y madures, como un Padre que disciplina a sus hijos: “Toda disciplina al presente no parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados”

Israel en cautiverio se volvió al Señor en arrepentimiento, fue restaurado y restablecido como nación  sobre la tierra.

“He aquí aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”

 4.- Babilonia no reconoció al Señor,  que era Dios quien le había otorgado poder y grandeza sobre esta tierra y se enalteció.

Los juicios y castigos de Dios sobre los impíos que no aprovecharon su oportunidad para el arrepentimiento no son para restauración, son para destrucción y marcan su fin. Así lo declaró Dios sobre Babilonia: “Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida”

¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones  se fatigarán en vano.

5.- “Pero  la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Dios, como las aguas cubren el mar”

Dios establecerá su reino sobre esta tierra, y el mal no prevalecerá para siempre, Dios siempre está presente sobre su pueblo, cuanto más  en los momentos en que Dios está perfeccionando su propósito en nosotros.

Habacuc así lo entendió: “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí” “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer”

Habacuc cambiaría su queja en un cántico nuevo:  “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vaca en los corrales; CON TODO,  yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación”

¡JEHOVÁ ESTÁ EN SU SANTO TEMPLO, CALLE DELANTE DE ÉL TODA LA TIERRA!

BUSQUÉ ENTRE ELLOS "Una reflexión en el camino"

“BUSQUÉ ENTRE ELLOS” Una reflexión en el camino
Por Guillermo Ávila



“Busqué entre ellos alguno que levantara muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que no la destruyera, pero no lo hallé” Ezequiel 22:30

 Son las palabras de Dios, en respuesta a la desazón sufrida por un pueblo que no encontraba explicación al dolor provocado por el despojamiento de su tierra, la destrucción de Jerusalén y de su templo. El cautiverio babilónico sufrido por los sobrevivientes de Israel ante la invasión de parte de Nabucodonosor rey de Babilonia.

Junto al río Quebar en Babilonia, ese era el lugar donde muchos Israelitas se reunían a llorar su desolación. Es allí donde vendría la mano de Dios sobre Ezequiel, un sacerdote que junto a su pueblo buscaba una explicación a tan grande desolación.
Dios usaría a este varón, para traer su palabra a su pueblo. Dios usaría a este varón para mantener la fe y el testimonio durante este duro tiempo que les tocaría vivir como nación.

En el Salmo 137 se registran algunos aspectos que reflejan la condición espiritual de este remanente en cautiverio:
“Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos acordándonos de Sion. Sobre los sauces, en medio de ella, colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían cánticos, los que nos habían desolado nos pedían alegría…¿Cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra extraña? Si me olvido de ti, Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.”

No podían superar su dolor y lo más, no podían hallar razón a su condición.

Es allí donde el Espíritu de Dios se revelaría a Ezequiel, para traer respuesta a la condición de su pueblo.
El Espíritu de Dios tomaría a Ezequiel y le trasladaría a Jerusalén, para mostrarle cuan justo había sido en su juicio y trato con su pueblo, así les declara:
1.- MIS PROFETAS se conjuraron en medio de ella, solo pensaron en sacar beneficios personales, como león rugiente que arrebata la presa. Devoraron vidas, tomaron haciendas y honra solo para sí, multiplicaron sus viudas en medio de ella, contaminaron y tergiversaron mi Palabra, profetizando vanidad y prediciéndoles mentiras. Ezequiel 22:25y28.
2.-MIS SACERDOTES violaron mi ley y contaminaron mi santuario; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre lo inmundo y lo limpio. Yo he sido profanado en medio de ellos. Ezequiel 22:26
3.-MIS GOBERNANTES han sido como lobos que arrebatan la presa; derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas. Ezequiel 22:27
4.-MI PUEBLO sobre esta tierra oprimía y robaba; al afligido y necesitado hacía violencia y al extranjero oprimía contra derecho. Ezequiel 22:29

Su Juicio sobre los profetas, el sacerdocio, los gobernantes y sobre el pueblo.

¡Cómo refleja nuestra realidad!
¡Cuán poco ha cambiado el corazón humano!

Hoy hay muchos que se declaran Apóstoles y Profetas de Dios, sin establecer ningún fundamento para la Iglesia del Señor; su mensaje se centra solo en los beneficios temporales y terrenales, como la sanidad física y la prosperidad, prosperidad solo para si mismos, solo piensan en lo terrenal, en sus propios logros y realización.
No están para el perfeccionamiento de los santos, ni la edificación de su cuerpo, lo importante es solo su propio desarrollo, y se vanaglorian de sus propios logros.
¿Cuán distante de los  verdaderos apóstoles y profetas del Señor?
Sacerdotes, ministros para enseñar a guardar la Palabra y vivir una vida agradable al Señor, pero ellos mismos quebrantan los principios más básicos del reino; como ser marido de una sola mujer, no avaros de ganancias deshonestas, conductas morales aborrecibles pero alineadas con el mundo, ser ejemplos de la grey del Señor.
Los que gobiernan solo buscan su propio provecho y sacar beneficios de un sistema desechado por Dios, hombres corruptos, amantes del dinero y el poder.
Un pueblo que justifica sus males en el mal ejemplo de sus propios modelos. Un pueblo sin identidad propia, no reflexivo, que sigue la corriente que le imponen y que los lleva a la perdición de sus vidas, sus familias y bienestar.
Un pueblo sin reacción al mal que se le avecina.

Sobre ellos viene la decepción del Señor:

“Busqué entre ellos un hombre que levantara muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé” “Por tanto, derramaré sobre ellos mi ira. Con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová, el Señor” Ezequiel 22:30 y 31

Amigos y hermanos:

Inevitablemente segaremos lo que hayamos sembrado, la justicia de Dios tarde o temprano nos alcanzará, y delante de nuestros propios ojos veremos derrumbarse nuestras edificaciones sin fundamento en Dios. Lo viviremos inevitablemente en nuestras naciones, en nuestras familias, en nuestras comunidades. Dios no podrá ser burlado.

Con tristeza lo he visto delante de mis ojos muchas veces, y nuestras lágrimas no tendrán ningún efecto, y serán ineficiente ante nuestra condición.
No es esta la voluntad de Dios para el hombre, Dios tiene pensamientos de bien y no de mal.
No es este el fin de Dios para nuestras familias, no es este el fin de Dios para nuestros pueblos.

Dios diseñó un Propósito maravilloso para los hombres, Dios diseñó hacer morada en medio de ellos y bendecirles sobre esta tierra.
Dios diseñó bendecir las familias, verles fructificar y multiplicarse llenando la tierra de su gloria, como las aguas cubren el mar.
Dios diseñó ver al hombre expresando sus virtudes, a la imagen y semejanza de su Hijo.

Amigo(a) y hermano(a).

No importa cuán bajo nuestros pecados nos han llevado cautivos, y cuanto dolor nos haya provocado, si en nuestro cautiverio, al igual que Israel nos volvemos a Dios, Él estará pronto a perdonar y a restaurar TODO lo que el pecado nos haya robado y quitado.

Así lo declaró Dios por boca del profeta Ezequiel a su pueblo, trayéndoles esperanza en medio de su gran desolación:

“Yo os tomaré de las naciones, os recogeré de todos los países y os traeré a la tierra que les he prometido. Esparciré sobre vosotros agua limpia y seréis purificados de todas vuestras impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que anden en mis estatutos y que guarden mis preceptos y los pongan por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Yo os guardaré de todas vuestras impurezas. Llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no os expondré más al hambre. Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. Os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras obras que no fueron buenas, y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. No lo hago por vosotros, dice Jehová, el Señor, sabedlo bien. ¡Avergonzaos y cubríos de deshonra por vuestras iniquidades, casa de Israel!”

¡Hay esperanza en Dios!

Fueron muchos los que escucharon el llamado de Dios en cautiverio, y se pusieron en la brecha para ver la restauración de su nación: Daniel, Esdras, Nehemías, Ezequiel y muchos más contribuyeron para mantener la fe y el testimonio de Dios en cautiverio, y ser testigos de cómo Dios restauraría esa nación.

Amigo(a) y hermano(a):

¿Te conformarás a tu condición y circunstancia para morir en ella?

¿Lucharás por tu familia y en favor de su reino?

¿Pelearás la batalla de la fe para ver levantarse una generación en favor de la gracia de Dios?

“Los que os acordáis del Señor, no desmayéis ni deis tregua hasta que Dios encienda su salvación y la ponga como antorcha sobre esta tierra”

Si al momento de leer esta reflexión, tu corazón está derramado delante de Dios y aún no has visto su respuesta:

¡Espéralo! El no tardará, renueva tus fuerzas y persevera en oración, porque SU AMOR NUNCA LLEGA TARDE.

