ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS “Una reflexión en el Camino”
Por Guillermo Ávila
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra
mente alcance sabiduría”
Salmo 90:12
Estas palabras corresponden a Moisés, meditadas tal vez en el desierto, cerca de cumplir sus ochenta años, al ver que todos sus sueños y esperanzas iban muriendo
juntamente con él. Salmo 90:12
En el versículo 10 escribe:
“Setenta son
los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta ochenta; pero el orgullo de
vivir tanto solo trae molestias y trabajo. ¡Los años pasan pronto; lo mismo que
nosotros!”
Quién conoce la historia de Moisés, sabe que Moisés realmente comenzó a vivir y a escribir su historia a sus ochenta años; cuando Dios se le revela en aquella zarza ardiendo en medio del desierto, cuando lo llama a la gloriosa misión de rescatar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.
Muchos un día con tristeza y angustia, por no tener ya otra oportunidad en la vida, como fue la historia de Lázaro y el hombre rico contada por Jesús; se presentarán delante del tribunal de Dios desnudos, sin ningún haber a su favor como fruto de la multiforme gracia de Dios recibida.
"De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí"
¿Qué historia estamos escribiendo?
¿Será una historia con registro celestial?
Debemos reconocer y arrepentirnos de vivir tiempos perdidos y desenfocados de su historia.
"Si alguno está en Cristo, es una nueva creación, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas"
El Señor alumbrará nuestra oscuridad; restituirá y restaurará los años perdidos; y traerá con ellos su bendición sobre nuestras vidas, para marcar una descendencia que escribirá también una nueva historia para Dios.
Esta palabra de Dios determinará tu destino y tu historia:
Quién conoce la historia de Moisés, sabe que Moisés realmente comenzó a vivir y a escribir su historia a sus ochenta años; cuando Dios se le revela en aquella zarza ardiendo en medio del desierto, cuando lo llama a la gloriosa misión de rescatar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.
Muy poco sabemos de esos cuarenta años en el desierto antes de su llamado, es como un paréntesis en su
vida, importantes sin duda para su formación, pero intrascendentes frente a la maravillosa historia que Dios comenzará a escribir en su vida.
Como también fue un paréntesis para la historia de ese pueblo, esos cuarenta años de más en el desierto, donde toda esa generación de varones rescatados de Egipto murieron, sin entrar en la Tierra Prometida, de los cuales sólo Josué
y Caleb de toda esa generación registrarán sus nombres en la historia de la conquista de esa Tierra.Sin duda, la manera en que nosotros los hombres contamos nuestros días sobre esta
tierra, son muy distintos a como Dios los cuenta desde el cielo.
Nuestra historia terrenal, nuestros planes y sueños, pudieran ser significativos a nuestros ojos, pero intrascendentes a los ojos de Dios.
Podríamos ser un
profesional, un político, o un empresario exitoso; y haber alcanzado numerosos logros en esta vida, pero delante de Dios estar muerto, y sin una historia que trascienda en Él. Nuestra historia terrenal, nuestros planes y sueños, pudieran ser significativos a nuestros ojos, pero intrascendentes a los ojos de Dios.
Muchos un día con tristeza y angustia, por no tener ya otra oportunidad en la vida, como fue la historia de Lázaro y el hombre rico contada por Jesús; se presentarán delante del tribunal de Dios desnudos, sin ningún haber a su favor como fruto de la multiforme gracia de Dios recibida.
La verdadera historia del hombre delante de Dios, comienza a escribirse con su “nuevo
nacimiento” en Cristo, donde Dios le hace una nueva creación, para caminar en las obras que Él ha preparado de antemano para el desarrollo de su vida.
Lo que fuimos antes, las Escrituras las califican como obras muertas, de las cuales Dios nos ha rescatado.
La redención en Cristo es el medio para restaurarnos a su diseño original.
Como enseñó Jesús: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y al polvo volverá.
Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es; y vuelve a Dios"
Cuando nacemos de nuevo, (del agua y del Espíritu), somos restaurados en la historia de Dios, y somos inscritos en el registro civil del cielo, en el libro de la Vida.Lo que fuimos antes, las Escrituras las califican como obras muertas, de las cuales Dios nos ha rescatado.
La redención en Cristo es el medio para restaurarnos a su diseño original.
Como enseñó Jesús: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y al polvo volverá.
Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es; y vuelve a Dios"
Desde ese día, comenzamos a escribir nuestra verdadera historia, según su calendario.
Podemos tener 15, 20 o 30 años desde nuestro "nuevo nacimiento" según el calendario humano, pero ser sólo un bebé espiritual para Dios, sin ninguna madurez y sin ningún fruto a nuestro haber, para
presentarnos delante de Él."De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí"
"Él cuál pagará a cada uno conforme a sus obras"
Nuestros años se cuentan conforme a su Propósito en nuestras vidas, y se cuentan según sus días, porque un año es mucho tiempo para enmendar o corregir el corazón.
