lunes, 30 de octubre de 2017

UN PUEBLO DESENCANTADO

“UN PUEBLO DESENCANTADO” Una reflexión en el camino
¿Cuál es tu expectativa política? ¿En quién tienes puesta tus esperanzas?
Por Guillermo Ávila




“Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido” Isaías 33:10
“He aquí que para justicia reinará un Rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa” Isaias 32:1,2

¿No es esta la esperanza de todos los pueblos de la tierra, que sus gobernantes les presidan con justicia, que establezcan políticas de refugio y escondedero  frente a las inesperadas crisis de la vida?

Los habitantes se desencantan, cuando de parte de sus gobernantes no hallan respuesta a sus necesidades y anhelos, cuando las promesas de campañas son como el tamo, y ven con tristeza como se las lleva el viento.
Cómo alguien dijo, "En tiempo de elecciones podemos ver hasta al diablo vendiendo cruces"
Toda autoridad fue establecida por Dios, con el propósito de asumirla como un servicio a los demás, con responsabilidad, con justicia a favor de sus dirigidos, y no solo para el provecho de si mismo: un rey, un presidente, un alcalde, un director, un jefe o un padre de familia, se deben a los suyos, y por este servicio todos rendirán cuenta y compadecerán ante el tribunal de Cristo, sean creyentes o no. El es juez sobre toda la tierra.
Jesús fue claro cuando dijo: "Sabéis que que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad"

Sin una manifestación del Reino de Dios, las naciones están condenadas a esta triste condición.
Fue la experiencia del propio pueblo de Israel, cuando estaba a punto de caer en una de las mayores crisis de su historia, cuando serían despojados de su tierra, verían la destrucción de su templo, de sus ciudades, de sus familias, y serían llevados cautivos bajo el Imperio Babilónico. 
Estaban a punto de perderlo todo, cuando el profeta Isaías de parte de Dios, confronta a sus gobernantes y les hace responsables en sus decisiones, y de las desgracias sobre su pueblo.
Los pueblos sufren las consecuencias del extravío y errores de sus gobernantes. 
Hoy en el mundo, hay muchas naciones que están enfrentando terribles crisis naturales, económicas, políticas y morales, y sus habitantes sufren un profundo "desencantamiento" en sus aspiraciones, y ya no creen, ni confían, en las propuestas y proyectos de sus gobernantes, y de quienes aspiran a gobernarlos.
Es que ninguna de las propuesta humanas, satisfacerá las aspiraciones de justicia, de respeto, de equidad e igualdad que anhelan los hombres, pues ninguna de las propuestas de los hombres bajo "este sistema", tiene al hombre como fin y beneficiario. 
Este mundo se rige y es gobernado en sus decisiones por "el dios de este mundo", y es él quién determina sus acciones, "Mamón, el dios del dinero."
El dios de las riquezas, que se encarna por medio de la ambición de los líderes. es el dios que determina las políticas públicas, económicas y sociales de los pueblos.
¿Acaso no ha salido a luz, como todos los políticos se han vendido ante el vil dinero, traicionando sus supuestos principios, sin importar de donde y como procede?
Jesús declaró: "Los hombres no pueden servir a dos señores, porque amarán a uno y aborrecerán al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas". Y solo en Dios hay verdaderos principios y valores.
Y este mundo y su sistema, se ha entregado, y se ha determinado al igual que Adán y Eva en el principio, no vivir bajo el gobierno de Dios y su palabra.
Esa es la verdad, y sus consecuencias no serán diferentes.
Esto ha quedado descubierto en medio de las crisis económicas de los pueblos, donde en medio de esas crisis, las políticas gubernamentales favorecen y resguardan NO a las personas, NO a los pobres, NO a las familias, sino que protegerán "las riquezas", favoreciendo a los bancos y a las grandes empresas que administran las riquezas.
¿No has sido testigo de los "perdonazos económicos" a las grandes empresas?
Dios está desnudando las verdaderas intenciones de los hombres: “El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Dios, dejando vacía el alma hambrienta; quitando la bebida al sediento. Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre”

Los eventos naturales y crisis sobre las naciones, no solo tienen una explicación científica y natural, son también una "voz" de alerta de parte de Dios, "un llamado" a considerar nuestros caminos, para evitar sobre esta tierra un mal mayor, que traerá sin duda mayor dolor y sufrimiento sobre sus habitantes.

