martes, 6 de septiembre de 2022

SATANÁS OS HA PEDIDO PARA ZARANDEAROS COMO TRIGO

 SATANÁS OS HA PEDIDO PARA ZARANDEAROS COMO A TRIGO

"Una Reflexión en el Camino 

Por Guillermo Avila




¿Puede Satanás pedirnos para zarandearnos?  

¿Es posible que Jesús le permita hacerlo?

En cualquier de estos casos, Jesús  está siempre en control de todo, y Satanás no puede hacer nada si Dios no se lo permite; a pesar de toda su maldad e influencia negativa sobre el hombre, Satanás sigue siendo instrumental, para el desarrollo del Propósito de Dios sobre esta tierra.

Dios le permitió influir en Adán y Eva en el Huerto del Edén, aunque su influencia no fue determinante en su decisión, ellos obraron libre y a conciencia, por eso Dios los confrontó y les hizo responsables de sus actos, pero al no reconocer su error tuvieron que asumir sus consecuencias.

Debemos saber, que Dios creó al hombre con la capacidad de decidir en la vida, aunque su anhelo y diseño es que le amemos, que decidamos siempre por Él y le sirvamos, para así cumplir su Propósito sobre esta tierra, que siempre será lo mejor para los hombres.

Satanás busca siempre matar, robar y destruir, y lo logra muchas veces, cuando el hombre le abre su corazón y decide en la vida engañado por el maligno, y sin el temor de Dios.

Pero si amamos a Dios, como ocurrió en el testimonio de José hijo de Jacob, el soñador; aunque  Satanás utilizó la maldad de sus hermanos, para instigarlos a hacerle mal y matarlo, para impedir el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham y a su descendencia en Egipto.

Allí vemos como Dios usó la maldad de sus hermanos, para conducir a José a Egipto, no para matarlo, sino para cumplir su sueño profético en su vida, y dar cumplimiento así a la promesa a Abraham.

Dios usó la maldad de Satanás para afligir y probar la fe de Job,  dejándolo también, como un testimonio de un hombre de fe para todas las generaciones; aunque Dios le permitió tocar sus bienes, su familia, y su salud; nunca le permitió tocar su corazón;  porque si guardamos nuestro corazón para Dios, Dios guardará nuestra vida.

Dios no decidirá por nuestro corazón, a nosotros nos corresponderá hacerlo, es nuestra responsabilidad guardarlo para Dios.

EL TESTIMONIO DE LOS DISCÍPULOS

Jesús permitió que Satanás zarandeara a Pedro y a todos los discípulos como a trigo, la noche de su crucifixión."

Así le dijo Jesús a Pedro: "Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo"

Zarandear, significa agitar el trigo de lado a lado con energía, lo que hace al viento procurar arrancarlo de su raíz.

Zarandear significa también agitar y golpear el trigo, para separar su paja del grano, y así permitir que el grano quede puro, visible y utilizable. 

Satanás buscará también, en la prueba, arrancar de  raíz nuestra fe, con el propósito de destruirnos, al mismo tiempo que el Espíritu Santo buscará confirmar, que nuestro fundamento en Cristo está firme.

Santanas procurará hacernos huir de este proceso purificador, del despojo de nuestra religiosidad, costumbres y tradiciones; las que no honran a Dios en nuestras vidas; como malas actitudes y deformaciones en nuestro carácter; pero es un proceso necesario en la vida cristiana, y Dios nos dará el Espíritu Santo para darnos fuerza y poder, para que podamos vivir este proceso, y pueda salir a luz la vida de Cristo que está en nosotros.

Satanás buscará en medio de la prueba, en nuestra debilidad que cedamos a él, que le abramos el corazón, como ocurrió con Judas esa noche, cuando Satanás entró en su vida, lo controló y lo mató.

Más Pedro también fue zarandeado esa noche, y en su debilidad y quebrantamiento, lloró amargamente su fracaso de haber negado a su Señor, pero se humilló y guardó su corazón para Dios.

Esta decisión será siempre de nosotros

El Señor permitirá el quebrantamiento del hombre natural, para manifestación del nuevo hombre, del hombre espiritual, que amará a Dios, lo honrará y lo servirá sobre esta tierra.

Por ello Jesús murió y fue crucificado, y resucitó al tercer día, y ahora está sentado a la diestra del Padre, intercediendo por todos nosotros.

Jesús oró por sus discípulos esa noche, también por Pedro como registran las Escrituras, para que su fe no faltara y guardara su corazón;  para una vez vivido, y vuelto de ese proceso, confirmará la fe de sus hermanos. 

