miércoles, 30 de octubre de 2013

HIJOS CON PROPÓSITO

HIJOS CON PROPÓSITO "Una reflexion en el camino"
Por Guillermo Avila




Lamentablemente hoy nacen muchos hijos sobre esta tierra sin un propósito definido para sus vidas. Muchos de ellos fueron gestados sin amor, sin ninguna planificación, sin fe y sin esperanza. Tal vez fue el fruto lamentable de una violación, de un enamoramiento ciego e irresponsable, de la inmadurez de la adolescencia, de una reacción de rebeldía, por egoísmo, por envidias, celos, un capricho o simplemente porque quedó embarazada.

Estos hijos en su mayoría crecerán sin propósito en la vida, cargando en sus inocentes corazones las frustraciones, resentimientos o insatisfacciones de sus propios padres, las que sin duda, se irán acrecentando en el trascurso de sus vidas, sobrellevando traumas psicológicos, problemas de adaptación, de personalidad, inseguridad, complejos, agresividad, esquizofrenias, etc.

Una vez escuché la expresión de un hombre cargado de violencia, odio y resentimiento: “Soy así por VENGANZA, venganza por haber nacido”

¿Cómo hemos podido alejarnos tanto del maravilloso propósito divino para la gestación de los hijos?

¿Cómo el pecado y nuestra desobediencia pueden robarnos tanta bendición?

Si Dios creó al hombre y le construyó una HERMOSA CASA en un HUERTO, rodeada de preciosos árboles, de todas las especies, variadas plantas y todo tipo de flores, hermosas aves, animales, ríos, etc.
Los creó en amor para su placer, les dio su imagen, les compartió su amistad y compañía, los bendijo para que fructificaran y se multiplicaran bajo su protección y bendición sobre esta tierra, hasta llenarlo todo del conocimiento de la gloria de Dios, como las aguas cubren el mar.

"Los hijos son herencia de Jehová, cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” “Bienaventurado el que llenó su aljaba con ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta” “Los hijos son como plantas de olivos alrededor de su mesa” Son su defensa ante cualquier juicio o acusación. Es el fruto de todo varón que teme a Jehová.

ES LA PROPUESTA DEL REINO DE DIOS PARA EDIFICAR UNA SOCIEDAD SANA Y BENDECIDA: “HIJOS CON PROPÓSITO”

Los hijos necesitan saber y conocer la revelación del Propósito de Dios para sus vidas, el por qué y para qué de su existencia sobre esta tierra.

Los hijos necesitan padres comprometidos con el Reino de Dios, conocedores de su Propósito, para su familia y formación de sus hijos.

Padres que revelen a sus hijos: “Que son herencia de Jehová, que Dios los entretejió en el vientre materno, y que ha determinado un destino y propósito para sus vidas, que no necesitan vagar en oscuridad buscando descubrir por si mismos una razón para vivir”

Los hijos necesitan saber que Dios les ha amado desde antes de la fundación del mundo, que su amor es eterno e incondicional, independiente a sus errores y debilidades en el desarrollo de sus vidas.

Los hijos necesitan crecer junto a padres que les amen como Dios les ha amado en Cristo, padres que revelarán la maravillosa paternidad de Dios, paternidad que les acompañará durante toda la vida y por toda la eternidad.

Los hijos necesitan crecer en una familia con padres fieles, honestos, que hablen verdad, que no sean iracundos ni soberbios, que sean hospedadores, justos, amantes de lo bueno, dueños de sí mismos, sin vicios que deshonren su integridad.
Padres obedientes, sumisos y humildes, de quienes aprenderán la obediencia y la humildad.

Los hijos necesitan crecer junto a padres que se aman, que se respetan, que les entregan juntos una cobertura de amor, afecto, corrección, disciplina y amonestación del Señor, para verles crecer sanos física, emocional, y espiritualmente.

Los hijos necesitan saber que Dios los ha provisto de dones y gracia, que deben descubrir y desarrollar en sus vidas para poner al servicio de su Propósito y de los demás.

