viernes, 1 de julio de 2022

CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA TE VI

 CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA TE VI  "Una Reflexión en el Camino"

Por Guillermo Avila



"¿Porqué te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás" Y le dijo: "De cierto, de cierto os digo: De aquí  adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre" Juan 1:50,51


Estas palabras Jesús se las expresa a Natanael, a quién Felipe le había  compartido la Buena Noticia de haber hallado a Jesús el Cristo, de quién Moisés y los profetas habían escrito.

El Mesías era la esperanza de esa nación, quién con su venida restauraría sobre la tierra la bendición de Dios, quitaría la maldición, que por causa del pecado había frustrado el diseño divino para la humanidad; y que como consecuencia todo había sido afectado,  sufriendo carencias,  injusticias, violencia,  enfermedades, catástrofes, guerras, pandemias, destrucción y muerte; y  por el temor a la muerte el hombre vive sujeto a servidumbre durante toda su vida.

Desde la  caída del hombre en Génesis, Dios profetizó el fin de la potestad de Satanás sobre esta tierra, y declaró que de la simiente de la mujer  levantaría a Uno, que le heriría en la cabeza y restauraría su diseño sobre los hombres.

Por esta razón, toda familia piadosa sobre esta tierra ponía la esperanza en cada primogénito, de ver en ellos el cumplimiento de la promesa de Dios; como ocurrió con Lamec, descendiente del linaje de Set, quien declaró al nacimiento de su primogénito Noé: "Este nos aliviará de nuestras obras, del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo" 

Noé, aunque halló gracia a los ojos de Dios y por medio de él preservó su Propósito entre los hombres;  fue solo una figura del Mesías prometido.

Fue también la promesa de Dios a Abraham, "En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra" No fue en Isaac, era una figura de Cristo, la verdadera Simiente de Dios en quién sí son benditas todas las familias de la tierra.

Moisés también lo declaró a Israel, antes de partir de esta tierra: "Un profeta como yo te levantará Jehová, tu Dios, de en medio de ti, de tus hermanos; a Él oiréis"

Muchos otros profetas también anunciaron al Mesías, como Miqueas 5:1 "Y tú Belén Efrata, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti nacerá el que debe gobernar a Israel; sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial"

Era la promesa del Mesías, que sería el Salvador del mundo, en quién se acercaba el reino de Dios y quién gobernaría sobre todas  las naciones de la tierra.

De allí las palabras de Jesús a la mujer Samaritana: "La salvación viene de los judíos"

Era Emmanuel, el Gran Yo Soy, Dios con nosotros; Él que era en el principio con Dios y era Dios. Por quién  fueron hechas todas las cosas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En él estaba la vida, porque es el autor de la vida, y la vida es la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecen contra ella.

Con Él se encontró Natanael y fue impactado en su corazón, y fue cambiado su destino sobre esta tierra; él confesó: 

"Tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel"

Y Jesús le dijo:

"¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees?. Cosas mayores que estas verás"

Es que Natanael pensaba que estaba solo, cuando debajo de la higuera derramaba su corazón,  exponía  sus frustraciones y debilidades consigo mismo, pensando que Dios era lejano a sus anhelos y esperanzas, de encontrar paz para su alma, justicias, verdad; de ver restaurada la bendición de Dios y quitada la maldición sobre su vida, familia y nación.

Jesús testificó de él:

"He aquí un verdadero Israelita en quién no hay engaño"   porque su búsqueda era con un corazón sincero y sin engaño frente a los desafíos de la vida; y en un momento tan determinante que vivía,  Natanael necesitaba una respuesta del cielo.

Son  momentos determinantes que todo hombre tiene que enfrentar en la vida, donde la decisión que tomes  te marcará para siempre, y determinará tu destino sobre esta tierra.

Como fue también crucial en la vida de Jacob, cuando huyendo de su hermano Esaú y de su casa, sin saber que le depararía  el futuro; cansado en el camino y ya avanzada la noche, buscando una respuesta y una salida se dispuso a descansar y dormir sobre la tierra,  ocurrió en Bethel, que significa casa de Dios, donde Dios lo visitó, y pudo ver en un sueño revelador los cielos abiertos en ese lugar, y una escalera larga que unía la tierra y el cielo, y donde los ángeles de Dios subían y descendía; era un lugar de encuentro con el Dios creador, con el Dios de las promesas de sus padres, con el Padre de toda consolación.