Satanás pensó que esa era su oportunidad en la historia, para eliminar a Jesús, y con ello destruir la fe de los discípulos; para abortar el plan redentor de Dios para la humanidad; era su momento, de erigirse definitivamente como el príncipe de este mundo.


Más Jesús lo venció en la cruz, y el Padre lo resucitó al tercer día, para que Pedro y sus discípulos fueran libres de la potestad de las tinieblas, y fueran trasladados al reino de Dios en su Hijo Jesucristo.

La victoria de Cristo, es la victoria por la fe de todos los hombres que la asumen como suya.

Amigo(a) y hermano(a) esta es la palabra de Dios es también para ti.

Al igual que Pedro, como discípulo del Señor serás probado, pero sobrevivirás a ese duro proceso que te ha tocado vivir, porque no estás solo(a), porque Jesús no te ha dejado solo(a), ha orado por ti, para que tu fe no falte, y puedas vivir y pasar ese proceso en victoria.

Porque ese proceso es una prueba para tu fe, porque has guardado tu corazón; y si así no ha sido, es tiempo para volverse al Señor.

Este proceso por muy doloroso que sea, y  si como Pedro piensas que has fracasado; su mirada te encontrará y no la podrás eludir. Más no será una mirada de juicio ni de condenación; será una mirada  de amor y restauración.

Porque no existe ninguna prueba en Dios, que no contenga su amor; y así te dice el Señor:

"Mi mirada, es una mirada que habla a tu corazón; que te recuerda lo débil que eres, y que no puedes por ti mismo serme fiel; para eso morí en la cruz por ti, y te he dado mi Espíritu. Por eso he orado por ti, para que tu fe no falte, para que  cuando hayas sido quebrantado(a), seas levantado(a) por mi Espíritu, y me honres, me sirvas; y yo pueda usarte como usé a Pedro, para confirmes la fe de tus hermanos, que necesariamente todos vivirán procesos similares.

Y entonces me habrás conocido y me habrás aprendido amar, como Pedro me conoció y me aprendió amar; y entenderás como él, que no era con sus fuerzas, era con mi gracia, con mi Espíritu"

No olvides que Pedro inclinó su rostro, y humilló su corazón.

Ahora era trigo tratado, trigo maduro; puro, y útil para ser usado.

Así lo haré también contigo, porque he visto tus lágrimas, tu dolor, y la fe con que has guardado tu corazón"

Así escribió Pedro unos cuantos años más tarde:

"No se sorprendan si tienen que vivir diversas pruebas en la vida, porque es necesario que la fe sea probada; aunque por un poco de tiempo, tengamos que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida  a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, vuestra fe sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando sea manifestado Jesucristo"

La fe transforma la prueba en una fuente de conocimiento y sabiduría.

La prueba por la fe nos transforma a nosotros, y nos hace más semejantes a Cristo.

!Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo"








EL EVANGELIO DEL REINO HACE DISCIPULOS

PEZ MUERTO o PEZ VIVO "Una Reflexión en el Camino"
Por Guillermo Avila



PEZ MUERTO o PEZ VIVO

Un pez muerto no tiene vida, es arrastrado por las corrientes de las aguas; dejó de crecer y de multiplicarse. Ya no puede nadar libremente, no puede escoger un camino u otro; su vida dejó de tener sentido y dirección; se dejará llevar y flotará con todo lo que está su lado.

Un pez vivo, por el contrario tiene vida, y pueden nadar contra las corrientes de las aguas, y no dejarse arrastrar por ellas; tiene libertad para nadar, para escoger este u otro camino, puede crecer y multiplicarse; así como los salmones, que  pueden nadar grandes distancias contra la corriente de los ríos, cruzar obstáculo tras obstáculo, subir las montañas, y en las alturas multiplicarse, y traspasar su vida y dar lugar a una próxima generación.


PEZ MUERTO o PEZ VIVO

Un discípulo tiene vida de Dios en él, puede nadar contra la corriente de este mundo y no dejarse arrastrar por ella;  puede subir a las alturas de su fe, disfrutar de la comunión y de la presencia de su Dios.
Un discípulo tiene libertad espiritual, para tomar decisiones en la vida, y no ser manipulado por filosofías humanistas y engañosas, que sacan a Cristo del centro de la fe, y que le impide crecer en su dependencia del Señor, quién le redimió para Dios.
Un discípulo puede negarse asimismo, para honrar a Dios en su vida; puede tomar su cruz cada día y seguir a su Maestro sin temor; porque sabe que El es su Pastor y nada le faltará.
Un discípulo sabe, y puede cruzar los obstáculos que le presenta la vida, sabe oír a su Señor; lleva fruto y deja frutos, y  trasciende con su vida para la próxima generación.
Un discípulo se para firme en los caminos de la vida, resiste los ataques del maligno, y no desconoce sus maquinaciones; se somete a Dios y espera en Él, para comprobar que su voluntad es siempre buena, agradable y perfecta.

