miércoles, 6 de noviembre de 2013

¡BASTA DE MIGAJAS!


¡BASTA DE MIGAJAS! “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila

                                



“Cuando Jesús lo vio  allí acostado y se enteró del mucho tiempo que llevaba así (38 años), le preguntó: ¿QUIERES SER SANO?
El enfermo le contestó:
Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se remueve el agua. Cada vez que quiero meterme, otro lo hace primero.
Jesús le dijo:
¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su camilla, y anduvo”

El “ESTANQUE DE BETESDA”  es el lugar donde ocurre esta historia,  se ubicaba en la parte trasera del Templo de Jerusalén, junto a la PUERTA DE LAS OVEJAS, puerta de servicio usada para el ingreso de los animales preparados para los holocaustos. Estos estanques se habían usado como  lavaderos de los animales a sacrificar, pero que al tiempo de Jesús,  los sacerdotes del Templo  los habían transformado en un lugar de “MIGAJAS DE MISERICORDIA” donde  multitud  de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que no tenían acceso por reglamentación sacerdotal al Templo, se ubicaban en  este maloliente e insalubre lugar sustentados por la  esperanza  de que “de vez en cuando” un ángel removiera sus aguas, y permitiera que uno de entre TODOS fuese sanado.

Estas discriminatorias decisiones humanas  tergiversan el  gran amor de Dios, y su buena voluntad frente a  las dolorosas realidades humanas, creando estas "instancias religiosas"  de MIGAJAS DE MISERICORDIA, que solo acrecientan el dolor y la miseria humana, pervirtiendo la maravillosa imagen de Dios y transformándola para la gente, en la imagen de un Dios sin misericordia, discriminatorio y cruel.

Dios había diseñado y establecido “EL TEMPLO” como el lugar de SU MORADA  en medio de su pueblo, para que TODOS sus hijos viniesen a adorar  trayendo sus ofrendas de gratitud, donde todos celebraran con alegría sus fiestas recordatorias del inmenso amor, y cuidado  de Dios a  través de su historia.

Era un lugar para orar y entregar sus cargas.
Era un lugar para recibir  perdón y tomar nuevas fuerzas para la vida.
Era el lugar de comunión de Dios con su pueblo.

Lamentablemente los sacerdotes lo habían transformado en una cueva de ladrones y de mercado.

Los sacerdotes lo habían transformado en un  centro de poder político y religioso sobre la nación, un lugar  inaccesible para los pobres, ciegos, cojos paralíticos y enfermos.

Hoy hay muchos lugares con similares características y tantos otros lugares de difícil acceso para los pobres y necesitados, ¿Cuántos enfermos mueren en los pasillos, en largas esperas, sin recibir una adecuada atención médica?

“El celo de Dios” estaba sobre Jesús al visitar Jerusalén y su templo en una de sus fiestas, a pesar de los cánticos, y aparente alegría del pueblo, Jesús sabía que esa alegría no alcanzaba a todos sus hijos, y que había una multitud que no disfrutaba de la fiesta, y se encontraba  en un lugar de dolor y sufrimiento, oculto a la vista de todos los visitantes y turistas de Jerusalén, era EL ESTANQUE DE BETESDA.

Jesús sensible al dolor humano, y consecuente a su misión en favor de los desvalidos y perdidos cruza el templo, atraído por los gemidos de dolor, de impotencia y frustración de aquella multitud de cojos, ciegos, enfermos y paralíticos, impedidos de disfrutar de tantos beneficios y regalos de la vida, y que debían conformarse con  “competir” por unas MIGAJAS DE MISERICORDIA, atribuidas a un ángel que de “vez en cuando”  removía las aguas del estanque, para permitir  que solo UNO de toda aquella multitud, fuese sanado.

Eso es lo que lamentablemente hace la “religión”, discrimina, desarrolla la competitividad por los beneficios de la fe, transforma las inagotables misericordias de Dios en actos de MIGAJAS DE MISERICORDIA, manipulando la abundancia de los beneficios de la gracia de Dios, para los egoístas intereses de una élite dominante y abusiva.

Jesús vino a deshacer las obras del diablo, Jesús vino a sacar a luz y a manifestar las tinieblas, Jesús vino a salvar lo que estaba perdido.