Así también, Dios desenmascarará a quienes se dicen "servir a Dios", pero cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal y buscan lo suyo propio sirviéndose asimismo, sirven a este sistema y a las riquezas, viviendo en vanidades mayores que las del mundo, porque su verdadero dios es el dinero.
No les interesa hacer discípulos para el Reino de Dios, ni buscar que su voluntad sea hecha sobre esta tierra, usurpan los dones para su propio provecho y vanagloria.
Mira como viven, y reconócelos por sus frutos.
No tienen una voz profética que traiga luz en medio de esta oscuridad, son sinvergüenzas de la fe aún a los ojos del mundo. No son testigos verdaderos de Cristo y de su reino.
Más Dios remecerá las naciones, y sus juicios caerán sobre los hombres: “Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán”
Dios quiere canalizar "tu desencantamiento" hacia Él, y que descubras las verdaderas causas de nuestros males, y traigas salvación, restauración a tu vida y familia.

HAY DOS CAMINOS FRENTE AL DESENCANTAMIENTO

1.- TOMAR EL CAMINO DE NUESTRO PROPIO CORAZÓN.
_ Hacerse parte de este Sistema, coludirse con sus intereses, conformándose y enredándose con la corriente de este mundo, y así llevar un buen pasar, y morir sin ninguna trascendencia para el Propósito de Dios, y su reino.
_Levantándote como una alternativa más dentro de este sistema humano, usando la violencia contra este sistema injusto como bandera de lucha, usando las misma armas y recursos de los hombres, con la esperanza de generar algún cambio, desatando solo más conflictos sociales y políticas, enfrentándose  a adversarios que sin temor de Dios no tienen escrúpulos, y que no dudarán en usar sus antivalores, con el propósito de alcanzar sus objetivos.
¿Piensas que de esa manera tienes alguna  posibilidad en este Sistema, para colaborar en establecer su reino?
Sólo se agudizarán los problemas sociales, la pobreza material y espiritual, la violencia y la maldad seguirá inevitablemente su curso, que culminarán por causa de las ambiciones y codicias, en terribles guerras y miserias dolorosas.
No me imagino al apóstol Pablo u otros líderes de la primera iglesia, tratando de involucrarse en los gobiernos políticos de su época para generar la evangelización y la manifestación del reino de Dios en ciudades como Corintios, Efesios, Filipos, o la misma Roma.
Creo que el peor error de la iglesia a través de su historia, ha sido su infiltración política como arma de lucha, frente al imperio romano terminó en una apostaría nefasta, que marcó con sangre y corrupción largos y dolorosos siglos, dando como resultado, el surgimiento de filosofías como el humanismo y racionalismo ateo.
Nuestras armas definitivamente no son carnales, porque la lucha es espiritual, y las armas deben ser espirituales.
2.- TOMAR EL CAMINO DE LA HUMILLACIÓN Y DEL ARREPENTIMIENTO.
Reconocer que todo el mal que vivimos, es consecuencia de nuestros pecados, de apartarnos de Dios y de sus principios de vida. La causa es espiritual y se resuelve espiritualmente.
Que como Jesús , el Hijo de Dios, quién declaró que su reino no era de este mundo, aunque estábamos en el mundo, por amor puso su vida en una cruz a favor de nuestra salvación, y la iglesia debe ponerse en sacrificio vivo por amor, en favor de un mundo extraviado, sin fe y sin esperanza, y no como como una alternativa que compite con los pecadores.
Que la realidad existente, y todo lo que acontece sobre nuestras naciones, está determinado por el anticipado consejo de Dios, y que sólo nuestra humillación y nuestro arrepentimiento traerá su salvación, traerá su gracia, su perdón y restauración, para bendición de nuestras vidas, familias y pueblos.
Ese maravilloso avivamiento espiritual, predeterminado por Dios para los postreros tiempos, donde Dios derramará su Espíritu sobre toda carne para salvación.

¿No crees en la vigencia de la Palabra de Dios?

