sábado, 3 de junio de 2023

LAS PRUEBAS DE LA VIDA

 LAS PRUEBAS DE LA VIDA "Una Reflexión en el Camino"

Por Guillermo Avila
Más que una crisis, un desafío para un discípulo del Señor.



“Párense firmes, porque deben saber que los mismos padecimientos se van cumpliendo en todos vuestros hermanos, en todo el mundo” 1 Pedro 5:9
Amigo(a) y hermano(a):
¿Qué pruebas estás viviendo en tu vida?
¿Por qué situación estás pasando?
¿Alguna crisis en tu matrimonio, o en tu familia?
¿Una crisis económica, o una situación laboral adversa?
¿Una crisis en tu salud, un fracaso, o una desilusión?
¿Piensas que ha venido a tu vida para destruirte, o para hacerte retroceder en tu vida espiritual?
Para los que no son hijos de Dios, las crisis en la vida, Satanás las usará para su destrucción y condenación.
Para los hijos de Dios, para los discípulos que aman al Señor con todo su corazón; más que una crisis, las pruebas serán un desafío en la vida, para crecer y madurar como hijos de Dios, para ser promovidos a un nuevo nivel espiritual, para una mayor revelación y conocimiento del Señor, que le permitirá abrazar con mayor fuerza el Propósito de Dios para su vida y familia.
Si hemos sido la causa que ha provocado la crisis, nuestro deber es arrepentirnos y rectificar nuestro camino; Dios mirará nuestro corazón, nos perdonará y nos restaurará.
Maravillosamente lo he vivido en mi vida.
Más si la crisis que vivimos, no ha sido provocada por nosotros, sino por causas externas, que superan nuestra capacidad para enfrentarla; como la que vivieron los discípulos en medio del Mar de Galilea, donde tuvieron que enfrentar una terrible tormenta, en una noche oscura que los tuvo a punto de naufragar; ¿Cuál fue la reacción de ellos?
Su reacción fue acudir al Señor, fue tocarlo y gritar en su desesperación: ¡Señor, ten cuidado de nosotros que perecemos, sálvanos!
Así está escrito:
"Clama a mi y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"
Amigo(a) y hermano(a):
Las pruebas en la vida, no son nuestro enemigo, ellas son nuestro aliado, Dios las permite para que intensifiquemos nuestra relación con Él; son una oportunidad para buscarle y acercarnos más profundamente a Él.
El Señor atenderá nuestro clamor, el Señor se levantará, y puesto en pie, ordenará a los vientos y a las olas que se calmen.
Dios usará tu prueba, como una gloriosa experiencia de revelación y conocimiento de Él, como ocurrió con los discípulos que maravillados exclamaron:
¿Quién es este que aún los vientos y las olas le obedecen?
Ellos quedaron maravillados de esa experiencia, se llenaron de gozo y de fe, y fueron conducidos por el Señor a la otra orilla, a su destino.
Amigo(a) y hermano(a):
La prueba que te toca enfrentar, es un desafío para tu fe, para que por medio de ella tengas un más profundo conocimiento del Señor, ella es tu aliado, y no tu enemigo, porque Dios se perfecciona en nuestras debilidades.
Es el puente diseñado por Dios, para promoverte a un nivel mayor en tu vida espiritual, para que tengas una más profunda revelación, de quién es Jesús, el Señor, el Kyrios, el Hijo del Dios viviente, que prometió estar contigo todos los días hasta el fin del mundo, y que nada te separá de El.
Para que sepas que nunca estás solo(a), que Él está siempre a tu lado.
Es el medio que Dios usará para tu crecimiento y madurez, para hacerte una mejor persona, un mejor hermano(a), un mejor padre, una mejor madre, un mejor esposo, una mejor esposa, un mejor hijo o hija, para que su Propósito se pueda cumplir en tu vida y linaje; para conformarte a la imagen de su Hijo.
No te rindas, persevera en tu fe, confía y espera en Él.
No estás solo(a), Dios ha dado dones a los hombres, para que por medio de ellos sea conformado el cuerpo de Cristo, la familia de Dios, que estará a tu lado para confortarte, para apoyarte, para interceder, para que Dios perfeccione su Propósito, que un día comenzó en ti. Él lo completará.
Si la prueba endurece tu corazón, cuestiónate en tu amor por Él, porque ella te estancará, y te hará retroceder en tu fe; como ocurrió con gran parte de ese pueblo rebelde y duro de corazón rescatado de la esclavitud de Egipto, que murió en el desierto, sin gustar la tierra que Dios les había prometido.
Está escrito:
“Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes”
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo”
Si José no hubiese recibido revelacion de Dios, por todo lo que padeció y sufrió con injusticia en su vida, habría sido consumido, más por la fe, José fue conducido al destino que Dios tenía para él.
Porque los padecimientos sufridos en la vida, especialmente en nuestra niñez, sino nacemos de nuevo, sino nacemos del Espiritu de Dios, sus consecuencias (resentimientos, enojo, amargura, o falta de perdón), las cargaremos por el resto de nuestra vida, más en Cristo, seremos una nueva creación, hallaremos reposo, y seremos librados y restaurados a su Propósito eterno para nuestras vidas, porque aprenderemos a mirar con sus ojos.
Más el hombre natural, sin revelación, todo lo interpretará a partir de su limitado razonamiento, y le será locura.
¡Te alabo Padre! Exclamó con gozo Jesús.
Porque estás cosas las escondite de los sabios y entendidos de este siglo, y las has revelado a tus pequeñitos.
Son las obras que Dios ha preparado de antemano, para que caminemos en ellas.
Son las obras que Dios ha preparado para los que le aman.
“Porque el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
A Él sea la gloria”