viernes, 5 de agosto de 2016

REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE

¡REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE! "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila 


“REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE. OTRA VEZ OS DIGO: ¡REGOCIJAOS! VUESTRA GENTILEZA SEA CONOCIDA DE TODOS LOS HOMBRES, EL SEÑOR ESTÁ CERCA” Filipenses 4:4

No es fácil asimilar estas palabras.
¿Cómo puede Dios pedirme que esté siempre gozoso?  
¿Si tan solo Él conociera mi vida, y todas las cosas que me han tocado vivir? 
Es la común pregunta que nos hacemos, cuándo no vemos una pronta salida, frente a tantas dificultades en nuestro diario vivir: como enfermedades, maltratos, abusos, partida de un ser querido, un conflicto familiar o laboral, un montón de deudas y responsabilidades que nos agobian.  
¿Cómo puede Dios pedirme que esté siempre gozoso?

Si lo normal, por la calidad de vida que nos ofrece este mundo, es vivir estresado,  malhumorados, impacientes, preocupados, muy lejos de experimentar el gozo o regocijo que Dios espera de nosotros. 
Vivimos en un mundo donde tú das a conocer alguna queja públicamente, y en un instante, tendrás una montaña de ellas.
Y la Palabra de Dios nos exhorta: “Estén siempre gozosos” “Regocíjense en el Señor siempre”
Pareciera que Dios desconociera nuestra pobre realidad humana, y no sólo eso, sino que además nos añade:  “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres”

¿No piensas que es mucho? 

Ya estaba colapsado con tener que estar siempre gozoso, y ahora, también Dios espera que siempre sea gentil, que sea amable y comprensivo con los demás: “Qué vuestra GENTILEZA sea conocida delante de TODOS los hombres”
¿También delante de aquellos que nos ofenden y nos humillan? ¿Y quién es gentil, amable y comprensivo conmigo? ¿No lo hemos pensamos?
Yo me declaro incompetente.

Esto es una locura, es irracional, no cuadra con nuestra mente lógica y natural.
¡El apóstol es masoquista! pensaba por algún tiempo, o disfrutaba de una REVELACIÓN, o de algún tipo de vida, que yo no conocía y no tenía.

Sin duda Pablo lo había aprendido de Jesús, a quién había perseguido, y ahora era su discípulo; de quién está escrito: “Por el GOZO puesto delante de él, sufrió la humillación de la cruz, menospreciando el oprobio”
¿Cómo podría tener GOZO delante de Él, sufriendo la humillación y martirio de la cruz?

Hasta que descubrí, que ni Pablo, ni Jesús eran masoquistas, ellos tenían la REVELACIÓN de la VIDA DE DIOS, de la Paternidad de Dios, y como hijos de Dios podían disfrutar de esa VIDA DIVINA por sobre las circunstancias que tuvieran que vivir.
PABLO disfrutaban de UNA VIDA SUPERIOR, la cual es ESPIRITUAL y ETERNA, la Vida de Jesús, que no sólo le permitiría vivir la eternidad con Dios, sino que la podía experimentar sobre esta tierra, es la Vida indestructible de Dios, que nada ni nadie puede destruir. Una Vida Superior llena de gracia, de poder, de amor, y de GOZO en el Espíritu Santo.

Era la Vida que Pablo había recibido de Jesús, la Vida que por diseño y creación Adán y Eva disfrutaron en el huerto, y que por causa del pecado perdieron en Edén, pero que Jesús vino a restaurar.

“Esta es la VIDA ETERNA enseñaba Jesús, que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y conozcan a tu Hijo, a quién tu enviaste” 
“Yo he venido para que tengan Vida, para que la tengan en abundancia”
“Yo les doy Vida Eterna”

Pablo, de haber sido un perseguidor de la fe, había experimentado el perdón de Dios y había recibido la VIDA ETERNA en Jesús, y su vida ahora era un testimonio de la obra salvadora y redentora de Dios para todos los hombres.