 "Si mi pueblo se humillare, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; ENTONCES yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra"
O "Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al apropio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella,....y Jehová solícito por su tierra, perdonará a su pueblo...y derramará su Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos e hijas; vuestros ancianos volverán a soñar, y vuestros jóvenes tendrán visión del reino,...porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare"
¿No fue real la respuesta de Dios al clamor de su pueblo bajo la esclavitud de Egipto?
¿No fue real la respuesta de Dios al clamor de su pueblo cautivo en Babilonia?
¿No fue rescatado de la cautividad en forma sobrenatural, usando a un rey pagano como Ciro, a quién inclinó a su obediencia para llevar a cabo sus propósitos?
¿No es el reino de Dios la respuesta a las necesidades de las familias y naciones?
¿No fue la instrucción de Jesús a sus discípulos respecto a la oración? ¡Pidan, pidan, porque el que pide recibe, que venga el Reino de Dios, para que se  haga su voluntad aquí en la tierra como en el cielo!
¿Crees que la oración y humillación de su pueblo puede traer su Reino, y restaurar su voluntad sobre esta tierra?
El Padre resucitó su Hijo, le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre PARA que en su nombre se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.

¿Por qué hemos dejado de creer en sus palabras, en sus promesas?
¿Por qué nos parece tan irracional que Dios pueda intervenir, como en los días de Noé, porque se avecina una gran lluvia del Espíritu, pero también un gran juicio sobre la tierra?
El habernos apartado del Señor y de sus principios nos ha llevado a vivir sin fe, y sin esperanza en Dios sobre esta tierra.
Porque los profetas de mentira nos declaran que todo está bien, que el recalentamiento global no nos llevará al desastre, que es tiempo que los creyentes se hagan parte del Sistema, porque traeremos tiempos mejores de gran prosperidad y bienestar.
Así ocurrió también con un pueblo que debía esperar a su Mesías, que bajo la presión de un imperio dominante y sangriento como el romano, buscaron salidas humanas y racionales, impidiéndoles reconocer su visitación, para finalmente clavarlo en una cruz.
Con nosotros o sin nosotros Dios cumplirá su Propósito sobre esta tierra, la tierra no va a la deriva, va al cumplimiento del Reino de Dios en Jesucristo, quién vendrá en Gloria y majestad.

Los pecadores se asombrarán y espanto sobrecogerá a los hipócritas; ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?
El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencia, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala. Este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
Sus ojos verán al Rey en su hermosura.
Los que son de Dios, y oyen sus palabras.

Dios tiene un remanente sobre esta tierra, que no dobla y no doblará sus rodillas a este Sistema humanista y corrupto, solo se inclina ante Jesucristo su Rey, en quién pone toda su esperanza.
Es un pueblo "desencantado" de las propuestas e ideologías humanas, y con su corazón abierto a la propuesta del Reino de Dios en su Hijo Jesucristo.
Los que os acordáis de Dios, no reposéis, ni le des tregua, porque así ha dicho el Señor:
“Ahora me levantaré, dice el Señor, ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido”





jueves, 26 de octubre de 2017

ENSÉÑANOS A ORAR

APRENDIENDO A ORAR "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Avila



¿Enséñanos a orar?
Fue la pregunta de los discípulos a Jesús, al ver y no entender ¿Porqué Jesús se apartaba toda la noche solo en el monte?
"Despedida la gente, subió al monte a orar aparte, y cuando llegó la noche, estaba allí solo"
Jesús se sienta tranquilamente, los llama y comienza a decirles: "Cuando oren..."
A pesar de que los discípulos habían crecido en un contexto religioso, ellos no sabían orar, y Jesús comienza a enseñarles, mostrándoles la forma incorrecta de hacerlo, que no era una relación real con Dios su Padre.
Les enseñará que la oración es "La única vía de comunicación con Dios"

Cuando oren...dijo Jesús:

1.- NO HAGAN ORACIONES HIPÓCRITAS.
     No lo hagan para buscar aplausos, por reconocimiento o buscando aprobación de los demás, para "ser vistos". Eso no es una comunicación real con Dios.

2.- NO HAGAN ORACIONES REPETITIVAS.
     "No usen vanas repeticiones" No es por repetir rezos, frases preparadas, o declaraciones de fe. No es por decretar una y otra vez palabras, que desarrollarás una relación y comunión con el Padre.

3.- NO HAGAN ORACIONES USANDO VANAS PALABRERIAS.
      No es por buscar términos rebuscados, o "Grandes palabrerías" en griego, latín antiguo, o hebreo que serán oídos, no es por un lenguaje especial que llamarán la atención del Padre, es inefectivo.

