jueves, 10 de octubre de 2013

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! Una reflexión en el camino


Una reflexión en el camino ¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! 
Por Guillermo Ávila



“Si conocieras el Don de Dios; tú le pedirías, y Él te daría Agua Viva,…y el agua que Él te dará será en ti una fuente de agua que salte para vida eterna” Juan 4:10,14
Dios busca y buscará incansablemente una oportunidad en nuestras vidas, para revelarnos su Propósito redentor.
Es Él, el verdadero amor que no busca su propio bienestar sino el del otro, y Jesús no será la excepción en nuestra historia.

Jesús  cansado del camino al pleno  calor del mediodía, y mientras sus discípulos van a comprar algo de comer se sentará junto al pozo de Jacob, ubicado en las tierras que Jacob heredó a su hijo José, en la ciudad de Sicar de Samaria, y en ese lugar esperará y  abordará a una mujer de Samaria, que vendrá a ese  pozo con el propósito de sacar agua para sus necesidades cotidianas.
Jesús revelará  su divinidad como el “Agua Viva” y su humanidad  expresada en el cansancio, hambre, y sed  a esta necesitada mujer.

Dios ha creado para ella esta maravillosa oportunidad en su vida, Él, quién conoce todas sus frustraciones y sinsabores con que la vida le ha golpeado, esta mujer  no despreciará la visitación de Dios a su vida.
¡DAME DE BEBER DE ESA AGUA!  será su respuesta.

¿Qué es el Agua Viva, y que efecto produce en quien la bebe?
El Agua Viva sacia la sed espiritual del hombre, y lo transforma.

El Agua Viva produce santidad, imparte Vida Eterna, y conforma al hombre a la imagen de Dios.
El Agua Viva tiene poder sobre el pecado, y sobre la muerte.

El Agua Viva sólo puede encontrarse en un POZO VIVO.
Jesús es ese Pozo Vivo, Jesús es esa Agua Viva que Dios ha enviado, para derramarla sobre cántaros humanos, cántaros de carne y hueso.

“Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, les daré un corazón nuevo, pondré mi Espíritu en ellos, y profetizarán de las virtudes y maravillas de Dios” anunciaban los profetas, y en Cristo esa Gloria se hizo palpable y visible a todos los hombres.
Nuestra  historia acontece junto al pozo de Jacob, e involucra tres  personajes de la historia humana, que en su tiempo y generación, gustaron y bebieron de su Agua Viva.

1.- JACOB, quien construyó el pozo.
2.- JOSÉ su hijo, quien lo heredó.
3.- LA MUJER  SAMARITANA, que viene al  pozo para saciar su necesidad de agua.
LA EXPERIENCIA DE JACOB

Jacob representa la lucha del hombre con su propia naturaleza en su búsqueda de Dios,  y refleja la obra del  Espíritu Santo guiándolo, para alcanzar este objetivo divino.

Jacob es  ejemplo de como el hombre procura con su astucia y engaño, (habilidades humanas),  erróneamente  alcanzar la bendición de Dios, resistiendo la sabiduría y consejo divino, y prolongando el proceso hasta el pleno quebrantamiento de su alma que para  Jacob, significaron largos 20 años, bajo la disciplina de  su amor.
Este proceso culminará exitosamente para en un lugar llamado Peniel, lugar donde Dios lo confrontará consigo mismo y salvará su alma. Desde ese día Jacob será llamado Israel, (príncipe de Dios), y pasará  a formar parte del linaje divino sobre esta tierra.

En Peniel Jacob tocó fondo en su vida, pero también fue el lugar donde se encontró con Dios cara a cara, y  pudo beber de su  AGUA VIVA,  salvar su alma, y ser transformado de un hombre engañador en un príncipe de Dios. Ese fue  el verdadero Pozo de Jacob,  y que dejó como herencia a su hijo José.

LA EXPERIENCIA DE JOSÉ
José fue un hijo  amado y deseado.
Fue un joven cercano al corazón de su padre Jacob,  soñador y positivo para enfrentar la vida, pero su actitud despertaría la envidia, y el celo de sus hermanos, que procurarían su mal y su muerte.
Como consecuencia de ello, José sería confrontado a  la muerte en un  pozo de parte de sus hermanos,  donde experimentaría la misericordia de Dios que le salvaría, fue ese el lugar donde comenzó  a beber de  su Agua Viva, que lo sostendría y sustentaría  durante largos y penosos años en Egipto, donde sería vendido por sus hermanos. Pero Jehová estaba con José.