“BUSQUÉ ENTRE ELLOS”

¿QUÉ ES MÁS FÁCIL? "Una reflexión en el camino"

¿QUE ES MÁS FÁCIL? “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Marcos 2:9

Estas fueron las palabras de Jesús en medio de una multitud sorprendida, al ver  que del techo de la casa donde se encontraba  descendían a un paralítico en su lecho con el propósito de que Jesús le sanara.

Nuestra primera impresión, como lo fue para estos amigos que descolgaban a este hombre delante de Jesús, es el dolor y la frustración de ver un amigo postrado, sin posibilidades de caminar y volver a ponerse en pie.
Tal vez se sentían responsables del accidente,  se sentían comprometidos y  estaban tan afectados por su condición que  solo deseaban verle restaurado en su salud.
¿Cuántas cosas pasan por la mente de un hombre que cae en esta condición?

Dolor, frustración, impotencia, sentimientos de culpa, resentimientos contra la vida, personas, contra Dios, al considerar injusta e inmerecida su condición. Jesús conocía su corazón.
Si tú has sufrido rechazo, abandono, abuso, violencia, pérdida laboral, económica o familiar. En fin, tantas cosas dolorosas que experimentamos en esta vida  tan agresiva y violenta por causa del pecado. ¡Cómo dañan el corazón!

Satanás busca  y usa cada fisura de la vida para controlar el corazón, para golpear nuestras emociones, para dominar y esclavizar nuestra alma, para robarnos  la fe, la esperanza y el sentido divino de nuestra vida. Esta condición de esclavitud es  la más grave de las parálisis, la parálisis del alma, que no nos permite vivir con esperanza y expresar la alegría de vivir la vida que Dios nos ha regalado.

El salmista David bajo la presión de la adversidad y la persecución oraba:
 “¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos, preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí;  Entonces seré limpio, seré integro, y estaré limpio de gran rebelión”

El Espíritu de Dios todo lo escudriña, aún los lugares más oscuros y profundos del alma y confronta nuestros temores. En la presencia del Señor, todo queda descubierto y expuesto delante de él.
Jesús podía ver y conocer  en su espíritu, la verdadera condición del corazón de este hombre  paralítico, y cual era su primera y mayor necesidad.

Tú puedes caminar, correr y aún reír por esta  vida cargando la parálisis de tu alma, aparentando una salud, una alegría  y una paz que nunca has experimentado.

Sólo este hombre paralítico  conocía el valor de las palabras de Jesús, que fueron  como un ungüento sobre las heridas de su corazón: “Hijo, ten ánimo, tus pecados te son perdonados. Ten paz”
Cuanto alivio y paz trajeron estas palabras a su corazón quebrantado.

Te aseguro, que se puede vivir con un miembro menos o con las piernas paralizadas, pero no es fácil vivir,  con un corazón lleno de amargura, de resentimientos, de odio, de conmiseración, de sentimientos de culpa, blasfemando y murmurando contra todo, y contra Dios.

Cuando uno es victimizado, no es fácil perdonar a quién nos ha ofendido o herido, pero no es posible recibir y experimentar el perdón y la gracia de Dios si no podemos perdonar.
“El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte” Satanás saca ventaja cuando hay un espíritu no perdonador.

Es la razón del consejo del apóstol Pablo: “Airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, no deis lugar al diablo”

“Que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios, por haber permitido brotar una raíz de amargura, que no solo te dañará a ti, contaminará todo a tu alrededor”

¿Cuál era la mayor necesidad del paralítico?
¿Cuál es la mayor necesidad de tu alma?

Jesús cubrió su principal necesidad. “Ten ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados”

Y luego declaró:
"¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues voy a demostrarles  que el Hijo del  hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.

Entonces dijo al paralítico: A ti te digo, levántate, toma tu lecho y anda. Y al instante el hombre se levantó, y salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios,
diciendo: Nunca hemos visto una cosa así"

Tú que has venido delante de Dios con una petición especial, y al leer esta reflexión el  Señor ha descubierto tu corazón y su principal necesidad,  Él  te declara en esta hora: “Ten ánimo, tus pecados te son perdonados”

“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar todos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”

Y para que sepas que Él tiene autoridad para perdonar tus pecados en esta tierra, Él también te concede tu petición especial y te dice: ¡Levántate y anda!

¡Levántate, anda y cuenta cuantas cosas Dios ha hecho contigo! Porque nunca hemos visto una cosa así.

¿QUÉ POZO DEJARÁS COMO LEGADO? "Una reflexión en el camino"

¿QUE POZO DEJARÁS COMO LEGADO? "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila


¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Juan 4:12

Es la pregunta que le hace una mujer a Jesús, quien cansado del camino se sienta junto al pozo de Jacob, a la entrada de la ciudad de Sicar en Samaria, mientras sus discípulos iban  en busca de alimentos. Jesús se quedó solo, con el propósito de revelar su misión a esta mujer y a los habitantes de Samaria, que eran descendientes del divido reino de Israel del norte, extinguido bajo el imperio Asirio.

Era medio día y bajo un intenso calor, esta mujer se acercó al pozo de Jacob para  provisionarse de agua, y así  suplir sus necesidades diarias.

Se sorprendió  de que un rabino  judío le dirigiera la palabra,  por el hecho de ser mujer y samaritana, pues el machismo y  la rivalidad religiosa entre estos dos pueblos, no propiciaban un encuentro de estas características.

Jesús lo había propiciado, y con el propósito de entablar una conversación, le solicita agua: “Dame de beber” e inmediatamente salta la pregunta en los labios de esta mujer: ¿Cómo tú siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?

Jesús no se queda en el conflicto social y religioso, la introduce en su misión: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú le pedirías, y él te daría AGUA VIVA”


Ante la pregunta de la mujer: ¿De donde, pues tienes el agua viva?

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Queda en evidencia la incapacidad humana para discernir las cosas espirituales con la razón. Al hombre natural  le son locura  y no las puede entender, porque solo se disciernen espiritualmente,  como fue la respuesta de Nicodemo ante la necesidad expuesta por Jesús, para ver y entrar en el reino de los cielos: tienes que “Nacer de nuevo, tienes que nacer del agua y del espíritu”

Esta mujer solo podía visualizar y valorizar este pozo físico, como legado del patriarca Jacob para su pueblo.

Sin duda un pozo  de provisión de agua para esa época, era de vital importancia para el desarrollo de la vida, al no contar con una red de agua potable.

Jesús a partir de este vital elemento para el desarrollo de la vida humana, introduce a esta mujer a la necesidad vital de conocer el don de Dios  y beber de sus AGUAS VIVAS,  requisito fundamental para entender y conocer el PROPÓSITO ETERNO de Dios para el hombre.

Sin esta revelación, el hombre deambulará en oscuridad y confusión, y sufrirá personal, familiar y socialmente las consecuencias de su extravío. Gastará sus fuerzas y habilidades en lo que no aprovecha, en la construcción de “pozos” que no le proveerán de saciedad  a  su alma, ni a los suyos, y caminará seco y sin vida divina, centrado en si mismo y procurando alcanzar una satisfacción insaciable.

Son  vigentes las palabras vivas de Jesús:

¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.

Esta mujer representa a muchos de nosotros que avergonzados, eludimos las instancias de relacionamiento social y nos ocultamos en nuestra propia conciencia. Jesús expondría a su luz su corazón y desenmascararía su alma: “Porque cinco maridos has tenido y con quién ahora vives  no es tu marido”

¿Qué pozo has cavado para saciar tu alma?

¿De que pozo has estado bebiendo y que pozo has estado cavando?

Jacob en verdad bebió de ese pozo, y bebieron sus hijos y sus ganados, pero: ¿Fue ese el legado histórico de Jacob para su pueblo? ¿Fue ese el legado que Jacob dejó para su hijo José?

¿Conoces bien su historia?

“Cualquiera que bebiere de este pozo, de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que Yo le daré será en él una fuente que salte para VIDA ETERNA”

Jacob conoció el don de Dios, Jacob cavó en el verdadero pozo y bebió de su AGUA VIVA y satisfizo su sed espiritual.; fue esa revelación  en su vida,  el verdadero legado de Jacob para su hijo José y para su pueblo.

Jacob desde el vientre de su madre anheló la primogenitura, la bendición de Dios para su vida, pero la procuró con estrategias y habilidades  humanas. Engañó astutamente a su hermano y a su padre, y como consecuencia tuvo que huir bajo amenaza de muerte, y abandonar la tierra de las promesas de Dios.

Dios lo llevaría  a Harán, la tierra de su tío Labán, tierra sustentada por las aguas del Éufrates, desde donde Dios había llamado a su abuelo Abraham a salir y a dejar su parentela, para salir en pos de una tierra, donde Dios sería su fuente y provisión, y donde Dios cumpliría todas sus promesas.