Los hijos necesitan crecer en una familia unida, junto a otros hermanos con quienes aprendan a compartir, a amar, a negarse asimismo, a pedir perdón, a servir y a respetar a los demás.

Los hijos necesitan crecer en un contexto de pueblo de Dios, constituido por hombres y mujeres que lo confiesan como Señor, que le aman y que viven bajo su temor, que se respetan, se honran los unos a los otros, comparten con sencillez de corazón sus alegrías y tristezas, y sobrellevando las cargas los unos con los otros.

Los hijos necesitan crecer en un contexto social para aprender la misericordia, la solidaridad, la tolerancia y la generosidad, donde puedan expresar la vida de Dios, dar testimonio de su amor y colaborar con la restauración de su Propósito Eterno sobre esta tierra.

Sin la presencia y bendición de Dios es una misión imposible, pero Él dijo: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin"

HIJOS CON PROPÓSITO son el fruto de Él, por Él y para Él.

lunes, 21 de octubre de 2013

ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS


ENSÉÑANOS  A CONTAR  NUESTROS DÍAS “Una reflexión en el Camino”
Por Guillermo Ávila


“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance  sabiduría” 
Salmo 90:12
Estas palabras corresponden a Moisés, meditadas tal vez en el desierto, cerca de cumplir sus ochenta años, al ver que todos sus sueños y esperanzas iban muriendo  juntamente con él.  

E
n el versículo 10 escribe:
“Setenta son los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta ochenta; pero el orgullo de vivir tanto solo trae molestias y trabajo. ¡Los años pasan pronto; lo mismo que nosotros!”

Quién conoce la historia de Moisés, sabe que Moisés realmente comenzó  a vivir y a escribir su historia a sus ochenta años; cuando Dios se le revela  en aquella zarza ardiendo en medio del desierto, cuando lo llama a la gloriosa misión de rescatar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.

Muy poco sabemos de esos cuarenta años en el desierto antes de su llamado, es como un paréntesis en su vida, importantes sin duda para su formación, pero intrascendentes frente a la maravillosa historia que Dios comenzará a escribir en su vida.
Como también fue un paréntesis para la historia de ese pueblo, esos cuarenta años de más en el desierto, donde toda esa generación de varones rescatados de Egipto murieron, sin entrar en la Tierra Prometida, de los cuales sólo Josué y Caleb de toda esa generación registrarán sus nombres en la historia de la conquista de esa Tierra.

Sin duda, la manera en que nosotros los hombres contamos nuestros días sobre esta tierra, son muy distintos a como Dios los cuenta desde el cielo. 
Nuestra historia terrenal, nuestros  planes y sueños, pudieran ser significativos a nuestros ojos, pero intrascendentes a los ojos de Dios.
Podríamos  ser un profesional,  un político, o un empresario exitoso; y  haber alcanzado numerosos logros en esta vida, pero delante de Dios estar muerto, y sin una historia que trascienda en Él. 
Muchos un día con tristeza y angustia, por no tener ya otra oportunidad en la vida,  como fue la historia de Lázaro y el hombre rico contada por Jesús; se presentarán delante del tribunal de Dios desnudos,  sin ningún haber a su favor como fruto de la multiforme gracia de Dios recibida.

La verdadera historia del hombre delante de Dios, comienza a escribirse con su “nuevo nacimiento” en Cristo, donde Dios le hace una nueva creación, para caminar en las obras que Él ha preparado de antemano para el desarrollo de su vida. 
Lo que fuimos antes, las Escrituras las califican como obras muertas, de las cuales Dios nos ha rescatado.
La redención en Cristo es el medio para restaurarnos a su diseño original.

Como enseñó Jesús: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y al polvo volverá.
Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es; y  vuelve a Dios"
Cuando nacemos de nuevo, (del agua y del Espíritu), somos restaurados en la historia de Dios, y somos inscritos en el registro civil del cielo, en el libro de la Vida.

