miércoles, 19 de noviembre de 2014

OBRAS DE LA CARNE O FRUTO DE DIOS

OBRAS DE LA CARNE O FRUTO DE DIOS "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila



"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mi" Job 19:25-27

OBRAS DE LA CARNE

"Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disenciones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

FRUTO DE DIOS

"Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, templanza; contra tales cosas no hay ley"

"La sabiduria que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de BUENOS FRUTOS, sin incertidumbre ni hipocresía"

"Parte de la semilla cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál ciento, cuál sesenta, y cuál treinta por uno. Este es el que OYE y ENTIENDE LA PALABRA, y DA FRUTO, y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno"

"Mirad cómo el labrador ESPERA EL PRECIOSO FRUTO DE LA TIERRA, aguardando CON PACIENCIA HASTA QUE RECIBA LA LLUVIA TEMPRANA Y LA TARDÍA. Tened vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor está cerca"

EL FRUTO DE DIOS ES EL RESULTADO DE ESPERAR EN DIOS

"Y Jehová solícito por su tierra, perdonará a su pueblo. Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones. Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.

TIERRA, NO TEMAS; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis; porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán su fruto.

VOSOTROS TAMBIÉN, HIJOS DE SIÓN, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. La eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.

COMERÉIS HASTA SACIAROS, Y ALABARÉIS EL NOMBRE DE JEHOVÁ VUESTRO DIOS, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

Y CONOCERÉIS que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Y DESPUES DE ESTO DERRAMARÉ MI ESPÍRITU sobre toda carne, y PROFETIZARÁN vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" Joel 2:18-28

UNA PROFUNDA Y SINCERA REFLEXIÓN EN EL CAMINO

¿Cuál ha sido el resultado de nuestro caminar cristiano?

¿Qué hemos cosechado como FRUTO DE DIOS en nuestras vidas?

¿Qué diferencia marcamos en nuestras familias respecto a los hijos de este siglo?

¿Cuál ha sido nuestro compromiso con EL PROPÓSITO DE DIOS?

¿De qué somos luz y sal sobre esta tierra?

"NO NOS ENGAÑEMOS; DIOS NO PUEDE SER BURLADO: PUES TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE ESO TAMBIÉN SEGARÁ"

¿Qué diferencia hay entre LAS OBRAS DE LA CARNE y EL FRUTO DE DIOS?

LAS OBRAS DE LA CARNE SON EL RESULTADO DE NUESTRAS PROPIAS ACCIONES

Las obras de la carne son el resultado de nuestras acciones, de nuestros esfuerzos, religiosos o no religiosos, el resultado de nuestras decisiones humanas y racionales, son las consecuencias de nuestras mentiras, engaños, hipocresías y manipulaciones, divorciadas del PROPÓSITO y de la VOLUNTAD de Dios sobre nuestras vidas.


EL FRUTO DE DIOS, ES LA OBRA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS


El fruto de Dios, es la obra de Dios en nuestras vidas, son las obras preparadas de antemano por Dios en la eternidad para que sus hijos caminen por ellas, las que no depende de nuestro esfuerzo, de nuestros engaños y mentiras, no dependen de nuestras improvisaciones y manipulaciones. Dependen absolutamente de Dios, porque nacen y se gestan en Dios. Es la obra exclusiva del Espíritu Santo de Dios en la naturaleza humana.

LA HISTORIA HUMANA está llena de testimonios y ejemplos, de este terrible conflicto, entre la naturaleza humana caída, orgullosa, rebelde, desobediente, manipuladora e inclinada al mal; y el anhelo ardiente de Dios de producir en nosotros el FRUTO DE SU PRESENCIA, DE SU PALABRA, DE SU ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS, el fruto de SU BENDICIÓN, para el cumplimiento de SU PROPÓSITO ETERNO para los hombres.

La mayoría de nosotros, al igual que tantos hombres como Abraham, como Jacob, como Job o como el gran rey David o su hijo Salomón, a pesar que amaron a Dios, que tuvieron un corazón para Dios, y que buscaron hallar gracia delante de sus ojos, se equivocaron, manipularon, improvisaron y engañaron, porque no supieron esperar en Dios, no supieron esperar el FRUTO DE DIOS y DE SUS PROMESAS.