La tierra de Harán y las aguas de su río representan la tierra donde tu puedes vivir como quieres, donde tienes libertad para engañar y ser engañado, donde la astucia, la fuerza y las habilidades humanas tienen su pleno desarrollo, puedes satisfacer allí todos tus deseos sin  restricción, Dios no gobierna, gobierna el pecado y el libertinaje. Esas son las aguas del Éufrates, de Babilonia. En esa tierra Jacob aprendería la más grande lección de su vida. Sufriría las consecuencias de vivir en un medio donde no hay principios, ni temor de Dios, en su tiempo  la intervención de Dios lo restauraría a la Tierra de las promesas, Jacob  aprendería a vivir bajo la cobertura  y el gobierno de Dios.

Fueron 20 años de disciplina, bajo la astucia y el engaño de otro, donde a pesar de todo Dios estuvo con él, según le había prometido en Betel,  lo consoló, le dio una familia, once hijos y pudo salir  recompensado  en su trabajo.

Que triste es la visión de algunos, que solo pueden ver en Harán, la prosperidad económica de Jacob y no pueden ver las causas porqué llegó a ese lugar y las consecuencias de ello: Una vida llena de temor, un alma insatisfecha, un alma  no reconciliada con Dios y con su familia. Harán no cambió ni transformó la vida de Jacob. Dios lo llevaría otra vez más al desierto, a la soledad, para establecerlo en la tierra de sus padres.

Las aguas del Éufrates no pudieron limpiar ni sanar las heridas de la vida, con angustia oraría delante de Dios: “Líbrame oh Dios, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos”

Su naturaleza pecaminosa lucharía por imponer sus términos; el uso de los  bienes materiales para conseguir objetivos espirituales.

Dios lo llevaría a tocar fondo en su vida, a entender que solo un corazón contrito y humillado, es el único recurso humano para agradar y alcanzar la bendición de Dios.

En Peniel Jacob conocería el don de Dios, en Peniel Jacob bebería del AGUA VIVA que libraría su alma del pecado y de la muerte. El PRIMOGÉNITO saldría a su encuentro:

“Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”

El AGUA VIVA sacia la sed del alma, el AGUA VIVA  transforma al hombre, el AGUA VIVA produce santidad, imparte VIDA ETERNA y nos conforma a la imagen de Cristo. El AGUA VIVA tiene poder sobre el pecado y sobre la muerte.

Desde ese día quedaría atrás el usurpador, el engañador, no sería más su nombre Jacob, Israel sería su nombre, un príncipe de Dios para su pueblo.

Dios reconcilió a Jacob con el cielo, con su casa y con la tierra donde Dios lo establecería, para hacerlo padre de una nación que honraría y serviría a Dios sobre esta tierra.

Este fue el verdadero POZO DE AGUA VIVA  que Jacob cavó y heredó a su pueblo.

De este pozo bebió su hijo  José y encontró su vocación en Dios. Sus AGUAS lo sostendrán  ante  las adversidades de la vida;  ante la perversidad de sus propios hermanos,  en la esclavitud de Egipto, en las injusticias, en la cárcel y en los  intentos del maligno para robar y destruir sus sueños en Dios.

Conocer el don de Dios y beber de sus aguas, lo libró de la esclavitud y de la cárcel, lo transformó en  un hombre reconciliador y recibió  honra aun entre los egipcios.

Este don maravilloso y sus AGUAS VIVIFICANTES era el legado de Jacob para todos sus descendientes, estas AGUAS VIVIFICANTES transformarían también a esta mujer discriminada y humillada, en una fuente de agua que saltará en bendición para su casa y los habitantes de su pueblo samaria.

Si conocieras el don de Dios y bebieras de sus aguas, tú también serás una fuente, un canal de bendición para tu casa y para tu pueblo.

¿Qué pozo dejarás como legado?

LA RAZÓN "Una reflexión en el camino"

LA RAZÓN ¿UNA FORMA CORRECTA DE MIRAR LA VIDA? "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila



“Porque Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos Mis caminos, dijo el Señor. ¡Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos!” Isaías 55:8,9 

Las BIENAVENTURANZAS y los FRUTOS prometidos por Dios respecto a Su Palabra, son en razón de nuestra obediencia a ella: “Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen” 
Estos HACEDORES de la Palabra son los “hombres sabios” que edifican sobre la Roca y manifiestan los frutos de la Vida de Dios.

Parece tan SIMPLE y SENCILLO pero...  
¿Por qué nos cuesta tanto obedecer Su Palabra? ¿Por qué no podemos experimentar los frutos prometidos en Ella en nuestras vidas y familias?
¿Por qué no podemos ver esa maravillosa COMUNIDAD PROMETIDA sobre esta tierra?

Porque alguien nos ha hecho creer, “QUE LA FORMA CORRECTA ES DEL HOMBRE” y es la forma que el hombre desarrolla para ejercer el control de la vida, y no está dispuesto a perder. 
El conocimiento del árbol de la ciencia del bien y del mal nos hizo sabios, pero en nuestra propia opinión, hasta el punto de creer que nuestra razón es la única garantía para nuestro bienestar. 
Es la razón, por la cual muchos hombres en la historia bíblica llegaron a discutir con Dios, argumentando que no estaba haciendo bien las cosas, y que por esa causa ellos estaban sufriendo las consecuencias, al sentirse en sus circunstancias a la deriva y sin el control de su destino. 

¿No ha sido también tu queja en algún momento de tu vida?

¿No es la argumentación  de muchos, ante su incomprensión de los acontecimientos trágicos que las ha tocado vivir? 

Por lo general, Dios no obra en la “corrección” y “lógica humana”, Dios obra de formas inesperadas e incorrectas a nuestra razón, poco convencionales, poco ortodoxas, opuestas muchas veces a lo que el hombre esperaría normalmente. 

Con Dios muchas veces PARA SUBIR HAY QUE BAJAR, PARA GANAR HAY QUE PERDER, Y PARA VIVIR HAY QUE MORIR.

Con frecuencia Dios hace las cosas contrariamente a lo esperado, normalmente sólo para demostrarnos que Él es Dios y Soberano, y que puede hacer cualquier cosa, aún lo imposible, sin importar las consecuencias, y eso, sí molesta a nuestra naturaleza y desata nuestro orgullo y soberbia. ¡

A Dios le encanta hacer las cosas al revés de como pensamos nosotros hacerlas! ¡Y a menudo obra de una manera misteriosa para realizar las maravillas de SU AMOR!   y es allí donde nos confundimos y  PERDEMOS SU BENDICIÓN. 

Porque Tú ya no eres tan importante, tu sabiduría es trapo de inmundicia, eres solo polvo, frágil y mortal, y no tienes el control de nada, ni el de tu propia vida. ¡Qué humillante para nuestra razón! 

Tú no puedes edificar tu vida.
Tú no puedes edificar tu casa.
Tú no puedes edificar Su Iglesia.
Eres solo hombre, y no Dios.

¡SI ÉL NO EDIFICA, EN VANO TRABAJAN LOS QUE EDIFICAN!

Entrégale tú vida y ponla en sus manos, y Él la edificará.
Entrégale tu familia a su sabiduría y Él la edificará.
Entreguémosle Su Iglesia, a Él le pertenece, dejemos de arrogarnos una posición que no nos pertenece. 

Si la vida y Dios ha humillado nuestra carne:
¿Qué sentido tiene defendernos y sostenernos humanamente como Saúl, si nuestra actitud ha sido desechada por Dios?
¿Para qué seguir sosteniendo una posición que Dios ha quebrantado y derribado?
¿Manipularemos nuestra historia para no humillarnos y arrepentirnos delante de Él?  

Dios resiste la soberbia humana y al altivo mira de lejos, pero desciende y hace morada con el humilde de espíritu y quebrantado de corazón, para saciarlo y bendecirlo con la abundancia de su Gracia. Solo entonces veremos Su Gloria, y no seremos avergonzados, y Él traerá el fruto de Su Justicia y de Su amor sobre tu vida y hogar. 

Dejemos que Él sea Señor de todo, dejemos que Él obre a Su manera, no defendamos nuestro orgullo, menos nuestra razón.

Él tiene sus razones, y su forma siempre será la mejor. ¡Alabado sea Dios! 

Él hará que TODAS LAS COSAS ayuden a bien, para el cumplimiento de SU PROPÓSITO, y no el nuestro.

Deja de decirle a Dios como hacer las cosas, limítate a CONFIAR y HACER las cosas como Él dice, sin importar lo disparatadas que te puedan parecer a veces, porque:

“Mis pensamientos no siempre son tus pensamientos, y Mis caminos no siempre serán tus caminos”

¿ESTÁS PREPARADO? "Una reflexión en el camino"

¡ESTÁS PREPARADO?  “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila




“Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré” Mateo 26:35

Hoy me levanté con este pensamiento: ¿Cuándo realmente en la vida estamos preparados para enfrentar una crisis?