4.- NO HAGAN ORACIONES EGÓLATRAS.
     "Un hombre entró al templo a orar, y puesto en pie, oraba "consigo mismo" de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano, ayuno dos veces por semana, doy diezmos de todo lo que gano"
       Este hombre hablaba consigo mismo, con su propio ego, no buscaba comunicación con Dios.

Muchos de nosotros fuimos enseñados erróneamente, a orar de esta manera, y nunca desarrollamos una relación intima y real con Dios, como la que vivía Jesús con su Padre, y procura enseñarlo a sus discípulos.

"CUANDO VOSOTROS ORÉIS, HACEDLO ASÍ"
Fueron las palabras y la enseñanza de Jesús. Háganlo bajo estos principios.
ES LA MANERA CORRECTA.

LO PRIMERO que deben saber:
Que la oración es una relación personal, real e intima con Dios nuestro Padre, de tal manera que cuando oren, entren en un aposento y cierren la puerta.
La oración es personal y secreta.
Y consideren los siguientes principios:

1.- RELACIÓN DEL PADRE CON SUS HIJOS.
     Ora a tu "Padre" que está en lo secreto, dirígete a Él como a un Padre, digan "Padre nuestro que estás en los cielos"
No es una relación entre un esclavo y su amo, o la de un siervo ante un juez, ni siquiera una relación entre amigos.
Es una relación entre sus hijos con su Padre.
Sólo un hijo puede llamarle "Padre", sólo quién ha nacido del Espíritu del Padre puede llamarle ABBA PADRE.
A los que creen que Jesús es el Hijo de Dios, a quiénes lo reciben, el Padre les da la potestad de ser llamados hijos de Dios. Somos hijos en el Hijo, bajo la paternidad de Dios.
Sin identidad de hijos, ¿Cómo podremos llamarle "Padre nuestro"?
Jamás podremos desarrollar una relación verdadera de Padre- hijo.

2.- RELACIÓN DE ADORACIÓN.
      "Santificado sea su nombre"
Solo un hijo que ha contemplado y experimentado la grandeza, la gloria, y el inmenso amor del Padre, quién envió a su Hijo y lo reveló en nuestros corazones, puede reverenciarlo, honrarlo y santificarlo.
Es reconocerlo y alabarlo por lo que EL ES.
El es Dios, nuestro creador y creador de todas las cosas que existen.
El es digno de recibir honor, gloria y honra, de nuestro corazón agradecido.
Quién no lo ha visto, ¿Cómo podría santificar su nombre? ¿Cómo podría valorizar su amor?
Seguirá siendo lejano, e indiferente en su corazón, y no podrá desarrollar con Dios, su verdadero  Padre, una íntima y secreta relación de amor.

3.- RELACIÓN DE SUMISIÓN.
"Venga tu reino, hágase tu voluntad como en el cielo sobre esta tierra"
Si no le hemos confesado como Señor, y no hemos creído en nuestro corazón que Dios, el Padre, le levantó de entre los muertos.
¿Cómo podremos rendirnos a sus pies?
¿Cómo podremos postrarnos ante Él y adorarlo, y desear su voluntad en nuestra vida?

Quién haya experimentado la revelación de la salvación, como fue la experiencia de Saulo de Tarso camino a Damasco, de perseguidor y enemigo de la fe, al encontrarse con Jesús cayó postrado a sus pies, y estas fueron sus palabras ¿Señor que quieres que yo haga?

Necesitamos la revelación de Jesús como el Kyrios, el Señor; para ver y ser parte del reino de Dios, y anhelarlo sobre nuestras vidas, familias y naciones.
Sobre esta tierra no es hecha la voluntad de Dios, cada cuál quiere hacer prevalecer sus propios planes e intereses egoístas, queremos eliminarle de nuestras vidas.
El hombre no percibe la necesidad del reino de Dios, pero si busca con ansias, por otros medios alcanzar sus beneficios; sufriendo la frustración de su anhelos.
Más los hijos de Dios, sabemos que solo el reino de Dios traerá la justicia, la equidad, la igualdad, el respeto a la vida, el orden, la paz, por ello buscamos y pedimos al Padre que venga su reino, para que sea hecha su voluntad aquí en la tierra como en el cielo.
Es el deseo del corazón del Padre, y debe ser también el deseo del corazón de cada uno de sus hijos.
El hijo que ama a su Padre, procurará agradarlo y honrarlo.
Es rendir nuestros sueños, anhelos y proyectos, bajo su voluntad.
Como lo hizo Jesús, su Hijo, cuando en oración delante de su Padre, oró: "Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya"
Es una relación que transforma, que nos conforma a su Hijo, y que quebranta el alma en sumisión.