“El Espíritu de Dios está sobre mí, fueron sus palabras. Me ha enviado Dios a dar buenas nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos”

Jesús vino como "AGUA VIVA" sobre una sociedad quebrajada por la sequedad del pecado, y de las injusticias de la vida.

¿QUIERES SER SANO?
Fueron las palabras que como un rayo de luz irrumpen en medio del dolor, de los labios de Jesús.

Quien ha vivido 38 años bajo un sistema religioso discriminatorio, como este paralítico junto al estanque,  no puede concebir  en su mente tanta bondad y misericordia a su alcance, está bloqueada por las innumerables  experiencias frustradas,  sus oídos están atrofiados y contaminados por la incredulidad ante tantas injusticias vividas. No pueden oír  y creer la PALABRA DE DIOS, que viene como un bálsamo sobre su vida quebrajada: ¿QUIERES SER SANO?

“Señor, no tengo quien  me meta en el estanque cuando se agita el agua, no tengo quien me ayude a arrastrarme por el suelo, cuando yo voy,  otro lo ha hecho primero”

Esa fue su respuesta, cuando bastaba solo un ¡SÍ, QUIERO!

No son similares sus argumentos a los nuestros, cuando viene  la PALABRA DE DIOS sobre nuestras acumuladas frustraciones e imposibilidades. Satanás y la vida se han encargado de edificar fortalezas de incredulidad en nuestras mentes que nos impiden creer y confesar, a pesar de nuestra inmensa necesidad, un ¡SI QUIERO!

¿QUIERES UN MILAGRO?
¿NECESITAS UN MILAGRO?

Jesús conoce tu dolor, y viene ante tu sufrimiento.

SU PALABRA  ES CREADORA, ES ESPÍRITU Y ES VIDA, cual espada de dos filos en sus manos, cruza los umbrales de la religión, del dolor, cruza los umbrales de la frustración y de la impotencia humana, para tocar tu espíritu adormecido e impartirle su vida:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

El paralítico tenía que sacar la vista de sí mismo, tenía que sacer los ojos de su frustrada racionalidad, y ponerlas en la Palabra Viva que Dios le estaba entregando:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Eran como una corriente de vida en su interior, que empezaba a correr por sus venas cuando escuchaba:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Es el poder de LA PALABRA DE DIOS, es el  poder de su PALABRA CREADORA, la misma PALABRA que transformó una tierra cubierta de caos y tinieblas en un lugar maravilloso, con un sol que alumbra y nos deja ver la belleza de su creación.

LA PALABRA DE DIOS abre e ilumina su entendimiento, la palabra de Dios libera su imaginación oscura y negativa para verse en UN NUEVO TIEMPO, para verse corriendo y realizando aquellas cosas que por 38 años no había podido realizar:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Podía sentir esa corriente como fuego en sus pies volviéndolos a la vida, podía sentir el poder de la Palabra sobre su mente y sobre su cuerpo impulsándolo a ponerse en pie, a tomar su camilla, y correr por las calles de la ciudad  llevando esta buena noticias a los suyos.

¿Cómo el pecado a frustrado el sentido y el valor de la vida humana?

De verdad creo que con la visita de Jesús, ese estanque de Betesda quedó vacío, ya no se necesitarían más sacrificio de animales, más sacrificios de dolor y sufrimiento, porque Jesús cargaría en la Cruz todos nuestros pecados, y sanaría todas nuestra dolencias.

La PALABRA  de Dios no ha cambiado, sigue vigente para todos los hombres, y está vigente para tu condición hoy, en los labios de un Cristo resucitado que te dice no te conformes,  ¡BASTA DE MIGAJAS!
 
Jesús ha venido para darte vida y Vida en abundancia, una Vida que no se acaba con la muerte, continua por toda la eternidad: Yo les doy VIDA ETERNA.

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!
 
Hoy Dios cambia tu condición, hoy es el comienzo de un nuevo día:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Por esta Palabra Dios rompe cadenas de dolor, rompe ligaduras de impiedad, derriba y deshace fortalezas mentales de incredulidad y racionalidad, imparte vida y vivifica tu espíritu, trae fe y aliento a tu corazón, cualquiera sea tu condición:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Y sumérgete en la abundancia de SUS MISERICORDIAS: “BASTA DE MIGAJAS”