Todos hemos vivido algún momento de crisis, donde pensábamos que tendríamos la capacidad y los recursos para salir airosos en ella, pero con tristeza tuvimos que reconocer que en verdad ¡No estábamos preparados! y como este elefante literalmente quedamos tirados.

Sin duda, Pedro el discípulo de Jesús se tenía mucha confianza y fe,  cuando declaró estas palabras: “Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré”, al punto, que contagió a todos los demás discípulos, y todos dijeron lo mismo.

Conocemos el desenlace de esta historia y “la noche amarga” que Pedro tuvo que vivir, al no poder sostener sus palabras, al igual que todos los demás discípulos del Señor.

El corazón del hombre por causa del pecado quedó imposibilitado de amar con perfección, y sostener sus propias palabras como Dios lo había diseñado, sufriendo con ello la frustración y el fracaso en muchos aspectos de la vida.

¿Es requisito entonces tenerse una gran confianza y fe, para salir airosos en una  crisis?

Al meditar en algunos ejemplos de la historia del pueblo de Israel, podemos comprobar que no fue una gran fe y una gran confianza en sí mismo, lo que sostuvo el testimonio de Dios en hombres y mujeres, en medio de las pruebas que tuvieron que enfrentar.

Como es el caso de Moisés, que en la plenitud de sus fuerzas(40 años), respaldado de un gran educación e influencia social, criado en el palacio como un hijo del Faraón en Egipto, pensó que podía pararse con decisión  en favor de su pueblo, que humillados por la esclavitud quiso vengarles, y liberarles de los verdugos que le oprimían,  y el resultado de este acto heroico y valeroso, fue vivir relegado por cuarenta años en el desierto, donde ya perdidas  sus esperanzas a sus 80 años, Dios le visitaría, le restauraría y lo  levantaría, como el Gran Libertador de su pueblo.

Así también ocurrió con el gran rey David de Israel, quien siendo un muchacho lleno de energía, valentía, fe y confianza, enfrentó victoriosamente al gigante Goliat y al ejército filisteos, lo que le llevó a tener una gran admiración del pueblo pero, para sufrir a continuación por más de largos 20 años, persecución y humillación, aprendiendo de ese proceso de debilidad, a no apoyarse en sus fuerzas, a hacer de Dios su verdadero refugio, y a sostenerse en su gracia y en su misericordia.

David viviría y encarnaría en su propia vida el Salmo 23, donde declara a Dios como su Buen Pastor, quien lo alimenta, lo protege y le da dirección; donde llegó a ver a sí mismo como una oveja  indefensa, completamente dependiente de su pastor, enfrentando terribles crisis descritas como valles de sombra y de muerte, donde sin recursos, sin capacidades en sí mismo, se sostiene y halla aliento en la  Palabra, en las promesas de Dios.

Amigo(a) y hermano(a):

No es una gran confianza en ti mismo lo que necesitas, o en tus recursos y capacidades, lo que  necesitas para enfrentar con éxito las pruebas de la vida. Es una GRAN confianza en Dios y en sus recursos, porque en Él hay abundancia de Espíritu.

Son sus Palabras y sus promesas, las que te infundirán aliento en medio de las pruebas y te conducirán al cumplimiento de los propósitos divinos.

No necesitas huir o esconderte detrás de algún vicio, no podemos huir de su presencia, necesitas a Dios tu verdadero refugio.

Si tu confianza en ti mismo se derrumbó, si tus recursos se agotaron, si tus capacidades se hicieron trizas, sal de ti mismo porque eso solo aumentará tu actitud depresiva.
Levanta tu vista, PON TUS OJOS EN JESÚS, en su palabra, en sus promesas, Él es el autor y consumador de nuestra fe.

Y desde hoy, en Él, todo lo que vivas en esta vida, vívelo NO en tu fe, NO en tu autoconfianza, vívelo en la fe que Dios nos ha regalado en su Hijo, en LA FE DEL HIJO DE DIOS que nos es impartida en medio de nuestras debilidades y lágrimas, cuando abrimos nuestro corazón para Él en medio de nuestras crisis. Dios hace habitación para quedarse en un corazón contrito y humillado.

“El habita en las alturas y en la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el corazón de los quebrantados”
"En medio der tu angustia, invócalo, Él te librará y tú le honrarás"

¿Estás preparado?

GOLPES DE LA GRACIA "Una reflexión en el camino"

GOLPES DE LA GRACIA “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila






“Antes de ser humillado, cometí muchos errores pero ahora guardo tu palabra, me hizo bien ser humillado, pues aprendí a vivir bajo tu ley”. Salmo 119:67 y 71 

Fue una experiencia maravillosa y  difícil de olvidar, cuando recorriendo los acantilados del sector del puerto de Ventanas en la V Región, Chile, podemos contemplar desde las alturas de sus cerros sus hermosos roquerios, iluminados por el precioso azul del cielo,  acariciados por las verdes aguas del mar, y la suave brisa marina que hacen muy agradable disfrutar de este maravilloso y generoso paisaje que nos brinda la naturaleza.
Es una verdadera "ventana" de la naturaleza, que nos permite no solo admirar su belleza, sino también contemplar toda la sabiduría contenida en ella.

Son preciosos roquerios junto al mar cubiertos por la abundancia de su vegetación, como hermosos y ondulantes vestidos de radiantes algas que se balancean al compás de las olas, emergen entre las aguas blancas y espumosas, como queriendo respirar y abrazar la llovizna, que como lluvia cubre su desnudez y nos deja ver con timidez sus riquezas. Es la  abundante y generosa expresión de la vida que nos brinda nuestro mar.

Que contraste nos ofrece la naturaleza en un mismo lugar, solo a unos metros, como con tristeza podemos observar, otros diferentes roqueríos que por estar alejados del generoso mar no pueden disfrutar de su abundante vida.

Son rocas grises y secas exentas de vida y de vegetación, están quebrajadas y agrietadas por los golpes persistentes de la lluvia, del viento y del calor.

La vida les ha desnudado, y les ha  desprovisto de toda consolación, puedes imaginar sus cansados brazos extendidos anhelando beber de la abundante agua del generoso mar, mendigando su húmeda brisa procurando alcanzar de sus olas una pequeña caricia.

¿Cuanto refleja la experiencia del hombre alejado de su creador?

¿Hombres expuestos en la vida al sufrimiento, al dolor y sin hallar consolación?

Una vida seca, que deja ver sus heridas grietas que no han sido curadas anidando amargura y falta de perdón.

Que marcada diferencia del hombre que vive en el temor y junto a su creador, esta cubierto con el manto de su amor, nutrido de sus olas que son golpes de su gracia, que quebrantan el orgullo y la rebelión.
Cada golpe de su gracia trae vida y fructificación.

Él ha cubierto y sanado nuestras heridas, moldeandonos con cada golpe a su parecer, vistiéndonos de su Hijo, y abriendo nuestros ojos para que le podamos ver.

Como el hombre podrá excusarse ante la sabiduría de Dios, si lo invisible de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la principio del mundo en toda su creación, siendo entendidas por medio de las cosas hechas.

Si el anhelo ardiente de la creación es reflejar el anhelo de su creador, aguardando la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación  también será liberada a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

¿Tu piensas que sin exponerte a los golpes de su gracia podrás alcanzar el fruto del Propósito de Dios?

Ninguno que no ame la cruz participará de la vida, de la vida de resurrección.

Ninguno llevará su fruto, si elude su muerte y crucifixión de su carne y obstinación.

Abracémonos a Él ante cualquier situación, nada será mejor, ni nada sera mayor que la inmensidad de su amor, dejémonos moldear y en su Hijo formar, porque solo así su gloria podremos reflejar.

Esta fue la melodía que trajo su brisa y que refrescó mi alma con una sonrisa:


 Como una roca junto al mar,
 Quebrantada por el viento y el calor
 Que la lluvia y el tiempo desnudo,
 Para buscar junto al mar algo mejor.


Mi alma esta humillada junto a ti,
Quebrantada en las aguas de tu altar.
Cúbreme con tus olas salvador,
Y renueva en mi la fe, la esperanza y el amor.


Quiero vivir junto a ti,
Junto a las aguas de tu altar;
Quiero vivir junto a ti,
Y así el fruto de tu  amor poder llevar.

Protégeme del viento y del calor,
Quiero anclar junto a ti mi corazón,
Cúbreme bajo tu inmensidad,
Quiero conocerte de verdad.

Cúbreme en tus olas cada día,
Son golpes de tu gracia que dan vida,
Moldéame a tu imagen nuevamente
Quiero vivir junto a ti eternamente.

Quiero vivir junto a ti.