Desde ese día, comenzamos a escribir nuestra verdadera historia, según su calendario.
Podemos tener 15, 20 o 30 años desde nuestro "nuevo nacimiento" según el calendario humano, pero ser sólo un bebé espiritual para Dios, sin ninguna madurez y sin ningún fruto a nuestro haber, para presentarnos delante de Él.

"De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí"  
"Él cuál pagará a cada uno conforme a sus obras"

Nuestros años se cuentan conforme a su Propósito en nuestras vidas, y se cuentan según sus días, porque un año es mucho tiempo para enmendar o corregir el corazón.
Debemos evaluarnos cada día en nuestro caminar y no cada año.
Es sorprendente  encontrar en las Escrituras largos periodos de tiempo, que no son registrados por Dios en la historia humana, largos periodos de oscuridad, cuando su pueblo era sometido por sus enemigos, o como  aquellos más de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, donde solo se registra su continuo clamor delante de Dios.
 
¿Qué historia estamos escribiendo?
¿Será una historia con registro celestial?

“Enséñanos a contar nuestros días, de tal modo que traigamos al corazón sabiduría" es nuestro texto.
Amigo(a) y hermano(a):
En Cristo hay Buenas Noticias, hay esperanza, porque podemos  revertir nuestra realidad, y podemos comenzar a escribir una historia que trascienda delante de Dios. 
Debemos reconocer y arrepentirnos de vivir tiempos perdidos y desenfocados de su historia.
Debemos con  humildad rectificar y enmendar nuestro camino, para volver a nacer y vivir para Él.
De nuestras historias perdidas y oscuras solo quedará un registro, nuestro clamor delante de Él.

"Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"

"Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo"
"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros, a causa de vuestra desobediencia, y comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca más seréis avergonzados"

Así comenzará este nuevo registro, esta nueva historia que escribiremos delante de Dios, es una nueva vida y es sobrenatural.

"Si alguno está en Cristo, es una nueva creación, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas"

El Señor alumbrará nuestra oscuridad; restituirá y restaurará los años perdidos; y traerá con ellos su bendición sobre nuestras vidas, para marcar una descendencia que escribirá también una nueva historia para Dios.

Esta palabra de Dios determinará tu destino y tu historia:
"Porque la Palabra que he puesto en tu boca, y el Espíritu que he puesto en tu corazón, no faltará en la boca de tus hijos, y de los hijos de tus hijos, hasta la tercera y cuarta generación"

“ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS, DE TAL MODO QUE TRAIGAMOS AL CORAZÓN SABIDURÍA”

jueves, 10 de octubre de 2013

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! Una reflexión en el camino


Una reflexión en el camino ¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! 
Por Guillermo Ávila



“Si conocieras el Don de Dios; tú le pedirías, y Él te daría Agua Viva,…y el agua que Él te dará será en ti una fuente de agua que salte para vida eterna” Juan 4:10,14
Dios busca y buscará incansablemente una oportunidad en nuestras vidas, para revelarnos su Propósito redentor.
Es Él, el verdadero amor que no busca su propio bienestar sino el del otro, y Jesús no será la excepción en nuestra historia.

Jesús  cansado del camino al pleno  calor del mediodía, y mientras sus discípulos van a comprar algo de comer se sentará junto al pozo de Jacob, ubicado en las tierras que Jacob heredó a su hijo José, en la ciudad de Sicar de Samaria, y en ese lugar esperará y  abordará a una mujer de Samaria, que vendrá a ese  pozo con el propósito de sacar agua para sus necesidades cotidianas.
Jesús revelará  su divinidad como el “Agua Viva” y su humanidad  expresada en el cansancio, hambre, y sed  a esta necesitada mujer.

Dios ha creado para ella esta maravillosa oportunidad en su vida, Él, quién conoce todas sus frustraciones y sinsabores con que la vida le ha golpeado, esta mujer  no despreciará la visitación de Dios a su vida.
¡DAME DE BEBER DE ESA AGUA!  será su respuesta.

¿Qué es el Agua Viva, y que efecto produce en quien la bebe?
El Agua Viva sacia la sed espiritual del hombre, y lo transforma.

