domingo, 19 de noviembre de 2017

UN PUEBLO DESENCANTADO

“UN PUEBLO DESENCANTADO” Una reflexión en el camino
¿Cuál es tu expectativa política? ¿En quién tienes puesta tus esperanzas?
Por Guillermo Ávila




“Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido” Isaías 33:10
“He aquí que para justicia reinará un Rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa” Isaias 32:1,2

¿No es esta la esperanza de todos los pueblos de la tierra, que sus gobernantes les presidan con justicia, que establezcan políticas de refugio y escondedero  frente a las inesperadas crisis de la vida?

Los habitantes se desencantan, cuando de parte de sus gobernantes no hallan respuesta a sus necesidades y anhelos, cuando las promesas de campañas son como el tamo, y ven con tristeza como se las lleva el viento.
Cómo alguien dijo, "En tiempo de elecciones podemos ver hasta al diablo vendiendo cruces"
Toda autoridad fue establecida por Dios, con el propósito de asumirla como un servicio a los demás, con responsabilidad, con justicia a favor de sus dirigidos, y no solo para el provecho de si mismo: un rey, un presidente, un alcalde, un director, un jefe o un padre de familia, se deben a los suyos, y por este servicio todos rendirán cuenta y compadecerán ante el tribunal de Cristo, sean creyentes o no. El es juez sobre toda la tierra.
Jesús fue claro cuando dijo: "Sabéis que que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad"

Sin una manifestación del Reino de Dios, las naciones están condenadas a esta triste condición.
Fue la experiencia del propio pueblo de Israel, cuando estaba a punto de caer en una de las mayores crisis de su historia, cuando serían despojados de su tierra, verían la destrucción de su templo, de sus ciudades, de sus familias, y serían llevados cautivos bajo el Imperio Babilónico. 
Estaban a punto de perderlo todo, cuando el profeta Isaías de parte de Dios, confronta a sus gobernantes y les hace responsables en sus decisiones, y de las desgracias sobre su pueblo.
Los pueblos sufren las consecuencias del extravío y errores de sus gobernantes. 
Hoy en el mundo, hay muchas naciones que están enfrentando terribles crisis naturales, económicas, políticas y morales, y sus habitantes sufren un profundo "desencantamiento" en sus aspiraciones, y ya no creen, ni confían, en las propuestas y proyectos de sus gobernantes, y de quienes aspiran a gobernarlos.
Es que ninguna de las propuesta humanas, satisfacerá las aspiraciones de justicia, de respeto, de equidad e igualdad que anhelan los hombres, pues ninguna de las propuestas de los hombres bajo "este sistema", tiene al hombre como fin y beneficiario. 
Este mundo se rige y es gobernado en sus decisiones por "el dios de este mundo", y es él quién determina sus acciones, "Mamón, el dios del dinero."
El dios de las riquezas, que se encarna por medio de la ambición de los líderes. es el dios que determina las políticas públicas, económicas y sociales de los pueblos.
¿Acaso no ha salido a luz, como todos los políticos se han vendido ante el vil dinero, traicionando sus supuestos principios, sin importar de donde y como procede?
Jesús declaró: "Los hombres no pueden servir a dos señores, porque amarán a uno y aborrecerán al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas". Y solo en Dios hay verdaderos principios y valores.
Y este mundo y su sistema, se ha entregado, y se ha determinado al igual que Adán y Eva en el principio, no vivir bajo el gobierno de Dios y su palabra.
Esa es la verdad, y sus consecuencias no serán diferentes.
Esto ha quedado descubierto en medio de las crisis económicas de los pueblos, donde en medio de esas crisis, las políticas gubernamentales favorecen y resguardan NO a las personas, NO a los pobres, NO a las familias, sino que protegerán "las riquezas", favoreciendo a los bancos y a las grandes empresas que administran las riquezas.
¿No has sido testigo de los "perdonazos económicos" a las grandes empresas?
Dios está desnudando las verdaderas intenciones de los hombres: “El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Dios, dejando vacía el alma hambrienta; quitando la bebida al sediento. Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre”

Los eventos naturales y crisis sobre las naciones, no solo tienen una explicación científica y natural, son también una "voz" de alerta de parte de Dios, "un llamado" a considerar nuestros caminos, para evitar sobre esta tierra un mal mayor, que traerá sin duda mayor dolor y sufrimiento sobre sus habitantes.

Así también, Dios desenmascarará a quienes se dicen "servir a Dios", pero cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal y buscan lo suyo propio sirviéndose asimismo, sirven a este sistema y a las riquezas, viviendo en vanidades mayores que las del mundo, porque su verdadero dios es el dinero.
No les interesa hacer discípulos para el Reino de Dios, ni buscar que su voluntad sea hecha sobre esta tierra, usurpan los dones para su propio provecho y vanagloria.
Mira como viven, y reconócelos por sus frutos.
No tienen una voz profética que traiga luz en medio de esta oscuridad, son sinvergüenzas de la fe aún a los ojos del mundo. No son testigos verdaderos de Cristo y de su reino.
Más Dios remecerá las naciones, y sus juicios caerán sobre los hombres: “Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán”
Dios quiere canalizar "tu desencantamiento" hacia Él, y que descubras las verdaderas causas de nuestros males, y traigas salvación, restauración a tu vida y familia.