GRIETAS DEL CORAZÓN

GRIETAS DEL CORAZÓN "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila
  




“Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él mana la vida” Proverbios 4:23

 Una “GRIETA” es una abertura larga y estrecha producida en forma natural por la falta de agua sobre la tierra, o los golpes reiterativos sobre un cuerpo sólido.

“GRIETAS” del corazón, son  aberturas producidas en el alma humana, por golpes reiterativos, que permiten el ingreso de elementos contaminantes que traerán  muerte y destrucción espiritual al corazón.

Salomón, fue un joven rey sobre Israel, quien nos advierte sabiamente de este peligro en nuestro texto: “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él mana la vida”.

Salomón, tuvo que asumir el gobierno de su nación siendo muy joven a la muerte de su padre David, y en esa condición oró a Dios, pidiéndole sabiduría y un corazón entendido para asumir tan grande responsabilidad.
Dios le concedió su petición, y  le otorgó  sabiduría como ningún hombre la había tenido, le dio un corazón entendido, para gobernar y tomar decisiones correctas, discerniendo entre el bien y el mal, sin embargo cuenta la historia  que con los años, Salomón,  permitió GRIETAS en su corazón, que contaminaron y dividieron su alma como está escrito:  “Cuando Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios,…y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto,  que no siguiese dioses ajenos; más él no guardó lo que le mandó Jehová”

Salomón, permitió que su corazón amara a la hija de Faraón y a muchas mujeres extranjeras, gentes de las cuales Jehová le había dicho: ¡No os lleguéis a ellas! Porque inclinarán tu corazón a sus dioses.

Con toda la revelación, Salomón permitió grietas en su alma que contaminaron su corazón.

Después de muchos años Salomón se volvió a su Dios, pero ya había traído el juicio de Dios sobre su vida, sobre su casa y sobre su pueblo: Su Reino sería dividido, como había sido dividido su corazón. ' ''Todo lo que el hombre sembrare, eso también cegará''.
Con tristeza y dolor Salomón declararía en su ancianidad: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”

Dios expone al hombre en toda su realidad y es válida la advertencia de Salomón: “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él mana la vida”. No cometan el mismo error que yo cometí.

Las GRIETAS no se producen de un día a otro, son golpes reiterativos que van dañando el alma, produciendo aberturas que de no ser curadas, permitirán que tu corazón sea contaminado trayendo con el tiempo, muerte espiritual.

¿Cómo discernir si mi corazón está siendo agrietado?
¿Cómo discernir si hay grietas en mi alma?

“DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN HABLA LA BOCA”

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por su la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad”

Si de tus labios brotan quejas, amarguras, resentimientos, celos, envidias, etc. Tu corazón agrietado está siendo contaminado, con el peligro de contaminar a otros.

“De una misma boca no puede proceder bendición y maldición, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Tu corazón está siendo dividido.

“Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos se han cerrado” Tu corazón agrietado y contaminado, está siendo endurecido.

“Hablen entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, canten y alaben al Señor en vuestros corazones; dando gracias siempre por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.  Es buen síntoma, la expresión de un corazón sano y saludable.

“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”

“SOBRE TODA COSA GUARDADA GUARDA TU CORAZÓN, PORQUE DE ÉL MANA LA VIDA”

Cuidemos las grietas del corazón.

lunes, 17 de junio de 2013

SÍ, TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA "Una reflexión en el camino"

¡Sí, TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA! "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila



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“Porque por un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro
Y a la mañana vendrá la alegría” Salmo 30:5

¿Quién no se ha equivocado en la vida?
Es tan fácil cometer errores, y no siempre se producen por una actitud negativa de nuestro corazón o de soberbia en la vida, sino también por ignorancia, por falta de sabiduría, o inmadurez propia del crecimiento y desarrollo.

Tampoco podemos evitar sufrir las consecuencias por habernos equivocado, el dolor de alguna caída ¿Quién no lo ha sufrido?

David el gran rey  sobre Israel, que tenía un corazón conforme a Dios, escribió este Salmo, había sufrido las consecuencias de haber errado, y de su experiencia escribió estas palabras: “PORQUE POR UN MOMENTO SERA SU IRA, PERO SU FAVOR DURA TODA LA VIDA”

El había comprendido que la mayoría de nuestros yerros no solo nos afectan a nosotros mismos, sino que muchas veces como consecuencia, dañamos y afectamos a los demás incluyendo nuestra descendencia, y que por sobre todas las cosas afectamos a Dios  y a su Propósito creador sobre nuestras vidas.

¿Un error puede dejar huellas, y afectar hasta la cuarta generación? Sí, ¡Que tremendo! Sus consecuencias se pueden perpetuar.

Pero no es esto lo que nos dice nuestro texto, nuestro texto declara: “PORQUE POR UN MOMENTO SERA SU IRA”. Dios no quiere que perpetuemos las consecuencias de nuestros errores, Él si quiere, que tomemos conciencia de habernos equivocado y ello produzca una reacción para bien sobre nuestras vidas.
Dios nos ama, nos perdona, porque no es su voluntad que carguemos el sufrimiento y el dolor perpetuamente, su voluntad es darnos SU FAVOR, Y QUE ESTE PERDURE TODA LA VIDA.

Jesús relató una historia para ilustrar el corazón del Padre por nosotros sus hijos: Un hijo exigió a su padre su parte de la herencia, y se fue lejos a disfrutarla y ha vivir perdidamente con sus amigos, hasta que todo se acabó.
Este error le trajo mucho dolor y pesar. Le hizo olvidar sus alegrías pasajeras, y lo sumió en un pozo de frustración y desesperación. El podría haber decidido nunca regresar a su casa, haber muerto y condenado a su descendencia a la miseria y a la vagancia.

El se vio obligado a cuidar cerdos, mientras en casa de su padre había abundancia y aún, el más pequeño de los empleados disfrutaba de protección que el ya no tenía, pero él humilló su orgullo y reaccionó para bien, reconoció su error delante de Dios y decidió volver a su casa y pedir perdón a su padre, lo que produjo una gran alegría en su casa. Su padre con los brazos abiertos le recibió, lo abrazó y lo restauró.
¡SI, EL PUDO EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRIA!

La Biblia nos relata otra historia similar, la de un hijo que engañosamente se apodera de la primogenitura de su hermano, y obtiene la bendición de su padre Isaac. Este hijo se llamaba Jacob, el engañador, su error le significó huir de su casa, y de su hermano quien solo quería darle muerte.
Durante veinte años tuvo que vivir lejos de su hogar, no estuvo presente para la muerte de su madre, llevó una vida llena de vaivenes y desilusiones, cosechó las consecuencias de su forma de vivir.

Nunca pudo escapar del costo de sus errores, los pagó con creces, hasta que inevitablemente debe enfrentarlos cara a cara con Dios. Fue una noche dura y amarga, Jacob peleó con Dios (no es fácil reconocer las faltas y humillarse delante de Dios, el orgullo es siempre nuestro mayor enemigo)

Jacob experimentó nuestro texto, Dios lo transformó y consoló en su dolor: “POR LA NOCHE DURARA EL LLORO Y A LA MAÑANA VENDRÁ LA ALEGRÍA”.
Jacob experimentó la alegría del perdón y de la transformación de sus circunstancias, pudo volver a su tierra, disfrutar a su padre y establecerse con su familia en la tierra que era su herencia en Dios.

Jacob ¡SÍ, EL PUDO EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA!

Dios no quiere que perpetuemos nuestro dolor, nuestros sufrimientos, nuestras amarguras y frustraciones producto de los errores cometidos.
El quiere que tomemos conciencia de ellos y reaccionemos para bien, porque

“El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia”
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día, porque de día y de noche se agravó sobre mi tu mano, se volvió mi verdor en sequedades de verano”

¿Porqué proseguir en esa actitud endurecida?
Si Dios puede y quiere perdonar, restaurar y renovar en ti, la alegría de vivir.

Jóvenes: No se queden atados a sus errores y a los errores que sus padres hayan cometido.
¡Levántense!  y déjense alumbrar por su luz, por su favor, que durará toda tu vida.
El quiere ser tu visión en ti,  y el sentido para tu vida.

Ancianos: No se dejen morir, aún pueden ser fructíferos para Dios, dejen que el renueve sus sueños, y puedan reverdecer y dar nuevos frutos en Él y para Él.

“Porque por un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro
Y a la mañana vendrá la alegría”

EN CRISTO HAY FE, ESPERANZA Y AMOR.

Porque así dice su Espíritu:

“Amada mía, hermosa mía,
Levántate y ven.
Ya ha pasado el invierno,
La lluvia ha cesado y se fue;
Han brotado las flores en la tierra,
Ha venido el tiempo de la canción”

¡SI,TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRIA!