Fue en ese lugar donde Jacob entendió que Dios era un Dios personal, que conoce, atiende y conduce la vida de los hombres, fue allí donde Dios personificó su promesa sobre su vida: "He aquí, Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac ; y confirmó su promesa sobre él y su descendencia; y profetizó  la venida del Mesías, declarándole que en su simiente serían benditas todas las familias de la tierra.  Y añade: Yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho"

Son momentos que marcan la vida y determinan el destino de los hombres; porque disponen el corazón con sinceridad y sin engaño delante de Dios; sin importar el lugar donde le busques; porque no es en este monte o en esto otro, como respondió Jesús a la mujer Samaritana, porque Dios se revela a quien le busca en espíritu y en verdad; y Dios se transforma en el cumplimiento de sus sueños y anhelos sobre esta tierra; porque Él es el Don de Dios para los hombres.

¿Acaso tú no has estado en una condición similar debajo de tu higuera?

¿Cuándo pensabas que estabas solo(a) en tu dolor, y no encontrabas una salida a tu necesidad?

¿Cuándo pensabas que el cielo te había abandonado, o se había cerrado; cuando tu futuro era completamente incierto?

Cuando no tenías muchas respuesta a tu alcance, o era Dios o todo estaba perdido, ¿Por que  adonde iremos? Porque sólo Él tienes palabras de vida eterna.

Pero hay un Dios que todo lo ve, y que te ha visto debajo de tu higuera, y que está a tu lado cuando más lo necesitas; aunque no puedas verle ni oírle por un instante, pero si le buscas de corazón y con sinceridad,  Él te visitará y se revelará a tu vida; la marcará y determinará tu destino, con un antes y un después.

Que impactante al corazón, es una palabra de Ciencia venida de Dios, que no sólo expone el corazón del hombre delante de Él, sino que lo ilumina y lo dispone a sus pies.

Así ocurrió con Natanael, así ocurrió con Jacob, y así ocurrió con mi vida; y también ocurrirá en la tuya; porque su Palabra te impactará, porque es Espíritu y es Vida, y marcará tu destino sobre esta tierra.

"De cierto, de cierto te digo, le dijo el Señor a Natanael. De aquí en adelante verás el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre"

En Jesús Dios ha  reconciliado la tierra con el cielo, porque el Velo que lo separaba fue rasgado en dos en la cruz, y no hay otro mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre; no te dejes engañar, así está escrito por el dedo de Dios; no hay otro camino al Padre que su sacrificio, y su cuerpo partido por todos nosotros; solo por medio de su sangre puedes acceder  a la presencia de tu Padre Celestial.

En Jesús hemos sido reconciliados con Dios, hemos sido restaurados en nuestra relación con Él, como la relación de un Padre con sus hijos; por eso el cristianismo no es una religión, es una relación.

Una relación, como la que Jesús tuvo con su Padre sobre esta tierra, una relación de cielos abiertos, donde los ángeles de Dios suben y descienden trayendo los recursos del cielo sobre su pueblo, porque son espíritus ministradores enviados por Dios al servicio de los herederos de la salvación.

Natanael desde ese día, se transformó en uno de los discípulos de Jesús, y fue testigo de sus enseñanzas, de sus milagros, sanidades y salvación sobre los hombres; de como Dios restauraba su bendición sobre esta tierra, quitando toda maldición.

En Jesús Natanael encontró la respuesta a su gran necesidad existencial, suplió en Él sus carencias, fue consolado y preparado para su servicio. Había encontrado la Perla de gran precio, por la cuál vendió todo para adquirirla.

¿Tú la has encontrado, o todavía estás en su búsqueda?

Si no la has encontrado, debes buscarla como Natanael debajo de tu higuera, debes buscarlo de corazón y sin engaño; y Él Señor que todo lo ve y todo lo conoce; te visitará e iluminará tu vida con su salvación, para que vivas sobre esta tierra bajo el amparo de su Luz, porque su reino ha llegado a tu vida.

Porque "Cuando estabas debajo de la higuera te vi"