El Agua Viva produce santidad, imparte Vida Eterna, y conforma al hombre a la imagen de Dios.
El Agua Viva tiene poder sobre el pecado, y sobre la muerte.

El Agua Viva sólo puede encontrarse en un POZO VIVO.
Jesús es ese Pozo Vivo, Jesús es esa Agua Viva que Dios ha enviado, para derramarla sobre cántaros humanos, cántaros de carne y hueso.

“Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, les daré un corazón nuevo, pondré mi Espíritu en ellos, y profetizarán de las virtudes y maravillas de Dios” anunciaban los profetas, y en Cristo esa Gloria se hizo palpable y visible a todos los hombres.
Nuestra  historia acontece junto al pozo de Jacob, e involucra tres  personajes de la historia humana, que en su tiempo y generación, gustaron y bebieron de su Agua Viva.

1.- JACOB, quien construyó el pozo.
2.- JOSÉ su hijo, quien lo heredó.
3.- LA MUJER  SAMARITANA, que viene al  pozo para saciar su necesidad de agua.
LA EXPERIENCIA DE JACOB

Jacob representa la lucha del hombre con su propia naturaleza en su búsqueda de Dios,  y refleja la obra del  Espíritu Santo guiándolo, para alcanzar este objetivo divino.

Jacob es  ejemplo de como el hombre procura con su astucia y engaño, (habilidades humanas),  erróneamente  alcanzar la bendición de Dios, resistiendo la sabiduría y consejo divino, y prolongando el proceso hasta el pleno quebrantamiento de su alma que para  Jacob, significaron largos 20 años, bajo la disciplina de  su amor.
Este proceso culminará exitosamente para en un lugar llamado Peniel, lugar donde Dios lo confrontará consigo mismo y salvará su alma. Desde ese día Jacob será llamado Israel, (príncipe de Dios), y pasará  a formar parte del linaje divino sobre esta tierra.

En Peniel Jacob tocó fondo en su vida, pero también fue el lugar donde se encontró con Dios cara a cara, y  pudo beber de su  AGUA VIVA,  salvar su alma, y ser transformado de un hombre engañador en un príncipe de Dios. Ese fue  el verdadero Pozo de Jacob,  y que dejó como herencia a su hijo José.

LA EXPERIENCIA DE JOSÉ
José fue un hijo  amado y deseado.
Fue un joven cercano al corazón de su padre Jacob,  soñador y positivo para enfrentar la vida, pero su actitud despertaría la envidia, y el celo de sus hermanos, que procurarían su mal y su muerte.
Como consecuencia de ello, José sería confrontado a  la muerte en un  pozo de parte de sus hermanos,  donde experimentaría la misericordia de Dios que le salvaría, fue ese el lugar donde comenzó  a beber de  su Agua Viva, que lo sostendría y sustentaría  durante largos y penosos años en Egipto, donde sería vendido por sus hermanos. Pero Jehová estaba con José.

En Egipto gustará  las agua turbias del Nilo, aguas de incomprensión, de amarguras, de injusticias y deslealtades, que lo llevarán a padecer injustamente largos años en una cárcel. Es en ese lugar donde tocará fondo su vida, y valorizará realmente  la herencia de la fe  de su padre Jacob,  el poder disponer de un pozo de Agua Viva, Agua  que lo  sustentaría  donde quiera que la vida le dispondría.
Ese Pozo de Agua Viva  fue la verdadera Fuente de gracia, sabiduría, e inteligencia, que hizo de José en Egipto un hombre fructífero, y le guió para alcanzar los designios divinos para su vida y para su pueblo.

LA EXPERIENCIA DE LA MUJER SAMARITANA
Creció en la ambigüedad religiosa de su tiempo y su discriminación social.
Su carencia de amor y la falta de sentido en su vida, la llevaron a sobrepasar  los límites morales de su época, experimentó cinco maridos y un conviviente, que no satisficieron en nada sus expectativas de la vida.
El  peso de su conciencia, la vergüenza y baja autoestima,  le hacían venir al pozo al intenso calor del  mediodía  para evitar la vergüenza, y encontrarse con personas que le juzgarían en búsqueda de agua necesaria para su sobrevivencia,  pero estas agua del pozo serían insuficiente para satisfacer las reales necesidades de su alma.

