jueves, 16 de junio de 2016

NO ESCUCHES AL DIABLO "Una reflexión en el camino"

LA FAMILIA: “NO ESCUCHES AL DIABLO”
Una reflexión en el camino
por Guillermo Avila



“Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban” Génesis 2:24,25

Dios describe su maravilloso diseño para el hombre, la conformación de una familia que le honrara y trajera fruto para él sobre esta tierra.
Dios describe su perfecto orden para llevar a cabo su Propósito: Primero Dios, luego el varón, luego la mujer y luego sus hijos, y en quinto lugar el trabajo y servicios fuera del hogar. 

Es el establecimiento del gobierno de Dios sobre esta tierra, que traerá su bendición y plenitud sobre todas las familias, en un maravilloso contexto de amor y armonía, UN HUERTO lleno de recursos y provisión de Dios para ellos.

Satanás centró y centrará su ataque a destruir ese orden establecido por Dios, porque sabe que fuera del orden de Dios todo será caos, desorden y oscuridad. El hombre será presa fácil de su plan destructor.

Satanás sabe que fuera del gobierno de Dios, el hombre no tendrá acceso al árbol de la vida, a la sabiduría y al conocimiento espiritual que le permitirá vivir y alcanzar el diseño de Dios sobre esta tierra.

Satanás atacará la base de la unidad familiar, el orden establecido por Dios.

Satanás atacará y procurará engañar, distraer y confundir en el interior de la familia, se vestirá como ángel de luz si es necesario para llevar a cabo su maligno plan. 

Su ataque tendrá como objetivo romper y destruir la unidad matrimonial establecida por el orden de Dios, y crear entre ellos un brecha irreconciliable, e introducirse en el seno de la familia para producir daño y muerte, no solo entre ellos, sino dañar su linaje, los preciosos y maravillosos hijos depositados por Dios a los padres, para su cuidado y formación.

LA ESTRATEGIA DE SATANÁS

Se vestirá como serpiente, bella e inteligente, se vestirá como ángel de luz, se vestirá carismáticamente atractivo para engañar e introducir sus mentiras, para distorsionar y romper el orden de Dios al interior de la familia.

Satanás no ha cambiado en su estrategia, EL SIGUE HABLANDO para engañar y destruir la bendición de Dios.

Usará los medios de comunicación, psicólogos modernistas, personajes carismáticos de TV, las teleseries y películas, y tantos otros medios para atacar con sus mentiras, lograr la atención de los hombres y destruir el orden de Dios.

Al igual que Adán y Eva, hoy hay muchos hombres y mujeres que ESCUCHAN AL DIABLO,  y NO ESCUCHAN LA VOZ DE DIOS.

"QUIÉN ESCUCHA AL DIABLO, TERMINARÁ CREYENDO Y ACEPTANDO SUS MENTIRAS" y al igual que Adán y Eva,  terminarán cayendo en su trampa.

¿Tú, a quién escuchas?

Hoy hay muchos, aún creyentes, que no escuchan la voz de  Dios, y escuchan las mentiras de Satanás y terminan creyendo y obedeciendo sus mentiras. 
El resultado: muchos divorcios, muchos hijos abandonados, sin padres que les cuiden y les formen.
Sociedades con generaciones de jóvenes rebeldes, violentas, llenas de frustraciones, resentimientos y confusión de verdadera identidad.
Un mundo que ha distorsionado el diseño natural de Dios para el matrimonio y la conformación de la familia.

¿Tú, a quién escuchas?

¿Escuchas la voz de Dios o la voz del diablo?

LA FE DE DIOS VIENE POR OÍR A DIOS.

¿Quién dijo que el matrimonio es para toda la vida, y que lo que Dios une el hombre no tiene derecho a dividirlo? 
El divorcio no nace en el corazón de Dios, nace en la dureza del corazón de los hombres.

¿Quién dijo que los cónyuges deben ser fieles y leales entre ellos?
El matrimonio es un pacto, un compromiso de fidelidad delante de Dios para toda la vida, cuando estemos bien y cuando estemos mal, hasta que la muerte los separe.

¿Quién dijo que debemos perdonar los errores de los demás, porque si no perdonamos, Dios tampoco nos perdonará a nosotros? 
Siempre habrán errores y equivocaciones al interior de la familia que deberemos perdonar y sanar.

¿Quién dijo que la relación matrimonial debe ser en un contexto de transparencia, sinceridad, honestidad, sin sentir vergüenza el uno del otro? Y serán una sola carne.

¿Quién dijo que el varón es sacerdote sobre su casa, y el principal responsable delante de Dios de preservar la unidad en la familia?  Dios lo confrontará y le pedirá cuentas.

¿Quién dijo que el rol de la esposa es ser ayuda idónea, para  junto a su esposo obedecer a Dios para cumplir así juntos su maravilloso Propósito?

¿Quién dijo que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios? ¿Quién estableció ese orden para la familia?

¿Quién dijo que el marido debe amar a su mujer como Cristo amó (dando su vida) a su iglesia?

¿Quién dijo que el desarrollo de un espíritu apacible y afable en una mujer, es de gran estima delante de Dios, y que la mujer sabia edifica su casa?

Este es el orden establecido por Dios y el rol que cada uno debe asumir, es lo que establece una unidad inquebrantable en el matrimonio, porque Dios la sustenta, y donde el maligno no tiene cabida.

Es la UNIDAD en la familia que permite que los hijos crezcan seguros, sanos, en una cobertura de amor y autoridad.

Eva escuchó al diablo y Adán consintió en ello.

Al escuchar la voz del diablo, terminaron creyéndole y obedeciéndole, y abrieron una brecha que rompió la unidad establecida por Dios al interior del matrimonio, una brecha que el diablo utilizaría para matar, robar y destruir.

Al escuchar la voz del diablo y obedecerla, Adán y Eva perderían la cobertura de Dios, perderían el acceso al árbol de la sabiduría, el conocimiento espiritual para la vida, y quedarían expuestos a su libre albeldrio para cosechar con el tiempo el fruto de su propio extravío.

Adán y Eva no solo perdieron la unidad entre ellos, la traspasaron a su linaje, y sus hijos también se dividieron.
Dejaron entrar la mentira y el engaño, dejaron entrar el caos, la oscuridad y la muerte al seno mismo de su hogar.

Fue tal el caos, que Caín el hijo mayor mataría a su hermano menor Abel, y se perdería el principio que establece el gobierno de Dios sobre los hombres, DONDE EL MAYOR BENDICE AL MENOR.

Sus consecuencias afectarían  todo orden de cosas, donde el mayor que tiene que bendecir al menor, lo explota, lo abusa y lo humilla.

Así fue como entró el mal al mundo, por escuchar al diablo.

Satanás propinó un duro golpe  en el seno de la familia, y sus efectos se hacen sentir hasta el día de hoy sobre nuestras naciones.

Jesús el Hijo de Dios vino a salvar y restaurar lo que estaba perdido, los hombres perdimos el gobierno y el orden de Dios sobre nuestras vidas y familias, y hemos sufrido las consecuencias de ello. Escuchar a Dios nos restaura a su diseño y Propósito original.

¿Y tú, que voz estás escuchando?

NO ESCUCHES AL DIABLO




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