En Egipto gustará  las agua turbias del Nilo, aguas de incomprensión, de amarguras, de injusticias y deslealtades, que lo llevarán a padecer injustamente largos años en una cárcel. Es en ese lugar donde tocará fondo su vida, y valorizará realmente  la herencia de la fe  de su padre Jacob,  el poder disponer de un pozo de Agua Viva, Agua  que lo  sustentaría  donde quiera que la vida le dispondría.
Ese Pozo de Agua Viva  fue la verdadera Fuente de gracia, sabiduría, e inteligencia, que hizo de José en Egipto un hombre fructífero, y le guió para alcanzar los designios divinos para su vida y para su pueblo.

LA EXPERIENCIA DE LA MUJER SAMARITANA
Creció en la ambigüedad religiosa de su tiempo y su discriminación social.
Su carencia de amor y la falta de sentido en su vida, la llevaron a sobrepasar  los límites morales de su época, experimentó cinco maridos y un conviviente, que no satisficieron en nada sus expectativas de la vida.
El  peso de su conciencia, la vergüenza y baja autoestima,  le hacían venir al pozo al intenso calor del  mediodía  para evitar la vergüenza, y encontrarse con personas que le juzgarían en búsqueda de agua necesaria para su sobrevivencia,  pero estas agua del pozo serían insuficiente para satisfacer las reales necesidades de su alma.

¿Cuántas noches de soledad  y angustia viviría esta mujer, donde elevaría con vergüenza sus ojos al cielo en búsqueda de una respuesta para su vida?
¿Cuántas lágrimas silenciosas derramaría en sus permanentes frustraciones?

Jesús conocía su corazón, y preparó ese momento del cielo para su vida, para brindarle una oportunidad  de conocer el verdadero pozo de Jacob, y la verdadera Agua Viva que contiene.
Cómo retumban en medio de los siglos las palabras de Jesús: “¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!  tú le pedirías Agua Viva, y Él saciaría de verdad las necesidades de tu vida”

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!
Esas palabras partieron su alma, como una espada penetraron en su corazón. Eran palabras del dador del Agua Viva, del Pozo del cielo que se abría frente a sus ojos invitándole a beber  lo que nunca había bebido, y saciar la sed de su alma.

Esa mujer nunca volvió a ser la misma, porque  quién bebe de esta Agua Viva nunca vuelve a tener sed, es en él  una fuente que salta para vida eterna.
Salió corriendo, dejó su cántaro, transformándose ella en un  "cántaro" que contendría esta verdadera Agua, para compartir y contar la maravillosa experiencia vivida.

Amigo(a) y hermano(a):
Tal vez tú has tocado fondo en tu vida,  no ves ninguna salida, y no ves ninguna luz de esperanza.

Como Jacob, ves pasar el tiempo y no hay cambios, como José, las injusticias golpean tu vida y te sientes encarcelado, o  como esta mujer samaritana, has probado una y otra cosa, y nada ha satisfecho tu vida.
Sigue vigente la invitación de Jesús:
¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

Es Dios, quién conoce tu condición, quién sale a tu encuentro en el  camino.
Sus palabras son para ti, pídele y te dará su AGUA VIVA,  saciará de verdad  tu sed, saciará tu alma. Y si lo llevas contigo, llevarás en ti el Pozo de Agua Viva.

Jesús es tu Luz de esperanza, quien  abrirá un nuevo día para tu vida.
Jesús salvará tu alma, y será en ti una Fuente de Agua Viva que saltará para Vida eterna.

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

7 comentarios:

  1. En Verdad, a veces nos sentimos olvidados, incluso perdiendo el granito de fe de tu corazon porque ves a los demas en saituacion que tu añoras, pero que se presenta ante nuestros ojos.lo que olvidamos es que, si los pajaros comen, duermen y viven, cuanto mas una imagen de Dios que somos nosotros; lo que debemos hacer es no perder quiza, la unica oportunidad. como la samaritana supo aprovechar la suya.

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  2. Hermosa palabra, hay que difundir esa agua viva, que corra y sacie a multitudes de almas. Amén

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  3. Gracias, de mucha bendición, Dios les siga bendiciendo.

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