¡MIRAD LAS AVES DEL CIELO! "Una reflexión en el camino"
Guillermo Ávila
Guillermo Ávila
"Mirad las aves del cielo que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo el padre Celestial alimenta.¿No son ustedes de mucho más valor que ellas"Jesús
¿Las has oído cantar? ¿Han llamado tu atención en las mañanas, con sus cánticos que anuncian el disfrute de cada nuevo día?
Son el anuncio a toda la creación, que las misericordias de Dios son renovadas una vez más, es escucharles cantar:
!Oh, mi buen creador, gracias por darnos un día más de vida, gracias por permitirnos cantar y volar una vez más, gracias por el sol, por la lluvia que riega la tierra, gracias por preparar nuestros alimentos para este día, es tu provisión, es tu sustento"
Las aves no se despiertan con temor, con temor de que comeremos este día o como nos vestiremos.
No tienen temor por el día de mañana, ellas confían en su provisión, y disfrutan la vida que les ha sido concedida, no tienen envidias, sin codicia y sin avaricia. Es suficiente razón para despertar cada mañana con una nueva canción.
¿Cómo es nuestro diario despertar?
Jesús nos exhorta cada día a "MIRAR LAS AVES DEL CIELO", ellas son una gran inspiración para nuestra fe, para que aprendamos a confiar en su cuidado y provisión, y ser agradecidos creyendo en todas las promesas de Dios.
¿Acaso vuestro padre Celestial no tendrá cuidado de vosotros, que son de mayor valor que las aves?
¿Acaso vuestro padre Celestial les abandonará en sus circunstancias, o será indiferente a vuestro dolor?
¿Acaso vuestro Padre Celestial no envió a su Hijo, como demostración de su gran amor?
¿Por qué poner nuestros ojos donde no hay luz, donde no hay ninguna inspiración, en un mundo oscuro y lleno de confusión?
No hay razón para despertar cada mañana en temor, lleno de dudas y sin amor, sin un cántico de gratitud, reflejando amargura, frustración, solo quejas y murmuración.
¿Por qué has decidido vivir lejos de su amor?
¿Por qué has rechazado su paternidad para vivir en orfandad?
¿Por qué has decidido vivir lejos de su Hogar, de su provisión, de su cuidado, expuesto a los espinos, a la maleza, al sudor de tu frente, a la maldición del pecado y su condenación?
¿Dónde tienes puesta tu mirada?
Vuelve a mirar las aves del cielo, y vuelve aprender de ellas.