LO PRIMERO NO ES OBRAR, SINO ADORAR "Una reflexión en el camino"

LO PRIMERO NO ES OBRAR, SINO ADORAR "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila





“Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subiesen a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia... Zacarías 14:17

La lluvia es un recurso básico de la naturaleza, sin ella no hay fructificación de la tierra. Sin la anhelada lluvia el hombre puede esforzadamente trabajar, preparar la tierra, y poner sobre ella la semilla, y tener al fin del proceso una pobre y frustrada cosecha. Cuánta angustia y pobreza viene sobre la tierra por la falta de lluvia.

Grandes civilizaciones desaparecieron en la historia, haciendo inútiles todos los esfuerzos y recursos humanos. Los pueblos de la antigüedad, eran mucho más dependientes de este vital recurso, pues vivían fundamentalmente de la agricultura y la ganadería, y sin la apreciada lluvia veían secarse sus fuentes de agua, sus arroyos y ríos trayendo sobre ellos una terrible desgracia.

La Palabra de Dios en nuestro texto, hace una relación directa de la falta de lluvia con la falta de adoración a Dios.“Acontecerá que los de las familias de la tierra que no subiesen a Jerusalén para adorar al REY, Jehová de los ejércitos, no vendrá lluvia sobre ellos”

Jerusalén era la ciudad de Dios, allí estaba el templo, el Arca del pacto, donde se celebraban los sacrificios y fiestas que Dios había establecido. Era el centro de adoración a Dios el Rey.

La negación y resistencia a venir a Jerusalén a adorar, traería como consecuencia la falta de lluvia sobre ellos, sufriendo las consecuencias de su rebelde actitud.

Así también, LOS CREYENTES de hoy, que no suban a la presencia de Dios para adorarle como su Rey, traerán sobre ellos, sobre sus familias y sus comunidades la falta de lluvia, de lluvia del Espíritu de Dios, haciendo infructuoso su servicio y trabajo.

Sin adoración no habrá lluvia, no habrá lluvia del Espíritu de Dios, y sin derramamiento del Espíritu Santo, todo esfuerzo será pobre en fruto, porque no es con ejército, ni con fuerza humana.

Cuando los sacerdotes se vuelven a Dios en el altar, y se humillan buscando a Dios en adoración, Dios restaura la lluvia y la bendición sobre su pueblo.

La falta de adoración trae sequía espiritual: “Porque este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí”

El llamado del Espíritu es a venir a adorar al Rey, a venir a sus pies a reconocerle como Señor, a sentarse a sus pies y aprender a oír su voz, es venir y escoger “LA BUENA PARTE” que si alguno de sus hijos la escoge, no le será quitada.
“Porque lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos tocante al Verbo de vida, solo eso podemos anunciar”

Es allí donde nacerá el verdadero servicio, que no agotará, que no producirá queja, ni turbación, porque no será en tus fuerzas, será el fruto del poder del Espíritu Santo de Dios, será su lluvia de gracia abundante derramada sobre tu vida.

Lo primero no es obrar, sino adorar. Este es el primer y más grande mandamiento.

EL DESIERTO NO ES UNA OPCIÓN "Una reflexión en el camino"

EL DESIERTO NO ES UNA OPCIÓN "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila


                              


"Acuérdense de todo el camino que el Señor su Dios les hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años, para humillarlos y ponerlos a prueba, a fin de conocer sus pensamientos y lo que había en su corazón" Deuteronomio 8:2


El desierto es un lugar árido, inhóspito, donde no se encuentra facilmente agua, ni alimentos y no se puede cultivar nada en el. No hay pastos, ni una sombra para mitigar el calor, no hay camino visible, es un lugar difícil para sobrevivir, quien no conoce el camino y es inexperto, seguro que no saldrá vivo de ese lugar.

Para el pueblo de Dios, quienes habían sido rescatados de la esclavitud de Egipto, el desierto era un paso necesario, planificado por Dios, para que alcanzaran su libertad definitiva y se establecieran plenamente en la voluntad de Dios como nación en la Tierra prometida desde tiempos del patriarca Abraham, y así llegasen a ser un pueblo modelo para bendición de todas las naciones de la tierra.

La experiencia de ese pueblo es una figura de nuestra experiencia como cristianos.

Quienes experimentamos la maravillosa salvación de nuestro Dios de la esclavitud del pecado, y hemos nacido como hijos de Dios, el paso por el desierto no es una opción, Dios lo planificó de esa forma, porque no existe otra manera para que El nos pueda establecer como hijos maduros y como su pueblo sobre esta tierra, y así introducirnos en la herencia y bendición de su Hijo.

Es un periodo de prueba, con el propósito de que conozcamos a quien nos llamó, que conozcamos a satanás nuestro enemigo, y que nos conozcamos a nosotros mismos. No olvidemos que este pueblo en los días de José fue llevado con bendición a lo mejor de la tierra de Egipto, y sutilmente fueron siendo relegados a la condición de esclavos y terminaron siendo un modelo de oprobio entre las naciones.

Una advertencia para quienes tan facilmente hacen alianzas incorrectas en el desierto, para quienes ponen su corazón y esperanza en los sistemas humanos, recibiendo por cambio una porción codiciosa en esta tierra que no es el lugar establecido por Dios para su pueblo.
No habrá un resultado diferente para quienes se dejen atraer por lo agradable a los ojos, por lo que aparentemente es bueno para comer, su fruto al fin será el cautiverio bajo el dominio de "Babilonia"

El desierto es un paso necesario para el pueblo de Dios.
Necesario, como lo fue para Jesús su paso por el desierto, donde sería tentado, y de donde Dios lo sacaría revestido del poder del Espíritu Santo, para comenzar así su misión y servicio sobre esta tierra.
A este Hijo de Dios, Dios levantaría como modelo y testimonio para todos los hombres.

Nuestra esperanza debe ser Cristo y solo en Él debe estar nuestro corazón. Es nuestra "Tierra prometida"

No es nuestra meta el desierto, es solo un periodo de transición, un tiempo para conocer y amar a Dios quien ha hecho morada en nuestro espíritu para conquistar nuestra alma y llevarnos a nuestra definitiva libertad, para unirnos y caminar con Él por toda la eternidad.

Es el lugar donde descubro quien soy, y tomo conciencia de mi naturaleza.
Es el lugar donde se manifiestan las pasiones de nuestra naturaleza caída y no redimida, donde nuestro orgullo, celos, soberbia, rebeldía y la falta de sujeción de nuestra carne es sacada a luz.
Es el lugar donde descubrimos quienes realmente somos y tomamos conciencia de nuestra débil y pobre realidad.
Es el lugar donde descubro lo que realmente amo y el lugar que verdaderamente le quiero dar a Dios en mi vida y en mi corazón.

Es el lugar de grandes y definitivas decisiones, donde tomo conciencia que ya no podré cambiar mi pasado porque Egipto quedó atrás y murió definitivamente con Faraón, tomo conciencia que no podré manejar mi futuro, y solo puedo administrar mi presente, lo que solo hoy puedo decidir.

Es un lugar de oración, de meditación y de despojamiento definitivo de mi mismo, para rendirme en los brazos de nuestro verdadero Dios y descubrir cuan grande y fiel es su amor.

Es Allí donde descubro que su Palabra es maná que nutre y es agua que quita la sed, que fortalece, que vivifica, y me entrega las fuerzas para servirle y rendirme definitivamente a sus pies.

Descubro que no es un lugar para debilitarme y morir, no es un lugar para quejarme y sólo llorar, no es un lugar para hacer alianzas desesperadas, mis debilidades no justificarán mi pecado y mis malas decisiones.
Es un lugar para fortalecerme en el poder de su fuerza, es el lugar para tomar toda la armadura de Dios, es el lugar para asirme de él, es el lugar para tomar mi cruz y caminar en fe mirando a Cristo y poseer todas sus promesas.

Es en el desierto, donde se nos imparte la fe como gracia inmerecida de Dios.

Es en el desierto donde descubro que no puedo sobrevivir sin El, sin su vida, sin su aliento, sin su cuerpo y sin la comunión. Descubro lo que verdaderamente tiene valor en esta vida.

Concluyo que el desierto no es el lugar donde Dios quiere que me establezca o haga alianzas, así que, con fe rechazo el acomodarme a dicha condición, el quedarme allí solo me conducirá a la muerte o a la esclavitud.

Ahora entiendo que mi desierto eran el camino hacia mi crecimiento y madures, y quiero experimentar el poder de su resurrección y poseer en él la Tierra de Dios.

¿En que lugar te encuentras?

Si estás pasando por el desierto, Dios quiere que sepas que es su voluntad, como proceso para tu vida, como también quiere que sepas que no es tu lugar definitivo.

Aunque aún en el desierto podemos disfrutar de su presencia, dando gracias por su nube que nos protege del calor del día y nos da dirección, dando gracias por su columna de fuego que vela nuestros sueños y  que nos permite descansar en su paz, dando gracias por el Maná del cielo que nos sustenta en el día a día.