Como está escrito:

" Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"

No nos engañemos en la vida, nadie comprobará que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta; si previamente no está dispuesto a ofrecer su cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Nadie comprobará en su vida, que su voluntad es buena, agradable y perfecta; si se deja conformar por la corriente de este mundo; y no está dispuesto a una renovación en su entendimiento en el Señor; y eso no será posible, sin estar dispuesto a ser discipulado por Él.

Porque su llamado y vocación como hijo de Dios, es ser conformado a la imagen del Hijo de Dios.

¿QUÉ SOMOS?

Pez muerto o pez vivo.





viernes, 1 de julio de 2022

CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA TE VI

 CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA TE VI  "Una Reflexión en el Camino"

Por Guillermo Avila



"¿Porqué te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás" Y le dijo: "De cierto, de cierto os digo: De aquí  adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre" Juan 1:50,51


Estas palabras Jesús se las expresa a Natanael, a quién Felipe le había  compartido la Buena Noticia de haber hallado a Jesús el Cristo, de quién Moisés y los profetas habían escrito.

El Mesías era la esperanza de esa nación, quién con su venida restauraría sobre la tierra la bendición de Dios, quitaría la maldición, que por causa del pecado había frustrado el diseño divino para la humanidad; y que como consecuencia todo había sido afectado,  sufriendo carencias,  injusticias, violencia,  enfermedades, catástrofes, guerras, pandemias, destrucción y muerte; y  por el temor a la muerte el hombre vive sujeto a servidumbre durante toda su vida.

Desde la  caída del hombre en Génesis, Dios profetizó el fin de la potestad de Satanás sobre esta tierra, y declaró que de la simiente de la mujer  levantaría a Uno, que le heriría en la cabeza y restauraría su diseño sobre los hombres.

Por esta razón, toda familia piadosa sobre esta tierra ponía la esperanza en cada primogénito, de ver en ellos el cumplimiento de la promesa de Dios; como ocurrió con Lamec, descendiente del linaje de Set, quien declaró al nacimiento de su primogénito Noé: "Este nos aliviará de nuestras obras, del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo" 

Noé, aunque halló gracia a los ojos de Dios y por medio de él preservó su Propósito entre los hombres;  fue solo una figura del Mesías prometido.

Fue también la promesa de Dios a Abraham, "En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra" No fue en Isaac, era una figura de Cristo, la verdadera Simiente de Dios en quién sí son benditas todas las familias de la tierra.

Moisés también lo declaró a Israel, antes de partir de esta tierra: "Un profeta como yo te levantará Jehová, tu Dios, de en medio de ti, de tus hermanos; a Él oiréis"

Muchos otros profetas también anunciaron al Mesías, como Miqueas 5:1 "Y tú Belén Efrata, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti nacerá el que debe gobernar a Israel; sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial"

Era la promesa del Mesías, que sería el Salvador del mundo, en quién se acercaba el reino de Dios y quién gobernaría sobre todas  las naciones de la tierra.

De allí las palabras de Jesús a la mujer Samaritana: "La salvación viene de los judíos"

Era Emmanuel, el Gran Yo Soy, Dios con nosotros; Él que era en el principio con Dios y era Dios. Por quién  fueron hechas todas las cosas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En él estaba la vida, porque es el autor de la vida, y la vida es la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecen contra ella.

Con Él se encontró Natanael y fue impactado en su corazón, y fue cambiado su destino sobre esta tierra; él confesó: 

"Tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel"

Y Jesús le dijo:

"¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees?. Cosas mayores que estas verás"

Es que Natanael pensaba que estaba solo, cuando debajo de la higuera derramaba su corazón,  exponía  sus frustraciones y debilidades consigo mismo, pensando que Dios era lejano a sus anhelos y esperanzas, de encontrar paz para su alma, justicias, verdad; de ver restaurada la bendición de Dios y quitada la maldición sobre su vida, familia y nación.

Jesús testificó de él:

"He aquí un verdadero Israelita en quién no hay engaño"   porque su búsqueda era con un corazón sincero y sin engaño frente a los desafíos de la vida; y en un momento tan determinante que vivía,  Natanael necesitaba una respuesta del cielo.

Son  momentos determinantes que todo hombre tiene que enfrentar en la vida, donde la decisión que tomes  te marcará para siempre, y determinará tu destino sobre esta tierra.