¿Cuántas noches de soledad  y angustia viviría esta mujer, donde elevaría con vergüenza sus ojos al cielo en búsqueda de una respuesta para su vida?
¿Cuántas lágrimas silenciosas derramaría en sus permanentes frustraciones?

Jesús conocía su corazón, y preparó ese momento del cielo para su vida, para brindarle una oportunidad  de conocer el verdadero pozo de Jacob, y la verdadera Agua Viva que contiene.
Cómo retumban en medio de los siglos las palabras de Jesús: “¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!  tú le pedirías Agua Viva, y Él saciaría de verdad las necesidades de tu vida”

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!
Esas palabras partieron su alma, como una espada penetraron en su corazón. Eran palabras del dador del Agua Viva, del Pozo del cielo que se abría frente a sus ojos invitándole a beber  lo que nunca había bebido, y saciar la sed de su alma.

Esa mujer nunca volvió a ser la misma, porque  quién bebe de esta Agua Viva nunca vuelve a tener sed, es en él  una fuente que salta para vida eterna.
Salió corriendo, dejó su cántaro, transformándose ella en un  "cántaro" que contendría esta verdadera Agua, para compartir y contar la maravillosa experiencia vivida.

Amigo(a) y hermano(a):
Tal vez tú has tocado fondo en tu vida,  no ves ninguna salida, y no ves ninguna luz de esperanza.

Como Jacob, ves pasar el tiempo y no hay cambios, como José, las injusticias golpean tu vida y te sientes encarcelado, o  como esta mujer samaritana, has probado una y otra cosa, y nada ha satisfecho tu vida.
Sigue vigente la invitación de Jesús:
¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

Es Dios, quién conoce tu condición, quién sale a tu encuentro en el  camino.
Sus palabras son para ti, pídele y te dará su AGUA VIVA,  saciará de verdad  tu sed, saciará tu alma. Y si lo llevas contigo, llevarás en ti el Pozo de Agua Viva.

Jesús es tu Luz de esperanza, quien  abrirá un nuevo día para tu vida.
Jesús salvará tu alma, y será en ti una Fuente de Agua Viva que saltará para Vida eterna.

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

miércoles, 2 de octubre de 2013

EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO


EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila

 

 
El mayor engaño que Satanás ha logrado establecer en la mente humana en estos últimos siglos, es la filosofía del “HUMANISMO”

EL HUMANISMO que surgió  en contraposición de aquella élite política y religiosa falsamente llamada “cristiana” que adjudicándose la representación divina sobre esta tierra, abusó, manipuló y esclavizó arbitrariamente a sus pueblos para sus intereses egoístas,  ambiciosos de poder y gloria, pisoteando, matando  e impidiendo su desarrollo  manteniéndolo en ignorancia y esclavitud.

El HUMANISMO no niega la existencia de Dios pero niega su revelación, pone al hombre como centro y relega a Dios a una experiencia personal  y religiosa, sin implicancia en el desarrollo de la vida.

El HUMANISMO pone al hombre como centro de toda su realidad. El hombre vive de si y para sí, y reconoce  las condiciones morales y valóricas de este para obrar el bien en sí mismo.

Es un engaño filosófico  que procura hacernos creer que nosotros somos los responsables y capaces de determinar el sentido, el desarrollo y propósito de nuestra existencia terrenal, que la política, la economía, la ciencia, la administración, la familia, los hijos, etc. son de determinación humana y Dios no tiene nada que aportar al respecto, pues el hombre  tiene la capacidad en sí mismo para alcanzarlo.

