miércoles, 2 de octubre de 2013

EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO


EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila

 

 
El mayor engaño que Satanás ha logrado establecer en la mente humana en estos últimos siglos, es la filosofía del “HUMANISMO”

EL HUMANISMO que surgió  en contraposición de aquella élite política y religiosa falsamente llamada “cristiana” que adjudicándose la representación divina sobre esta tierra, abusó, manipuló y esclavizó arbitrariamente a sus pueblos para sus intereses egoístas,  ambiciosos de poder y gloria, pisoteando, matando  e impidiendo su desarrollo  manteniéndolo en ignorancia y esclavitud.

El HUMANISMO no niega la existencia de Dios pero niega su revelación, pone al hombre como centro y relega a Dios a una experiencia personal  y religiosa, sin implicancia en el desarrollo de la vida.

El HUMANISMO pone al hombre como centro de toda su realidad. El hombre vive de si y para sí, y reconoce  las condiciones morales y valóricas de este para obrar el bien en sí mismo.

Es un engaño filosófico  que procura hacernos creer que nosotros somos los responsables y capaces de determinar el sentido, el desarrollo y propósito de nuestra existencia terrenal, que la política, la economía, la ciencia, la administración, la familia, los hijos, etc. son de determinación humana y Dios no tiene nada que aportar al respecto, pues el hombre  tiene la capacidad en sí mismo para alcanzarlo.

Es la razón por la cual se levantan muchas “PROPUESTAS HUMANISTAS” que plantean soluciones y respuestas a las diferentes  necesidades humanas,  planteamientos  para su desarrollo político, económico, educacional, social, familiar y personal que no toman en cuenta la revelación de Dios, y que solo traerán  decepción  a las anheladas expectativas humanas, que generarán  profundas frustraciones  que cíclicamente explotarán en reacciones  y actos de violencia familiar y social, arrastrando a las naciones a guerras y sufrimientos frente a  la impotencia, las injusticias y necesidades insatisfechas, dejando un surco de muerte y  sufrimiento en el corazón humano.

El HUMANISMO es la corriente de este siglo, que atenta abiertamente contra el Propósito de Dios para el hombre, para la familia, la sociedad  y las naciones,  las Escrituras nos advierten que no debemos tomar su forma,  que no debemos asumir su estilo de vida, porque esta  corriente  opera en  los hijos de desobediencia, que se oponen y resisten la manifestación del Reino de Dios.
Del humanismo surge el racionalismo, que pone la razón por sobre la fe.

Del humanismo surge  el materialismo, que por no tener el hombre un sentido trascendente de la vida, centra todo en el logro de los bienes  materiales y terrenales.
El humanismo  surge  en alianza con Satanás y con la carne, carne que inclina el corazón del hombre a buscar su propio placer y provecho, a hacer del hombre  el centro de todo lo que hace, su individualidad, su comodidad y resistencia al sacrificio, eso lo hace atractivo a nuestra naturaleza caída.

La Revelación de las Escrituras, señalan que de Dios son todas las cosas, porque de Él proceden, y para Él fueron creadas.

“Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos y dominios, sean principados y potestades; TODO fue creado por medio de Él, y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”

“Mía es la tierra y su plenitud,  el mundo y los que en el habitan”

Por creación TODAS las cosas le pertenecen a Dios,  Él es el dueño y Señor de todo. Fuimos creados para su gloria, para Él nacemos, para Él crecemos, para Él estudiamos y trabajamos, para Él formamos familias, sea que vivamos o que muramos somos del Señor y para el Señor.

Dios tiene una Palabra de revelación  para cada necesidad y desarrollo humano, esta es la verdad, y la  verdad nos hace libres del engaño humanista.

El Evangelio del Reino de Dios deshace las mentiras del humanismo.
Esta corriente también ha infectado el “cristianismo” de este siglo, que centra  el mensaje del Evangelio en el hombre, su bienestar, su  comodidad, donde lo importante es como tú te sientas y no que Dios sea agradado.

No muchos asumen para sí la oración enseñada por Jesús: “Venga tu reino y hágase tu voluntad como en el cielo sobre esta tierra”
No muchos toman su cruz cada día y declaran “No se haga mi voluntad sino la tuya”

No muchos están dispuestos a: “Ofrecer sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, como su verdadero culto racional. Renunciando a este mundo y no conformándose a la corriente humanista de este siglo, permitiendo una renovación de su mente por la Palabra de Dios,  para experimentar  la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
Amigo y hermano:

Dios no solo nos creó sobre esta tierra, sino que también diseñó un Propósito glorioso para que fructifiquemos y nos multipliquemos  con su bendición como está escrito: “Bendito seas en la ciudad, bendito seas en el campo, bendito seas en tu trabajo, bendito seas en tu casa, bendito en todo  lo que emprendas” Porque en Él  son benditas todas las familias y naciones de la tierra.

¿Cuánto  se alegra y se complace el corazón de Dios cuando el  hombre se arrepiente de esa actitud egocéntrica y le reconoce  como Señor sobre su vida y busca  agradarle sobre esta tierra?
Como  Noé que halló gracia y alegró el corazón de Dios en medio de una generación incrédula y perversa.

Como Abraham que halló gracia y agradó el corazón de Dios en medio de una generación idólatra.
Como Jesús que trajo contentamiento al corazón de Dios al disponer completamente su vida para hacer la voluntad de su Padre.  Dios abrió los cielos, derramó su Espíritu sobre Él y declaró “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”

¿Tú agradarás el corazón de Dios, o seguirás la corriente engañosa de este siglo?

 

 

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