Como fue también crucial en la vida de Jacob, cuando huyendo de su hermano Esaú y de su casa, sin saber que le depararía  el futuro; cansado en el camino y ya avanzada la noche, buscando una respuesta y una salida se dispuso a descansar y dormir sobre la tierra,  ocurrió en Bethel, que significa casa de Dios, donde Dios lo visitó, y pudo ver en un sueño revelador los cielos abiertos en ese lugar, y una escalera larga que unía la tierra y el cielo, y donde los ángeles de Dios subían y descendía; era un lugar de encuentro con el Dios creador, con el Dios de las promesas de sus padres, con el Padre de toda consolación.

Fue en ese lugar donde Jacob entendió que Dios era un Dios personal, que conoce, atiende y conduce la vida de los hombres, fue allí donde Dios personificó su promesa sobre su vida: "He aquí, Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac ; y confirmó su promesa sobre él y su descendencia; y profetizó  la venida del Mesías, declarándole que en su simiente serían benditas todas las familias de la tierra.  Y añade: Yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho"

Son momentos que marcan la vida y determinan el destino de los hombres; porque disponen el corazón con sinceridad y sin engaño delante de Dios; sin importar el lugar donde le busques; porque no es en este monte o en esto otro, como respondió Jesús a la mujer Samaritana, porque Dios se revela a quien le busca en espíritu y en verdad; y Dios se transforma en el cumplimiento de sus sueños y anhelos sobre esta tierra; porque Él es el Don de Dios para los hombres.

¿Acaso tú no has estado en una condición similar debajo de tu higuera?

¿Cuándo pensabas que estabas solo(a) en tu dolor, y no encontrabas una salida a tu necesidad?

¿Cuándo pensabas que el cielo te había abandonado, o se había cerrado; cuando tu futuro era completamente incierto?

Cuando no tenías muchas respuesta a tu alcance, o era Dios o todo estaba perdido, ¿Por que  adonde iremos? Porque sólo Él tienes palabras de vida eterna.

Pero hay un Dios que todo lo ve, y que te ha visto debajo de tu higuera, y que está a tu lado cuando más lo necesitas; aunque no puedas verle ni oírle por un instante, pero si le buscas de corazón y con sinceridad,  Él te visitará y se revelará a tu vida; la marcará y determinará tu destino, con un antes y un después.

Que impactante al corazón, es una palabra de Ciencia venida de Dios, que no sólo expone el corazón del hombre delante de Él, sino que lo ilumina y lo dispone a sus pies.

Así ocurrió con Natanael, así ocurrió con Jacob, y así ocurrió con mi vida; y también ocurrirá en la tuya; porque su Palabra te impactará, porque es Espíritu y es Vida, y marcará tu destino sobre esta tierra.

"De cierto, de cierto te digo, le dijo el Señor a Natanael. De aquí en adelante verás el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre"

En Jesús Dios ha  reconciliado la tierra con el cielo, porque el Velo que lo separaba fue rasgado en dos en la cruz, y no hay otro mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre; no te dejes engañar, así está escrito por el dedo de Dios; no hay otro camino al Padre que su sacrificio, y su cuerpo partido por todos nosotros; solo por medio de su sangre puedes acceder  a la presencia de tu Padre Celestial.

En Jesús hemos sido reconciliados con Dios, hemos sido restaurados en nuestra relación con Él, como la relación de un Padre con sus hijos; por eso el cristianismo no es una religión, es una relación.

Una relación, como la que Jesús tuvo con su Padre sobre esta tierra, una relación de cielos abiertos, donde los ángeles de Dios suben y descienden trayendo los recursos del cielo sobre su pueblo, porque son espíritus ministradores enviados por Dios al servicio de los herederos de la salvación.

Natanael desde ese día, se transformó en uno de los discípulos de Jesús, y fue testigo de sus enseñanzas, de sus milagros, sanidades y salvación sobre los hombres; de como Dios restauraba su bendición sobre esta tierra, quitando toda maldición.

En Jesús Natanael encontró la respuesta a su gran necesidad existencial, suplió en Él sus carencias, fue consolado y preparado para su servicio. Había encontrado la Perla de gran precio, por la cuál vendió todo para adquirirla.

¿Tú la has encontrado, o todavía estás en su búsqueda?

Si no la has encontrado, debes buscarla como Natanael debajo de tu higuera, debes buscarlo de corazón y sin engaño; y Él Señor que todo lo ve y todo lo conoce; te visitará e iluminará tu vida con su salvación, para que vivas sobre esta tierra bajo el amparo de su Luz, porque su reino ha llegado a tu vida.

Porque "Cuando estabas debajo de la higuera te vi"