4.- RELACIÓN DE PETICIÓN.
      "Danos el pan de cada día"
Es pedir todo lo que necesitamos para vivir sobre esta tierra, como hijos maduros. El pan representa todo lo básico en la vida.
Quién no ha reconocido su autoridad, y no ha desarrollado una relación de sumisión ¿Que pedirá como pan?
Como hijos desobedientes y caprichosos, solo pensarán ensimismo, en su propio bienestar y beneficio, y no procurará agradar, ni honrar a su Padre, y menos servir a sus hermanos, a quienes manipulará y abusará.
Son hijos ególatras, carnales e infantiles, nos son discípulos del reino, sin  compromiso con el Propósito y la voluntad del Padre.
¿No identificas a muchos en esta actitud? Que sólo buscan riquezas temporales, avergonzando la verdadera fe y el llamado del Señor.
Son hacedores de maldad.
Jesús dijo que para sus discípulos, el PAN necesario para la vida, sería el Espíritu Santo, que el Padre daría a todos los que en Él creyeran.
El prometió dar "Buenas cosas" y todas ellas están incorporadas en la persona, y Don del Espíritu Santo, que es para sus hijos y sus hijas, para los que están lejos, para todos los que el Señor nuestro Dios llamare.

5.- RELACIÓN DE PERDÓN.
      "Padre, perdona nuestras faltas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden"
Hay una reciprocidad entre pedir perdón y perdonar, solo entender el gran amor de Dios en su Hijo donde recibimos su perdón, nos capacita para perdonar a los demás.
Sin su amor, no podemos amarle, ni tampoco puedo amar a los demás.
El Padre no puede relacionarse con corazones rencorosos, sino perdonamos a quienes nos han dañado o herido, no podremos disfrutar de su amor y de su perdón.
Los más perjudicados siempre seremos nosotros mismos.

6.- RELACIÓN EN CONFLICTO ESPIRITUAL
     "No nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal"
     Si somos hijos de Dios y estamos comprometidos con su reino y con su voluntad, debemos saber que Satanás, ha declarado la guerra contra nuestras vidas, El no soporta que tu vida desee agradar y honrar al Padre, como lo hizo Jesús, el Hijo de Dios, sobre esta tierra.
El se opondrá, y buscará utilizar a los mismos religiosos, sin compromisos con el reino de Dios, para
dañar tu vida, e impedir que disfrutes de la bendición de Dios.
El declara una guerra espiritual para destruir tu fe, y compromiso con el reino, El no resiste que como hijo adores a Dios y le sirvas, que disfrutes de una hermosa relación con tu Padre Celestial, él usará las pruebas de la vida para tentarte, y hacerte caer, debemos permanecer firmes, someternos al Padre, resistirlo, y huirá de nosotros, tal como huyó de Jesús y no pudo derrotarlo.
Somos hijos del reino, nuestro Padre nos ama y nos guarda, El pelea por nosotros, y nos garantiza la victoria para vivir eternamente unidos con su voluntad, porque suyo es el reino, el poder y la gloria para siempre, por los siglos de los siglos.

¿Cuál es el lugar más adecuado para orar y tener esta comunión con el Padre?

En el lugar de su morada, en su templo, el cual somos nosotros, pues en Cristo, Él habita en nuestros corazones.
¿No es maravilloso?

En el antiguo testamento, Dios bendecía cosas y lugares,  y puso su presencia en el tabernáculo construido por Moisés en el desierto, y luego en el Templo construido en Jerusalén, donde se ofrecían los sacrificios, se oraba y se traían las ofrendas a Dios.
En la revelación de su Hijo Jesucristo, Dios el Padre ha venido a morar en las personas, por medio del Espíritu Santo, el que ha sido derramado sobre todos los hijos para que desarrollemos esta maravillosa relación intima, secreta y personal con nuestro Padre, en el lugar donde te encuentres, si eres hijo o hija de Dios.

La oración es la única vía de comunicación con Dios.