Dios quiere que sepas, que este es el tiempo de levantar nuestra mirada, que miremos la Tierra Prometida delante de nosotros y nos levantemos a poseerla, porque él nos la ha entregado.

Dios quiere que sepas, que el desierto solo era un paso necesario, pero que desde hoy, Dios te introducirá en la Tierra prometida y te bendecirá.

Dios quiere que sepas, que el Angel de Jehová esta en pie con su espada desenvainada, para acompañarnos en este nuevo desafío y pelear por nosotros y con nosotros, para darnos la victoria sobre todas sus promesas.

¿Te quedarás mirando un pasado de esclavitud y miseria?
¿Te quedarás haciendo alianzas que solo te conducirán a la esclavitud?
¿Te quedarás dando vueltas en el desierto, esperando morir, habiendo delante de tí tan hermosa invitación de quien tanto nos ama?

Te invito a levantarte, a tomar fuerzas en el Señor y seguir adelante.

Te invito a tomar poseción de la provisión de gracia que Dios nos ha dado en su Hijo, y en el poder de su Espíritu Santo, poseer y disfrutar de la buena tierra que Jehová nuestro Dios nos da, tierra de bendición, tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados, tierra de olivos, de aceite y de miel, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes. Allí comerás y te saciarás, y te bendecirá Jehová.

Es Cristo, la buena tierra, nuestra herencia y el lugar de reposo para nuestra alma.

¿CÓMO DEJAR DE LLORAR?

¿CÓMO DEJAR DE LLORAR? "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila






“David y la gente que lo acompañaba lloraron a voz en cuello, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar” 1Samuel 30:4

Si hay un denominador común en la experiencia humana es “llorar”, puede que no sepas reír pero la vida si nos enseña a llorar, es la primera expresión al nacer, y  nos acompañará durante toda la vida.

¿Quién no ha llorado alguna vez?
¿Quién no ha llorado frente a una experiencia dolorosa?
Aún Jesús lloró ante la muerte de su amigo Lázaro.

“Con dolor darás a luz tus hijos” “Con dolor comerás del fruto de la tierra que producirá espinos todos los días de tu vida” Así reza la sentencia divina sobre la raza humana a causa del pecado de nuestros primeros padres.
El pecado introdujo el dolor y las lágrimas a la experiencia humana, y sólo cuando el pecado sea quitado definitivamente en la manifestación gloriosa de Cristo, solo entonces..."No habrá más muerte, ni habrá llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron" Apoc. 21:4

¿Qué madre no ha llorado alguna vez por un hijo?
¿Qué hombre no ha sido quebrantado al sentir la impotencia del fracaso, de una pérdida, de un divorcio, o una enfermedad dolorosa?

¿Cuántas lágrimas han sido derramadas sobre esta tierra?
Frente a las injusticias, la soledad, el abandono, el abuso o frente a un hijo rebelde.
¿Cuántas lágrimas han sido derramadas al no entender lo que pasa a nuestro alrededor, dentro de nosotros, o frente a conflictos existenciales donde nuestra alma no encuentra reposo?


Nuestro texto nos describe una angustiante experiencia de dolor en la vida de David y de quienes le acompañaban: “David y la gente que lo acompañaba lloraron a voz en cuello, hasta que les faltaron fuerzas para llorar”
Lloraron hasta que se les agotaron las fuerzas.

¿Qué había ocasionado tanta angustia y dolor?

David huía del rey Saúl y junto a sus hombres y sus respectivas familias se habían refugiado en la ciudad filistea de Siclag. Mientras David y sus hombres estaban ausentes, los Amalecitas atacaron la ciudad, la saquearon y la incendiaron y se llevaron cautivos a sus mujeres y a sus hijos. Esta pérdida  había ocasionado este gran dolor sobre ellos.

Fue un tiempo de mucha humillación y quebranto en la vida de David, en medio de este dolor sin duda Dios estaba conformando su corazón, para prepararlo y llegar a ser el gran rey sobre Israel.
Dios se perfecciona en nuestras debilidades.

David se angustió mucho, porque la angustia del pueblo era mucha por sus hijos y por sus hijas, el era su líder y le responsabilizaban de lo acontecido, y  hablaban de apedrearlo, pues el alma del pueblo estaba llena de amargura.
Habían suficientes razones para llorar.

¿Qué hacer para que nuestras lágrimas no sean infructuosas?
¿Qué hacer para que nuestras lágrimas sean consoladas por Dios?
¿Qué hacer para que nuestras lágrimas limpien nuestros ojos y nos permitan ver la bondad de Dios?

Analicemos la experiencia de David:

1.- “David halló fortaleza en Jehová, su Dios”

Para David su dolor y sus lágrimas fueron el camino para buscar refugio y fortaleza en Jehová, su Dios. "David halló fortaleza en Jehová, su Dios"

Tu dolor y tus lágrimas no te han sido dadas sólo para sufrir y morir, nos han sido dadas para aprender a experimentar el consuelo, la fortaleza de Jehová, nuestro Dios.
Tú también puedes hallar fortaleza en Dios, si la buscas.
Hallarla, no significa que tus circunstancias hayan cambiado, significa que en medio de tus circunstancias has experimentado que no estas sólo, que has sido consolado, que Dios es tu refugio y fortaleza en el día de tu angustia.
Significa que ya no hay quejas, ya no hay amargura, solo hay un rendir del alma que ha aprendido a reposar en el corazón de Dios.

2.- “David consultó a Jehová, su Dios”

Una vez consolado y fortalecido en la gracia de Dios, David buscó el consejo de Dios frente a sus circunstancias.
David buscó una "PALABRA" que fuera lumbrera a su camino, que fuera luz a su noche de confusión y oscuridad.
David aprendería que cuando Dios está presente para consolarnos y fortalecernos, también está presente para guiarnos.
Dios por medio de su palabra abre sendas donde no las hay. Su palabra es lámpara a nuestros pies.
El consejo de Dios para David le guiaría a perseguir a los Amalecitas, alcanzarlos, derrotarlos, y recuperar TODO LO PERDIDO: “Rescató David todo lo que los Amalecitas habían tomado, y libró asimismo a sus dos mujeres. No les faltó nadie, ni chico ni grande, así de hijos como de hijas, ni nada del robo, de todas las cosas que les habían tomado, todo lo recuperó David” ¡Aleluya!

Amigo y hermano:

Los Amalecitas en las Escrituras representan al enemigo de Dios y de su obra. Ellos atacaban cobardemente por la retaguardia matando a los débiles niños, ancianos y enfermos que rezagados avanzaban junto al pueblo cansado y sin fuerza. Israel vivió esa experiencia en su paso por el desierto.

Los Amalecitas representan todas aquellas cosas que buscan nuestra destrucción, que nos traen dolor y sufrimiento con el propósito de que no poseamos, y que no vivamos en la bendición de Dios.
Los Amalecitas representan al Maligno que solo sabe y busca matar, robar y destruir.

No basta que experimentes el consuelo y fortaleza de Dios en tu dolor y angustia.

Necesitas EL CONSEJO de Dios, necesitas una Palabra Viva que te saque de tu noche de dolor y te guíe a una victoria sobre tus circunstancias (Amalecitas) y te introduzca en su bendición.

Busca, pide como David una Palabra de Dios, Él alumbrará tu oscuridad. Usará a alguien, a tus padres, algún don profético, algún hermano maduro o personalmente el Espíritu Santo te hablará, y te mostrará el camino por donde tienes que andar.
El abrirá sendas delante de ti, si lo buscas con todo tu corazón.
"Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros"

3.-“David honró a Dios en la victoria”

“David compartió el botín recuperado y ganado por partes iguales con todos sus hombres, con los que habían estado en el frente de batalla y con los que habían quedado cuidando del bagaje”
David reconoció que fue Dios quién les dio la victoria, que no era el fruto de sus habilidades, de su valentía y esfuerzo, cada uno había participado conforme a su fuerza y responsabilidad. La gloria y el reconocimiento le pertenecían sólo al Señor.

Así también tú, una vez alcanzada la victoria, debes honrar y agradecer al autor de tu salvación, a Cristo el Señor.

¿Cómo dejar de llorar?

Buscando en Dios nuestro refugio y fortaleza.
Buscando en Dios una Palabra que nos alumbre en nuestra oscuridad.
Honrando a Dios quién cambia, nuestro lloro en alegría.

Porque: “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”

AFANADOS Y TURBADOS


  

AFANADOS Y TURBADOS “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



  



“Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” Lucas 10:41-42


Nacemos y crecemos en medio de una sociedad acelerada, los afanes y el trabajo cotidiano absorben nuestros pensamientos y consumen nuestras fuerzas. 
La competitividad es parte de nuestra formación, desde niños nos exigen el desarrollo de nuestras capacidades y habilidades para ser competitivos en la vida, no lograrlo, nos genera frustración e inhibe nuestra realización de acuerdo a los parámetros de nuestra sociedad.