HAY DOS CAMINOS FRENTE AL DESENCANTAMIENTO

1.- TOMAR EL CAMINO DE NUESTRO PROPIO CORAZÓN.
_ Hacerse parte de este Sistema, coludirse con sus intereses, conformándose y enredándose con la corriente de este mundo, y así llevar un buen pasar, y morir sin ninguna trascendencia para el Propósito de Dios, y su reino.
_Levantándote como una alternativa más dentro de este sistema humano, usando la violencia contra este sistema injusto como bandera de lucha, usando las misma armas y recursos de los hombres, con la esperanza de generar algún cambio, desatando solo más conflictos sociales y políticas, enfrentándose  a adversarios que sin temor de Dios no tienen escrúpulos, y que no dudarán en usar sus antivalores, con el propósito de alcanzar sus objetivos.
¿Piensas que de esa manera tienes alguna  posibilidad en este Sistema, para colaborar en establecer su reino?
Sólo se agudizarán los problemas sociales, la pobreza material y espiritual, la violencia y la maldad seguirá inevitablemente su curso, que culminarán por causa de las ambiciones y codicias, en terribles guerras y miserias dolorosas.
No me imagino al apóstol Pablo u otros líderes de la primera iglesia, tratando de involucrarse en los gobiernos políticos de su época para generar la evangelización y la manifestación del reino de Dios en ciudades como Corintios, Efesios, Filipos, o la misma Roma.
Creo que el peor error de la iglesia a través de su historia, ha sido su infiltración política como arma de lucha, frente al imperio romano terminó en una apostaría nefasta, que marcó con sangre y corrupción largos y dolorosos siglos, dando como resultado, el surgimiento de filosofías como el humanismo y racionalismo ateo.
Nuestras armas definitivamente no son carnales, porque la lucha es espiritual, y las armas deben ser espirituales.
2.- TOMAR EL CAMINO DE LA HUMILLACIÓN Y DEL ARREPENTIMIENTO.
Reconocer que todo el mal que vivimos, es consecuencia de nuestros pecados, de apartarnos de Dios y de sus principios de vida. La causa es espiritual y se resuelve espiritualmente.
Que como Jesús , el Hijo de Dios, quién declaró que su reino no era de este mundo, aunque estábamos en el mundo, por amor puso su vida en una cruz a favor de nuestra salvación, y la iglesia debe ponerse en sacrificio vivo por amor, en favor de un mundo extraviado, sin fe y sin esperanza, y no como como una alternativa que compite con los pecadores.
Que la realidad existente, y todo lo que acontece sobre nuestras naciones, está determinado por el anticipado consejo de Dios, y que sólo nuestra humillación y nuestro arrepentimiento traerá su salvación, traerá su gracia, su perdón y restauración, para bendición de nuestras vidas, familias y pueblos.
Ese maravilloso avivamiento espiritual, predeterminado por Dios para los postreros tiempos, donde Dios derramará su Espíritu sobre toda carne para salvación.

¿No crees en la vigencia de la Palabra de Dios?

 "Si mi pueblo se humillare, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; ENTONCES yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra"
O "Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al apropio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella,....y Jehová solícito por su tierra, perdonará a su pueblo...y derramará su Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos e hijas; vuestros ancianos volverán a soñar, y vuestros jóvenes tendrán visión del reino,...porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare"
¿No fue real la respuesta de Dios al clamor de su pueblo bajo la esclavitud de Egipto?
¿No fue real la respuesta de Dios al clamor de su pueblo cautivo en Babilonia?
¿No fue rescatado de la cautividad en forma sobrenatural, usando a un rey pagano como Ciro, a quién inclinó a su obediencia para llevar a cabo sus propósitos?
¿No es el reino de Dios la respuesta a las necesidades de las familias y naciones?
¿No fue la instrucción de Jesús a sus discípulos respecto a la oración? ¡Pidan, pidan, porque el que pide recibe, que venga el Reino de Dios, para que se  haga su voluntad aquí en la tierra como en el cielo!
¿Crees que la oración y humillación de su pueblo puede traer su Reino, y restaurar su voluntad sobre esta tierra?
El Padre resucitó su Hijo, le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre PARA que en su nombre se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.

¿Por qué hemos dejado de creer en sus palabras, en sus promesas?
¿Por qué nos parece tan irracional que Dios pueda intervenir, como en los días de Noé, porque se avecina una gran lluvia del Espíritu, pero también un gran juicio sobre la tierra?
El habernos apartado del Señor y de sus principios nos ha llevado a vivir sin fe, y sin esperanza en Dios sobre esta tierra.
Porque los profetas de mentira nos declaran que todo está bien, que el recalentamiento global no nos llevará al desastre, que es tiempo que los creyentes se hagan parte del Sistema, porque traeremos tiempos mejores de gran prosperidad y bienestar.
Así ocurrió también con un pueblo que debía esperar a su Mesías, que bajo la presión de un imperio dominante y sangriento como el romano, buscaron salidas humanas y racionales, impidiéndoles reconocer su visitación, para finalmente clavarlo en una cruz.
Con nosotros o sin nosotros Dios cumplirá su Propósito sobre esta tierra, la tierra no va a la deriva, va al cumplimiento del Reino de Dios en Jesucristo, quién vendrá en Gloria y majestad.

Los pecadores se asombrarán y espanto sobrecogerá a los hipócritas; ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?
El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencia, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala. Este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
Sus ojos verán al Rey en su hermosura.
Los que son de Dios, y oyen sus palabras.

Dios tiene un remanente sobre esta tierra, que no dobla y no doblará sus rodillas a este Sistema humanista y corrupto, solo se inclina ante Jesucristo su Rey, en quién pone toda su esperanza.
Es un pueblo "desencantado" de las propuestas e ideologías humanas, y con su corazón abierto a la propuesta del Reino de Dios en su Hijo Jesucristo.
Los que os acordáis de Dios, no reposéis, ni le des tregua, porque así ha dicho el Señor:
“Ahora me levantaré, dice el Señor, ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido”