lunes, 28 de julio de 2014

PADRE DE HUERFANOS


DIOS PADRE DE HUERFANOS "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila


"Rebosa mi corazón palabra buena;
Dirijo al rey mi canto;
Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero” Salmo 45:1 

UNA GRAN PÉRDIDA

Era solo un niño, había cumplido mis 12 años de edad y todo parecía normal, pero ocurrió, lo que ningún niño esperaría que ocurriera, fue como un golpe de una gran espada, como un rayo fulminante  que atravezó mi pequeño corazón, haciéndolo desangrar de dolor.

Es la mejor descripción con que puedo recordar ese día, esa fría mañana en que el destino lo llevó, ese día en que el grande y majestuoso mar con la fuerza irresistible de sus olas lo arrastró, contra las inmensas rocas  lo golpeó y a sus profundidades lo llevó, para devolverlo ya sin vida, como una demostración de lo frágil y débil que es la vida.

Fue la muerte de mi padre, quien a sus 38 años, trágicamente se despedía de los suyos, y de su paso por esta tierra.

Vivirlo fue desgarrador, dejó un gran dolor y un gran vacío de amor.

Desde ese día un sentimiento de orfandad invadió mi corazón, desconsuelo que no encontraba explicación. Eran los  recuerdos de 12 años de amistad, 12 años de sueños, de  cuidados y de juegos que no volvería a vivir.

Son sentimientos que nublan la razón y que confrontan tu fe y su débil convicción.

UNA PREGUNTA EXISTENCIAL

¿Quién controla la vida y el destino de los hombres?
¿Es tan frágil la vida de los hombres sobre esta tierra?
¿Dónde está Dios frente a nuestras tragedias?

TESTIMONIOS DE FE
Desde pequeño Dios para mí fue un misterio lejano y difícil de entender, como un niño inquieto había indagado en la fe de otros, y sus testimonios, sus ilustradas historias habían impactado y dejado una huella en mi memoria:

LA HISTORIA DE JOSÉ, de ese niño soñador, amado y consentido por su padre Jacob, quién había sufrido la muerte de su madre al nacimiento de su hermano menor, Benjamín.

José, un niño obediente, que buscaba siempre agradar a su padre, confrontaba el mal comportamiento de sus hermanos, y más sus sueños proféticos, despertaron la envidia y el menosprecio de ellos, quienes procuraron su mal, y a cambio de su muerte lo vendieron como esclavo a Egipto, lo que  marcaría el destino de su vida, y provocaría un gran dolor en el corazón de su padre Jacob.

José, desde muy joven tuvo que sufrir la adversidad de la vida, lejos de su hogar, en orfandad y sometido a la esclavitud en casa de Potifar. Fue injuriado, e injustamente encarcelado, pero su historia, nos relata que la mano de Dios estaba sobre su vida, que Jehová estaba con José, y que aún en medio de su dolor, Dios fue su consuelo y su compañía.

Dios no le evitó sufrir, pero su presencia le consolaba y le animaba a vivir, su presencia le hizo fructificar en cada una de sus circunstancias, y aún de la cárcel lo sacaría para bendecir a una nación, y en esa nación bendecir su familia, y en esa familia bendecir aún a sus hermanos, que tanto daño le habían causado.

Dios fue una realidad en su vida.

LA HISTORIA DE  FRANCISCO DE ASÍS, una historia que también impactó mi niñéz.

Francisco, hijo de padres religiosos, ricos e influyentes comerciantes, creció en una época confusa, oscura, de mucha pobreza, de guerra y dolor, pero  Dios como en toda generación sin importar su condición,  busca algún corazón para revelar la luz de su amor.

Francisco, quién había sufrido las consecuencia sicológicas de una guerra religiosa, encontraría la fe que cambiaría su destino sobre esta tierra, y a pesar de la incomprensión de sus padres y amigos, buscó vivir consecuente a la revelación que de Dios había impartido.

Francisco, por su fe todo lo abandonó, renunció a su familia, a las riquezas, y al Señor su vida consagró, formando una comunidad donde el testimonio a su generación legó.

Dios fue una realidad en su vida.

FRENTE A MI PROPIA HISTORIA

Estas historias las guardaba en mi memoria,  y cuando tuve que vivir mi propia historia y enfrentar mi propio dolor, tomé conciencia, que Dios no formaba  parte de mi corazón.

¿Dónde estaba el Dios de José?

¿Dónde estaba el Dios de Francisco de Asís?

¿Tendría Dios conocimiento de mi realidad?

Sin duda la vida es muchas veces violenta y agresiva, y golpea inesperadamente y duramente nuestras vidas.

¿Has sufrido un golpe sin hallar una razonable explicación?

¿Te has sentido incomprendido, o abandonado?

¿Has experimentado un sentimiento de orfandad?

A mis 12 años sumido en el dolor y desconsuelo, no encontraba en que apoyar mi frágil corazón, ya no contaba con  mi padre, ni tenía cerca un amigo consolador, fueron muchas y largas noches, donde solo mis lágrimas fueron mi consuelo.

Un  sentimiento similar  al que vivió Job, cuando en medio de su dolorosa y angustiante prueba, exclamó: ¡Maldito sea el día en que nací! ¿Por qué no hallé la muerte en el vientre de mi madre? y ¿así no haber vivido y no gustado esta mí desgracia?

Hoy comprendo con clara convicción,  como Satanás en medio de nuestras desgracias busca nuestra muerte y destrucción. No solo es enemigo de Dios, sino de toda su creación, y especialmente del hombre que es su máxima expresión.

Satanás intentará sacar provecho de cada circunstancia de la vida, de cada tropiezo, de cada golpe y fracaso, ¿Cuánto más los que nos originan dolor? con el fin de confundirnos, y con sus mentiras hacernos desconfiar del gran amor y fidelidad de Dios.
No olvidemos que él es la verdadera causa de todo el mal sobre esta tierra.

LA NECESIDAD DE BUSCARLO
Estaba escrito y yo no lo sabía: "A ningún huérfano afligiréis, porque si tú llegas a afligirlos, y ellos claman a mí, ciertamente oiré Yo su clamor" Éxodo 22:22

No basta con vivir una aflicción, debemos en medio de ella clamar a Dios, y buscarlo de corazón.

Impulsado por el mismo Espíritu de Dios, en mi angustia y desconsuelo, como niño volví mi corazón a Él, y Él escuchó mi clamor.

UNA REVELACIÓN DE SU PATERNIDAD

Fue en una imagen infantil de Jesús, como Dios se reveló a mi vida, una noche en que mis lágrimas desgarraban mi corazón, su  presencia iluminó y  llenó mi habitación,  lo más maravilloso es que iluminaria mi corazón.
No sé si fue un sueño o una hermosa visión, pero Jesús enjugó mis lágrimas y consoló completamente mi corazón, sus PALABRAS fueron vida, consuelo y salud:

"Hijo no tengas temor, seca tus lágrimas porque hoy consuelo tu corazón,

Tú no estarás solo, Dios es tu verdadero Padre, tu creador.

Tú eres su hijo, y a Él en la tierra servirás”

Fueron preciosas  palabras que jamás podré olvidar, porque se grabaron en lo profundo de mí ser, y en su paz, extendiendo sus manos, abandonó mi habitación.

DIOS MI VERDADERO PADRE

Fue como volver a nacer, Dios quitó mi  tristeza, y no volví a llorar a mi padre terrenal, desde ese día Dios ha sido mi Padre, he gustado su cuidado, me ha guiado, y a su Hijo me ha revelado.

Ahora sé, que  Dios es un Padre de amor, y ahora sé que en mí también es una realidad.

“Dios Padre de huérfanos”

viernes, 25 de julio de 2014

LA BENDICIÓN DE DIOS


LA BENDICIÓN DE DIOS “Una reflexión en el camino”
 Por Guillermo Ávila
  
“Y LOS BENDIJO DIOS, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgarla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” Génesis 1:28
Sin duda cuando Dios crea al hombre y le revela SU PROPÓSITO  sobre esta tierra, su elección y llamamiento incluyen SU BENDICIÓN.
Dios no eligió a los animales, ni a las plantas, ni ningún otro ser vivo creado para llevar a cabo su Propósito sobre esta tierra, Dios eligió al hombre para ello, y lo puso sobre todo lo creado con SU BENDICIÓN.
Por tanto Dios no demandará nada al hombre, sin poner en él su bendición.
¿Podría el hombre sin LA BENDICIÓN DE DIOS  llevar acabo su voluntad?

 ¡IMPOSIBLE!
Dios BENDICE  al hombre por causa de SU PROPÓSITO, y le hace responsable de administrarla correctamente, y como consecuencia deberá rendir cuenta de ello.
No es sólo importante alcanzar y recibir la bendición de Dios en la vida, también es importante cómo la administramos, si verdaderamente contribuye al cumplimiento de SU PROPÓSITO sobre esta tierra.

LA BENDICIÓN DE DIOS Y EL REPOSO DE DIOS
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”
“Y Dios BENDIJO el séptimo día, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” Génesis 2:3
La BENDICIÓN DE DIOS sobre Adán y Eva les sería confirmada en su obediencia al PROPÓSITO DE DIOS, y  así entrarían también en su REPOSO.
En comunión con su BENDICIÓN, Adán y Eva debían comer del árbol de la vida, y así entrar en la Vida Eterna en comunión eterna con Dios, y Dios descansaría en la consumación de SU PROPÓSITO.
¡Qué bendición es el diseño de Dios para la humanidad!
Pero Adán y Eva no administraron bien la BENDICIÓN DE DIOS, la administraron para sí mismos, se creyeron más sabios que su creador, comieron del árbol que no tenían que comer, y fueron impedidos de alcanzar todos sus beneficios.
Cuanta tragedia, dolor y frustración trajeron sobre sus vidas, y así entró el mal, las enfermedades, y la muerte sobre los seres humanos.

Por esa causa Dios tuvo que enviar a su Hijo, para salvar lo que se había perdido, y restaurar en el hombre SU PROPÓSITO. La salvación del hombre no es el fin, es el medio que rectifica al hombre y lo restaura, para alcanzar el diseño de Dios.

Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, no descansará hasta la restauración de todas las cosas.

"Mi Padre trabaja y Yo hasta ahora trabajo" palabras de Jesús. 
"Más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos"
"Para esto Cristo murió, y también resucitó, y está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros"
El amor de Dios no descansa, nunca deja de ser.
Al igual que Adán y Eva,  hoy muchas familias  sobre esta tierra, que  comenzaron con LA BENDICIÓN DE DIOS sobre un altar, por su mala administración, y su resistencia a comer del árbol de la vida (la sabiduría de Dios) edifican para sí mismos, y nunca  entran en el reposo de Dios, sufriendo también el despojamiento de su bendición, expuestos al fruto de sus propias acciones. Dando a luz un linaje que no honrará a Dios sobre esta tierra.
Nuestros frutos delatan nuestras decisiones: “Por sus frutos los conoceréis”

¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado! Son las palabras de Jesús cuando irrumpe en medio de los tiempos. 
Jesús confrontó a su pueblo,  por no ser depositarios de la BENDICIÓN DE DIOS, ni por ser portadores del linaje en quién serían benditas todas las familias de la tierra. Era la vocación de ese pueblo para la humanidad.
Jesús confrontó a su pueblo por la mala administración de SU BENDICIÓN, de no ser un canal de bendición para las naciones, se habían transformado en una piedra de tropiezo, para quienes sinceramente deseaban conocer a Dios, como nación no contribuyeron al cumplimiento del PROPÓSITO DIVINO, por el contrario, se opusieron y no honraron SU BENDICIÓN y esperanza para los hombres, la resistieron y la clavaron en una cruz.
Como consecuencia de ello fueron despojados de SU BENDICIÓN, ¿Y como han sufrido como nación en la historia por su rebelión?
Han cosechado el fruto de sus decisiones, pero aún está la promesa sobre ellos, cuando se vuelvan sinceramente a Dios, cuando reconozcan su error como nación, serán restaurados en SU BENDICIÓN.
Dios no puede ser burlado, lo que el hombre siembra eso también segará.
Todo hombre dará cuenta a Dios de sí, porque no somos dueños de la vida, ni de la inteligencia, ni de los recursos creados y dados por Dios, somos solo administradores sobre esta tierra. 
“PORQUE DE ÉL,  POR ÉL, Y PARA ÉL, SON TODAS LAS COSAS” Romanos 11:36

LA IMPORTANCIA DE LA BENDICIÓN DE DIOS SOBRE EL LINAJE DE LOS HOMBRES.
Dios BENDIJO a NOÉ y a sus hijos, SEM, CAM Y JAFET, porque dispusieron sus vidas para preservar SU PROPÓSITO sobre esta tierra, cuando Dios determinó exterminarla por causa de la maldad de los hombres (su mala administración).
Dios renovó sobre esta familia su voluntad: “Y BENDIJO DIOS a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra” Génesis 9:1
 Como familia eran responsables de administrar la BENDICIÓN de Dios.
Por su conducta Cam, quién llegaría a ser padre de Canaán, trajo sobre sí y su descendencia maldición, y ser siervo de sus hermanos, posición que heredaron por toda su historia.
Dios BENDIJO a SEM por causa de SU PROPÓSITO elegido para ser portador de su linaje sobre la tierra, de su descendencia nacería Abraham y nacería el Cristo, conforme a la palabra profética declarada por Dios en el huerto: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ÉSTA TE HERIRÁ en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”
Jafet su hermano, sería bendecido en la cobertura de la bendición de su hermano Sem:
Así lo declara Dios: “Maldito sea Canaán; siervo de siervos será a sus hermanos. BENDITO por Jehová mi Dios sea Sem, y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem” Génesis 9:25-27

LA BENDICIÓN de Dios siempre es por causa de SU PROPÓSITO Y  DE SU LLAMADO A SERVIRLE, y esta permanecerá sobre los hombres en la medida de su fidelidad, y de su colaboración con su voluntad.

LA BENDICIÓN DE DIOS SOBRE ABRAHAM
“Jehová dijo a Abraham: Sal de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré, y TE BENDECIRÉ, y engrandeceré tu nombre, y SERÁS BENDICIÓN” Génesis 12:1-3
Dios llama y promete BENDECIR a Abraham por causa de SU PROPÓSITO y compromete su palabra en ello para el cumplimiento de su voluntad.
Abraham sale en obediencia, y Dios le guiará en un proceso de revelación hasta completar SU BENDICIÓN sobre su vida y sobre su descendencia.
Dios diría de Abraham: “¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser BENDITAS en él todas las naciones de la tierra? PORQUE YO SÉ que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que HAGA VENIR JEHOVÁ SOBRE ABRAHAM LO QUE HA HABLADO acerca de él” Génesis 18:17-19
¡Que confianza de Dios para testificar así de su siervo  Abraham!
¿Podría Dios declarar esas mismas palabras de nosotros?
SU BENDICIÓN, Dios no la imparte por simpatía, por nuestra capacidad, o por carácter para pelearla en la vida.
SU BENDICIÓN, Dios la imparte por causa de SU PROPÓSITO Y DE SU LLAMADO, para capacitarnos y poder hacer su voluntad sobre esta tierra.
Como Dios se lo declara a su pueblo en un momento de su historia:
 “Jehová Dios te ha escogido para ser un PUEBLO ESPECIAL (bendecido), más que todos los pueblos de la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos, sino por cuánto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres” Deuteronomio 7:6-8
LA BENDICIÓN DE DIOS  no es para enriquecernos, para alcanzar poder o fama, ni para sacar algún beneficio propio, ni para sentirnos  superiores a otros, o para manipular a las personas en provecho personal.
Dios juzgará la administración de toda bendición.
Dios traspasará SU BENDICIÓN a ISAAC hijo de Abraham a su muerte, para seguir completando SU PROPÓSITO: “Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios BENDIJO a Isaac su hijo” Génesis 25:11
Isaac traspasará LA BENDICIÓN  DE DIOS a uno de sus hijos, a quién Dios determinara para llevar a cumplimiento su voluntad.
Dios tuvo que cegar la vista de Isaac, para que en su confusión, y utilizando aún el carácter engañador de Jacob, LA BENDICIÓN fuera establecida en quién Dios había decidido bendecir, en su hijo Jacob.
¿Cuántos como Isaac nos hemos encontrado bendiciendo lo que Dios ha decidido NO BENDECIR? 

Dios decidió poner SU BENDICIÓN sobre Jacob y no sobre Esaú. 
Dios es soberano, y no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Él que tiene misericordia.
Si Dios te ha puesto como Jafet, bajo la bendición de tu hermano, ¿Por qué resistir su voluntad? Seamos fieles en el llamado y bendición que Dios nos ha otorgado.
En Cristo, Dios ha llamado a todos los hombres a ser parte de SU PROPÓSITO y de SU BENDICIÓN.
En la BENDICIÓN  de Cristo, tú y yo somos benditos, porque Dios  ha decidido BENDECIRNOS CON TODA BENDICIÓN.
No por ser buenos, no por mérito propios nos ha bendecido, es porque nos amó en Él desde antes de la fundación del mundo, y nos ha llamado con llamamiento santo.
Como Jacob no necesitamos pelear, engañar, o competir para alcanzar su BENDICIÓN, su bendición nos alcanzará solo porque fuimos llamados y escogidos en Cristo, para alcanzar SU PROPÓSITO y colaborar con su voluntad.
Muchos años ocuparían a Jacob descubrir ESA REVELACIÓN, mucho dolor, mucha amargura, y mucho trabajo innecesario, Dios le había escogido antes de nacer en el vientre de su madre, aún allí había declarado una palabra profética sobre su vida. LA BENDICIÓN DE DIOS  le alcanzaría porque el hecho que Dios se lo había prometido.
El gran conflicto de Jacob fue con su propia carne competitiva que no podía aceptar por fe LA BENDICIÓN DE DIOS, como tú y yo creía que debía pelear, competir, y hacer méritos para  alcanzarla. Sin duda se sentía inmerecedor de ella, y el peso de su conciencia por los errores cometidos, le obligaba a tener que "hacer algo"  para alcanzarla.
¿Te has encontrado en esa condición?
LA BENDICIÓN de Dios es por gracia y se recibe por fe, porque es promesa de Dios.
 Amigo(a) y hermano(a):
Nuestro llamado es andar por fe y no andar conforme a la carne, porque NINGUNA condenación hay para quienes estamos en Cristo, porque fuimos llamados para BENDICIÓN.
Dios hará que TODAS LAS COSAS (Buenas o malas, positivas o negativas de la vida) nos lleven a su BENDICIÓN, porque fuimos llamados conforme a su PROPÓSITO.
Porque a los que antes conoció, también los predestinó, y a los que predestinó, a estos también llamó, y a los que llamó, a estos también justificó; a éstos también glorificó.
Dios completará lo que comenzó por amor en nosotros. Dios nos llamó para ser BENDECIDOS Y SER DE BENDICIÓN.
¿Qué pues diremos a esto?
Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?
Si Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Tienes que estar seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Mi Dios suplirá todo lo que nos falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

¿No es maravilloso?
DIOS HA BENDECIDO a TODOS los que conforme a SU PROPÓSITO son llamados.

miércoles, 23 de julio de 2014

SERVICIO SIN DEVOCIÓN LLEVA A LA TURBACIÓN

SERVICIO SIN DEVOCIÓN LLEVA A LA TURBACIÓN “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



“Marta, Marta, afana y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” Lucas 10:41,42

 No es difícil encontrarse confundido y turbado en momentos de la vida, cuando te esfuerzas y tratas de hacer las cosas de la mejor manera y ...no encuentras satisfacción, solo frustración.

 Son momentos donde no sabes que hacer y a qué recurrir, si duplicar tus esfuerzos en el servicio o abandonarlo todo.

 Son momentos, aunque no lo expreses externamente, tu mente se llena de emociones y pensamientos negativos, que si no haces algo pronto, estos buscarán aflorar en la manifestación de un carácter violento y agresivo, o te llevarán a tomar decisiones equivocadas que luego lamentarás.

 ¿Te has sentido así?

 Más terrible es cuando tu esfuerzo ha sido orientado al bien y parece que cosechas mal, somos invadidos por un sentimiento de injusticia y abandono.

 Aún los más grandes profetas de Dios lo experimentaron:
Isaías en su frustración: “Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas”
Elías turbado en su servicio a Dios: “Basta ya, oh Jehová quítame la vida, pues no soy mejor que mis padres”
Pablo impotente ante un aguijón en su carne, mensajero de satanás: “Tres veces he rogado que Dios lo quite de mí y nada”

Amigo(a) y hermano(a):

 El servicio sin devoción lleva inevitablemente a la turbación.

 Jesús dijo que sin Él, NADA PODIAMOS HACER, es verdad, y lo comprobarás una y otra vez en tu vida, que separados de Él nos secamos, perdemos la vitalidad, perdemos el entusiasmo en servir, porque somos pámpanos y no tenemos vida en nosotros mismos.
Entusiasmo: Palabra de origen griego “enthusiasmos” que implica un fervor o pasión inspirada por la divinidad.
No hay entusiasmo si no estás en Dios, Él es la fuente de inspiración y fervor para servir.

 Tu devoción, es tu comunión con Dios, es tu relación íntima diaria y permanente que traspasa la vida de Dios dentro de tu ser, que traspasa la fe de Dios dentro de ti.
YO estaré en vosotros y con vosotros todos los días.

 La comunión de ayer no te sirve para hoy, la inspiración de ayer no te sustentará hoy ni mañana.

 Como Marta tu servicio se transformará en turbación: “Marta turbada estás con muchas cosas”
No debemos permitir que el servicio nos robe la devoción, la devoción es la fuente de nuestra inspiración: “María ha escogido la mejor parte y no le será quitada”

El Señor te anhela a ti y no tu servicio. Sólo acepta un servicio que nace de Él y se sustenta en Él.

 ¿Qué hacer en medio de nuestra turbación?

 Escoge la buena parte, echa toda tu ansiedad sobre Él, derrama tus cargas y frustraciones a sus pies y descubrirás que no es el servicio lo que llena tu alma de satisfacción, sino que descubrirás que Él es la FUENTE DE TU VIDA, entonces desde ese día escogerás la buena parte y jamás te será quitada por la eternidad.
EL SERVICIO SIN DEVOCIÓN LLEVA A LA TURBACIÓN.