Debemos evaluarnos cada día en nuestro caminar y no cada año.
Es sorprendente encontrar en las Escrituras largos periodos de tiempo, que no son registrados por Dios en la historia humana, largos periodos de oscuridad, cuando su pueblo era sometido por sus enemigos, o como
aquellos más de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, donde solo se registra su continuo clamor delante de Dios.Debemos evaluarnos cada día en nuestro caminar y no cada año.
¿Qué historia estamos escribiendo?
¿Será una historia con registro celestial?
“Enséñanos a contar nuestros días, de tal modo que
traigamos al corazón sabiduría" es nuestro texto.
Amigo(a) y hermano(a):
En Cristo hay Buenas Noticias, hay esperanza, porque podemos revertir nuestra realidad, y podemos comenzar a escribir
una historia que trascienda delante de Dios. Debemos reconocer y arrepentirnos de vivir tiempos perdidos y desenfocados de su historia.
Debemos con humildad rectificar y enmendar nuestro camino, para volver a nacer y vivir para Él.
De nuestras historias perdidas y oscuras solo quedará un registro, nuestro clamor delante de Él.
"Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"
"Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo"
"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros, a causa de vuestra desobediencia, y comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca más seréis avergonzados"
Así comenzará este nuevo registro, esta nueva historia que escribiremos delante de Dios, es una nueva vida y es sobrenatural.
De nuestras historias perdidas y oscuras solo quedará un registro, nuestro clamor delante de Él.
"Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"
"Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo"
"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros, a causa de vuestra desobediencia, y comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca más seréis avergonzados"
Así comenzará este nuevo registro, esta nueva historia que escribiremos delante de Dios, es una nueva vida y es sobrenatural.
"Si alguno está en Cristo, es una nueva creación, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas"
El Señor alumbrará nuestra oscuridad; restituirá y restaurará los años perdidos; y traerá con ellos su bendición sobre nuestras vidas, para marcar una descendencia que escribirá también una nueva historia para Dios.
Esta palabra de Dios determinará tu destino y tu historia:
"Porque la Palabra que he puesto en tu boca, y el Espíritu que he puesto en tu corazón, no faltará en la boca de tus hijos, y de los hijos de tus hijos, hasta la tercera y cuarta generación"
“ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS, DE TAL MODO QUE TRAIGAMOS AL CORAZÓN SABIDURÍA”
Poderosa palabra! Dios bendice mi vida!!
ResponderEliminarGracias
Que Dios le bendiga!!
Revitalizante palabras que sin importar la edad que tengamos en el senor. Nos impulsa a reflecionar dede donde y asta donde podemos ir por la grasia de Dios segun su soberana volunta en nosotros para su gloria
ResponderEliminarMuy linda reflexion.bendiciones
ResponderEliminarDios les bendiga.Gracias por esa hermosa reflexión,nos pone a pensar realmente en este mo ento donde estamos delante de Dios.
ResponderEliminarMuchas bendiciones saludes desde colorado es una palabra que bendice de una manera muy grande Gracias a nuestro hermoso Dios
ResponderEliminarMuy buena reflexión fue de bendicion. Gracias
ResponderEliminarDios te bendiga excelente reflexión
ResponderEliminarHoy leí el Salmo 90 y Dios tocó profundamente mi corazón. Busqué algún comentario de este texto y encontré este Es una hermosa reflexión llena de pasajes biblicos que kos ayudan a reflexionar sobre lo que el Señor tiene para los que creen. Gracias.
ResponderEliminarsabemos que cuando amenece no es un dia mas ,sino un dia menos ,por eso tenemos que tener un corazon sabio y contar nuestros dias que se van acortando y nuestro corazon tiene que ser sabio para vivir para Dios
ResponderEliminarHermosa palabras nos enseñan cada día buscar de Díos.-
ResponderEliminarMuy buena enseñanza, que fortalece nuestras vidas.
ResponderEliminarYo quiero agradecer a Dios por su vida y revelación de Dios en la reflexión que has traído a nosotros .Gracias y bendiciones .
ResponderEliminarYo he sido bendecida
Las cosas de Dios son sencillas. Cada día es una nueva experiencia y un aprender nuevo.es muy difícil recordar lo del mes semana, que sucedio, más difícil lo de un año. Jesus nunca celebro cumpleaños, era Obediente y contaba sus días. Quien en la congregación sabe cuántos días ha vivido,lo más seguro es q, NADIE. ser obediente en
ResponderEliminarContinúa.,,,,en lo poco es bueno y es fácil. La obediencia trae la humildad, y van de la mano.
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