Es la razón por la cual se levantan muchas “PROPUESTAS HUMANISTAS” que plantean soluciones y respuestas a las diferentes  necesidades humanas,  planteamientos  para su desarrollo político, económico, educacional, social, familiar y personal que no toman en cuenta la revelación de Dios, y que solo traerán  decepción  a las anheladas expectativas humanas, que generarán  profundas frustraciones  que cíclicamente explotarán en reacciones  y actos de violencia familiar y social, arrastrando a las naciones a guerras y sufrimientos frente a  la impotencia, las injusticias y necesidades insatisfechas, dejando un surco de muerte y  sufrimiento en el corazón humano.

El HUMANISMO es la corriente de este siglo, que atenta abiertamente contra el Propósito de Dios para el hombre, para la familia, la sociedad  y las naciones,  las Escrituras nos advierten que no debemos tomar su forma,  que no debemos asumir su estilo de vida, porque esta  corriente  opera en  los hijos de desobediencia, que se oponen y resisten la manifestación del Reino de Dios.
Del humanismo surge el racionalismo, que pone la razón por sobre la fe.

Del humanismo surge  el materialismo, que por no tener el hombre un sentido trascendente de la vida, centra todo en el logro de los bienes  materiales y terrenales.
El humanismo  surge  en alianza con Satanás y con la carne, carne que inclina el corazón del hombre a buscar su propio placer y provecho, a hacer del hombre  el centro de todo lo que hace, su individualidad, su comodidad y resistencia al sacrificio, eso lo hace atractivo a nuestra naturaleza caída.

La Revelación de las Escrituras, señalan que de Dios son todas las cosas, porque de Él proceden, y para Él fueron creadas.

“Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos y dominios, sean principados y potestades; TODO fue creado por medio de Él, y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”

“Mía es la tierra y su plenitud,  el mundo y los que en el habitan”

Por creación TODAS las cosas le pertenecen a Dios,  Él es el dueño y Señor de todo. Fuimos creados para su gloria, para Él nacemos, para Él crecemos, para Él estudiamos y trabajamos, para Él formamos familias, sea que vivamos o que muramos somos del Señor y para el Señor.

Dios tiene una Palabra de revelación  para cada necesidad y desarrollo humano, esta es la verdad, y la  verdad nos hace libres del engaño humanista.

El Evangelio del Reino de Dios deshace las mentiras del humanismo.
Esta corriente también ha infectado el “cristianismo” de este siglo, que centra  el mensaje del Evangelio en el hombre, su bienestar, su  comodidad, donde lo importante es como tú te sientas y no que Dios sea agradado.

No muchos asumen para sí la oración enseñada por Jesús: “Venga tu reino y hágase tu voluntad como en el cielo sobre esta tierra”
No muchos toman su cruz cada día y declaran “No se haga mi voluntad sino la tuya”

No muchos están dispuestos a: “Ofrecer sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, como su verdadero culto racional. Renunciando a este mundo y no conformándose a la corriente humanista de este siglo, permitiendo una renovación de su mente por la Palabra de Dios,  para experimentar  la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
Amigo y hermano:

Dios no solo nos creó sobre esta tierra, sino que también diseñó un Propósito glorioso para que fructifiquemos y nos multipliquemos  con su bendición como está escrito: “Bendito seas en la ciudad, bendito seas en el campo, bendito seas en tu trabajo, bendito seas en tu casa, bendito en todo  lo que emprendas” Porque en Él  son benditas todas las familias y naciones de la tierra.

¿Cuánto  se alegra y se complace el corazón de Dios cuando el  hombre se arrepiente de esa actitud egocéntrica y le reconoce  como Señor sobre su vida y busca  agradarle sobre esta tierra?
Como  Noé que halló gracia y alegró el corazón de Dios en medio de una generación incrédula y perversa.

Como Abraham que halló gracia y agradó el corazón de Dios en medio de una generación idólatra.
Como Jesús que trajo contentamiento al corazón de Dios al disponer completamente su vida para hacer la voluntad de su Padre.  Dios abrió los cielos, derramó su Espíritu sobre Él y declaró “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”

¿Tú agradarás el corazón de Dios, o seguirás la corriente engañosa de este siglo?