Estos hombres experimentaron y sufrieron dolorosas, vergonzosas y humillantes consecuencias sobre sus vidas y familias, afectaron su nación, y aún la naturaleza creada sufrió las consecuencias de sus extravíos.

Fueron hombres sujetos a pasiones, como nosotros, pero EDIFICARON ALTARES, donde buscaron a Dios de corazón aún en medio de sus fracasos, de sus verguenzas, estos se arrepintieron y se humillaron delante de su Dios reconociendo sus rebeliones, y experimentando el perdón y la misericordia de Dios sobre sus vidas, y finalmente pudieron ver y experimentar EL FRUTO DE DIOS sobre sus vidas, a pesar de que fueron hombres débiles.

¡Cuánta misericordia de Dios está disponible en EL ALTAR DE SU AMOR, para que a pesar del hombre y de su naturaleza, Dios lleve a cabo SU PROPÓSITO sobre la humanidad!

¡Sí! En Dios hay esperanza; DIOS CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN MI.

EJEMPLO DE JOB

Hombres como Job, a quien las Escrituras describen como un hombre piadoso, recto y apartado del mal, ejemplo y testimonio a su generación, pero vió derrumbarse delante de sus ojos TODO lo edificado en su vida, su familia, su economía, su reputación. Todo lo que Job había edificado en sus fuerzas, en su sabiduria religiosa.

Job ante el dolor, la verguenza y el oprobio de su humillación, desesperadamente buscó una respuesta y una explicación a su tragedia; Job humanamente defiende delante de Dios su justicia, sin obtener nada más que prolongar su dolor y condición.

Lamentablemente muchos en las mismas condiciones de Job, jamás lograrán salir de su confusión.

UN EDIFICADOR DE ALTAR

En su quebrantamiento y en sus lágrimas, Job buscó a Dios y sus lágrimas limpiaron sus ojos, y abrieron sus oidos para ver y oír más allá de su humana racionalidad; para reconocer lo necio e insensato de contender con el Omnipotente, para reconocer su falta de sabiduria, su pobreza y limitado entendimiento, él diría más tarde: "Solo de oidas le había oido, pero que de verdad no le conocía"

Es en ese proceso que Job declara: "Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mi"

Job humilló su corazón y aborreció su necia actitud; y en su arrepentimiento Dios le restauró y le bendijo, antes que su piel fuese deshecha; y su postrer estado fue mayor que el primero.

SU BENDICIÓN POSTRERA, no fue el resultado de su trabajo, ni de su obra, fue EL FRUTO DE DIOS sobre su vida, fue la obra del Espíritu de Dios sobre su corazón quebrantado y humillado, corazón que Dios nunca despreciará.

Dios impartió EL FRUTO DE SU BENDICIÓN sobre Job, para testimonio y edificación de todos los hombres por todas las generaciones.

"Y despues de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y murió Job viejo y lleno de días" ¡Aleluya!

Job había aprendido, había sido enseñado por Dios: "Si Dios no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican"

Amigo(a) y hermano(a):

Tú puedes ser un pastor, un predicador, un maestro, un profesional o un humilde trabajador, pero debes saber que, no es "el conocimiento de las escrituras" el que producirá EL FRUTO DE DIOS sobre tu vida, es el "CONOCIMIENTO REVELADO DE ÉL", es como dijo Jesús: "Para el que "OYE" y "ENTIENDE" la PALABRA de Dios"

"Es el que fue sembrado en buena tierra, es el que oye y entiende la Palabra, y DA FRUTO; y produce a ciento, a sesenta y treinta por uno"

ES EL FRUTO DE DIOS, y siempre "EL FRUTO DE DIOS" en la vida de los hombres, será un testimonio de Dios para edificación de los demás, porque Dios edifica SU IGLESIA por testimonios vivos de su Palabra, y no solo por bonitos o elocuentes sermones; y como el fruto de un árbol, como así lo enseña la naturaleza que no produce SU FRUTO para elimentarse a sí mismo, sino para alimentar y permitir el crecimiento de los demás, así es EL FRUTO DE DIOS en la vida de los hombres.

ES EL FRUTO DE DIOS PARA LA GLORIA DE DIOS sobre esta tierra, sea ciento, sesenta o treinta por uno, es EL FRUTO DE SU SEMILLA, de su PALABRA sembrada en un corazón bueno, en una buena tierra visitada por Dios.

LAS OBRAS DE LA CARNE.