 NO HAY TIEMPO PARA REFLEXIONAR, NO HAY TIEMPO PARA MEDITAR, NO ES RENTABLE EN NUESTRA SOCIEDAD.


No tenemos tiempo. 
No tenemos tiempo para darnos cuentas si realmente estamos haciendo lo que debemos hacer, si lo que hacemos es lo correcto, si es lo que realmente nos conviene. 
Sin darnos cuenta somos arrastrados por la corriente de este mundo, la que nosotros no controlamos, y muchas veces sin discernir el desastroso final al que estamos siendo conducidos.
No tenemos tiempo.
No tenemos tiempo para comprobarlo, y quienes si piensan y manejan este sistema, procuran que no tengamos tiempos, que no pensemos; y para eso nos ponen un rostro bonito, o una etiqueta atractiva para cautivar nuestra atención y ser fácilmente engañados.
Así es como nos hacemos adictos al azúcar, a la sal y tantos otros elementos dañinos para nuestra salud, simplemente porque generan grandes utilidades a quienes las comercializan.
Es el Dios de este siglo, es el dios del dinero que domina en todo este sistema humano.
Las soluciones humanas, siempre priorizan las utilidades por sobre el bienestar real de las personas.

Esto también ocurre en el ámbito religioso, como no tenemos tiempo para desarrollar nuestra vida espiritual, para fortalecer nuestra fe en la palabra y en nuestra relación con Dios nuestro creador, no tenemos tiempo para comprobar si lo que nos enseñan es correcto, o sólo están manipulando nuestras vidas para fines que no están centrados en Cristo,  ni en su Propósito Eterno. 
Parece que al igual que en la política, basta un rostro carismático y unas pocas palabras bonitas, para hechizar y esclavizar nuestras mentes.
El apóstol Pablo advierte a los creyentes de Galacia del peligro de ser engañados, y apartados de la sincera fe en Cristo por aparentes  "maestros" de la fe. 

Son tiempos peligrosos, que demandan detenernos y considerar hacia donde estamos siendo conducidos.

El calentamiento global y sus consecuencias, los terremotos, inundaciones, etc. no son simplemente un proceso natural de la tierra, es el resultado de la vida moral y espiritual de los hombres que afecta a la naturaleza.
Está escrito: "Los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" 1 Pedro 3:10
Es el fin inevitable de esta tierra, así está escrito. 
Sólo el reconsiderar nuestros caminos y volvernos al Señor, postergará este juicio a generaciones futuras, pero  su fin ya está determinado.
Dios no puede ser burlado, lo que el hombre sembrare eso también cosechará.

Es que ignoramos los seres humanos, que todo lo que ocurre bajo el cielo en el plano visible y material, está definido en el plano espiritual, donde el príncipe de este mundo, Satanás y sus demonios, gobiernan el destino de los hombres y sus naciones bajo el pecado. 
Es en ese plano donde el sacrificio de Jesús en la cruz venció a Satanás, venció a la muerte, al pecado, a las enfermedades. 
Es el plano donde Dios sienta a sus hijos, para colaborar con la restauración de su diseño divino. 
Es en ese plano donde se define el destino de los hombres, y el Señor nos llama a pelear esa batalla en lugares celestiales, con las armas espirituales que Él nos ha dado.
Si de verdad lo entendiéramos, le daríamos vital importancia a nuestra condición espiritual, fuimos creados en ese orden: espíritu, alma y cuerpo.
En Cristo somos seres espirituales, nacidos del Espíritu de Dios, y debemos vivir y caminar en el Espíritu, por sobre este sistema humano; como Jesús nos enseñó: "Estamos en el mundo, pero no somos y no pertenecemos a este mundo" 
Nuestra ciudadanía es celestial.

AFANADOS Y TURBADOS TIENEN CONSECUENCIA

ESAÚ
Afanado y turbado vivía Esaú, y no percibió la importancia de la primogenitura y su valor espiritual para la vida, no así su hermano Jacob. 

¿Qué trascendió de la vida de Esaú y su linaje? En Dios nada, solo un mal ejemplo, una vida intrascendente en la historia de Dios sobre esta tierra. 
¿Qué trascendió de la vida de Jacob?  Todo, a pesar de ser un usurpador y engañador, como lo describe su nombre, Dios lo llama, lo capacita y lo transforma en un impactante proceso de su vida.
Dios lo deja como ejemplo de la obra transformadora del Espíritu de Dios en los hombres, para las generaciones futuras. 
La nación de Israel es el fruto de ese proceso, de su descendencia se conformarán las diez tribus de Israel,  y marca la historia de Dios sobre la humanidad en el desarrollo del linaje divino, hasta el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios.

ELÍ Y SUS HIJOS
Afanado y turbado vivía el sumo sacerdote Elí y sus hijos, quienes servían en el templo, usurparon de los beneficios de su servicio sacerdotal sin escuchar la voz de Dios, y sin percibir el juicio de Dios sobre sus vidas que les provocaría sus muertes prematuras. 
En un mismo día todos morirían, dejando a la nación sumida en pobreza moral y espiritual.

SALOMÓN
Afanado y turbado vivió muchos años de su vida el rey Salomón, a pesar de su tan promisorio y profético comienzo de su reinado, donde desarrolló un extraordinario conocimiento, escribió tres mil proverbios, cinco mil cantares, disertó acerca de los árboles, desde el Cedro del Líbano hasta el hisopo en la pared, disertó de los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. 
Salomón fue admirado y reconocido mundialmente en su generación, pero descuidó de su vida espiritual, descuidó y contaminó su corazón, y tomó malas decisiones para su vida y para su reino con desastrosas consecuencias.
Heredó un reino dividido, y el reinado de muchos reyes que se alejaron cada vez más de la voluntad de Dios, hasta perder su independencia y territorio, hasta llegar al cautiverio bajo el imperio de Babilonia. Un buen comienzo no garantiza un buen final.

LA NACIÓN DE ISRAEL
Afanada y turbada religiosamente vivía la nación de Israel, y no percibió su visitación de divina con el nacimiento de Jesús, su Mesías; a quién finalmente mató y crucificó, hasta en eso fueron ejemplo y testimonio de desobediencia, trajeron sobre ellos el cumplimiento de los juicios de la palabra de Dios como nación. 
Qué alto ha sido su costo como nación, en la historia.

ESCOGER LA BUENA PARTE

Afanada y turbada estaba Marta, la protagonista de nuestro texto, cuando Jesús visitó su casa, y no podía despojarse de un servilismo cultural que no le permitió sentarse a los pies del Jesús, para escuchar y priorizar en su vida SUS PALABRAS, como sí lo hizo su hermana María, a quién Jesús alabó por su determinación. 
María escogió la buena parte.

Afanado(a) y turbado(a)

Está todo aquel que no puede detenerse en la vida, para reflexionar y meditar acerca del lugar que Dios ocupa en su corazón, quien no puede evaluar si lo que está haciendo y en qué está invirtiendo su vida, su tiempo, y sus recursos están honrando al Señor, o está siendo manipulado por hombres corruptos, que sólo buscan lo suyo propio, solo piensan en lo terrenal, y en sus propios intereses.

GOLPES DE LA VIDA

A veces necesitamos algún “Golpe de la vida” que nos frene como a Job,  que nos haga volver en sí como el hijo pródigo, que nos obligue a reconsiderar nuestros caminos, nuestras prioridades y valores; quién lo ha vivido,  aprecia y agradece a Dios por aquellos "Golpes de la vida", por aquellas lágrimas derramadas que limpian nuestros ojos, que nos hacen más sabios, más humildes, y nos permiten ver con más claridad en la vida.


Fue también la experiencia de Salomón en su vejez, quien gracias a esos "Golpes de la vida", al dolor de una pérdida, lo que le ayudó a enmendar su corazón dejándonos esas sabias palabras: 
“Mejor es estar en la casa del luto que en el disfrute de un banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y el que vive lo pondrá en su corazón. 
Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón”

Dios es un Padre perdonador y misericordioso, pero muchas veces, no se podrán borrar los daños ocasionados por esos años de turbación. 

No te permitas que sea demasiado tarde.
No te permitas vivir afanado y que esos afanes te turben y confundan tu corazón, a tal punto que  no puedas apreciar el gran amor de Dios llamándote a enmendar y reorientar tu vida. 
Su costo podría ser demasiado alto e irremediable.
Hoy es el día de tu salvación.

No vivas afanado y turbado, no esperes un "Golpe de la vida" para reaccionar.
Escoge como María "LA BUENA PARTE" 
La cuál  no te será quitada.