Las obras de la carne son manifiestas, es imposible que puedan mantenerse ocultas, Dios las manifiesta y las saca a la luz, porque Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso también cosechará.

Las obras de la carne traen verguenza y oprobio a los hombres, traen dolor, tristeza y angustia al corazón humano. No traen satisfacción, ni alegría.

Las obras de la carne dejan manifiesto nuestro orgullo, nuestra soberbia y altivéz.

Las obras de la carne son las consecuencias de nuestros engaños, de nuestras mentiras y manipulaciones, son el resultado de nuestra naturaleza humana, caída e inclinada al mal.

Son las consecuencias de nuestras decisiones emocionales y racionales, son las consecuencias de andar por la vista y no por fe, son las consecuencias  de buscar nuestro propio provecho y solución, y no esperar en Dios y sus promesas.

Se manifiestan en medio de nuestra impaciencia e incredulidad, cuando de nuestras propias concupiscencia somos atraídos y seducidos.

Las obras de la carne NO AFECTAN EL PROPÓSITO DE DIOS, NI SU TRONO, NI SU GLORIA.

Las obras de la carne afectan nuestras vidas, nos traen dolor y sufrimiento, postergan o limitan la gloria y la voluntad de Dios sobre nuestras vidas, familias y pueblos.

PROCESO QUE TRAE EL FRUTO DE DIOS

La primera lluvia, la primera visitación de Dios sobre la vida de los hombres, es para la preparación de nuestro corazón, es para que sepamos el Propósito que Dios tiene para nuestras vidas, es para que aprendamos a confiar y a esperar en Él; que Él enviará la lluvia tardía como al principio, y que con ella traerá EL FRUTO DE SUS PROMESAS sobre nuestras vidas.

"Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor está cerca"

Todo aquel que espera en Dios, Dios le visitará, y con su visitación traerá SU BENDICIÓN, SU FRUTO sobre tu tierra.

"En comienda al Señor tu camino, confía en Él, y Él hará"

AMIGO(a) y HERMANO(a)

Si no supiste esperar en Dios y nos has cosechado EL FRUTO DE DIOS, y solo has cosechado dolor, angustia, oprobio y verguenza en tu camino.

Si solo has edificado un ambiente de pleitos, enemistades, envidias, celos, fornicación, adulterios, borracheras, orgías, etc. Tú debes edificar un altar.


DEBES EDIFICAR UN ALTAR donde cambiar de actitud, donde volverte a Dios, donde reconocer que hemos errado el blanco, que hemos pecado y hemos hecho mal, de lo contrario , nunca saldrás de tu condición, nunca heredarás alguna promesa de Dios, nunca verás EL FRUTO DE DIOS, porque su ley siempre te condenará.
Sobre EL FRUTO DE DIOS, no hay ley, la ley no tiene poder, por eso hay paz, hay gozo, hay fe, porque ya no hay ninguna condenación.

Si como Israel en tiempos del profeta Joel, donde experimentaba el fracaso, la verguenza, el oprobio y el dolor; Dios les visitó, les llamó a edificar un altar donde los sacerdotes y habitantes de Jerusalén humillaron su corazón; Dios le envio la primera lluvia para rectificar el corazón.

Y que MARAVILLOSAS PALABRAS se desencadenaron en favor de ese pueblo, aún en esa magra condición: ¡Israel no temas! ¡tierra no temas!

"Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis; porque los árboles llevarán SU FRUTO, la higuera y la vid darán SU FRUTO. Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. La eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y OS RESTITUIRÉ los años que comió la oruga, el saltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.

Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y CONOCERÉIS que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Y despues de esto DERRAMARÉ MI ESPÍRITU sobre toda carne, y PROFETIZARÁN vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" Joel 2:18-28

Amigo(a) y hermano(a)

Hay esperanza en Dios, si te vuelves a él, Dios te restaurará y traerá SU FRUTO sobre tí, sobre tu casa, sobre tu pueblo, y se alegrará tu corazón y verás su bien el resto de tu vida.


Haced morir en vosotros "La obras de la carne" y no satisfagamos  sus deseos.

Amemos a Dios y abracemos SU PROPÓSITO, CONFIEMOS Y ESPEREMOS EN SUS PROMESAS, porque el fruto de Dios se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

OBRAS DE LA CARNE O FRUTO DE DIOS, Una reflexión en el camino.