Hoy sabemos, que todo aquel que ha nacido del Espíritu de Dios, ha recibido la VIDA DIVINA de Dios, ha recibido el perdón de todos sus pecados, el amor y el GOZO de la salvación. 
El GOZO de la salvación, es fruto de esta Vida que nos llena de fe, de confianza en Dios y en sus promesas, es el GOZO que nos permite caminar sobre las aguas y no ahogarnos, caminar sobre el fuego y no quemarnos, que restaura nuestra relación con Dios para amarle y servirle, y estar dispuesto a dejarlo todo como Pablo, por amor a Él.

¿Recuerdas esa maravillosa experiencia, cuando Dios y su Espíritu era tan real en tu vida?

Si nunca lo has experimentado, sepas en este día, que cuando te vuelves de corazón a Dios, no sólo hay GOZO en los cielos, sino que tu corazón será lleno del GOZO de la salvación.

¿Cómo fue que perdimos el GOZO del Señor?

¿Será que como las vírgenes insensatas, no compramos aceite, y no estuvimos preparados para la venida de nuestro Señor?
¿Será que lo tuvimos por tardanza, y dejamos enfriar nuestro corazón?

La sabiduría del apóstol Pablo nos enseña, que él nunca lo tuvo por tardanza, y nunca permitió que se enfriara su corazón, nunca perdió el GOZO de la salvación. “El Señor está cerca” era su diaria confesión, y el GOZO del Señor era su fortaleza.

Pablo nunca permitió, que las circunstancias que le tocara vivir, las cuales no fueron fáciles, porque muchas de ellas le acercaron a la muerte, ocuparan el lugar del Señor en su corazón.

Pablo nunca permitió, que los afanes de la vida, que el mal testimonio de otros, u otra adversidad, le robaran el Gozo de la salvación, por el contrario, con acción de gracias en oración y ruego ponía diariamente delante del Señor lo que le  tocara vivir, pues así nos exhorta a continuación:
“Por nada estén afanosos, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”

Sin duda Pablo lo había aprendido de su maestro, el Discípulo Perfecto, de quién testifica el apóstol Pedro: “El nos dejó ejemplo, para que sigamos sus pisadas; el cuál no hizo pecado, ni hubo engaño en su boca; quién cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba su causa al que juzga justamente”

Pablo había aprendido que para mantener el GOZO de la salvación, y mostrar GENTILEZA  DELANTE DE LOS HOMBRES, primero debía aprender a estar DELANTE DEL SEÑOR, entregando  todos sus afanes, todas sus preocupaciones y problemas que la vida le presentara, en toda oración y ruego, y con acción de gracias.
Descuidar esta “BUENA PARTE” como había enseñado Jesús, daría lugar a los deseos de su carne, a su naturaleza caída y rebelde, la cual nunca estaría dispuesta para Dios.
Pablo sabía que si perdía el Gozo de la salvación, su corazón se llenaría de temores, dudas, quejas y amarguras, y como muchas veces nos ha pasado a nosotros, cuando hemos quedado expuestos en nuestra pobreza de espiritual, a los duros golpes de la vida y a los ataques del maligno, el enemigo de nuestra alma; habiendo olvidado las palabras de Señor:
“Ustedes son pámpanos, no tienen vida en si mismos. Yo soy la Vid verdadera, Yo soy la Vida eterna, sin mí o separados de mí, como los pámpanos se secarán, y serán echados al fuego por su inutilidad”

Jesús es la  única FUENTE de VIDA, es la única FUENTE de AGUA VIVA que quita la sed, el verdadero Pan que nutre nuestras almas. Así nos exhorta el Señor:
“Dos males ha hecho mi pueblo. Me dejaron a mí Fuente de Agua Viva, y cavaron para sí cisternas rotas, que no retienen el agua”

¿No ha sido esa nuestra realidad? y ¿qué hemos logrado?

Aparte de haber perdido la fe, haber perdido el Gozo del Señor, haber perdido su Paz, despojado de los recursos espirituales frente a la vida, sucumbiendo frente a las tentaciones y sus dificultades. Vivimos como cualquier hombre natural, presos de nuestro egoísmo, ira, celos, envidias, malhumorados e impacientes, con una sola diferencia, que ahora somos religiosos.

Frente a la verdad del Evangelio del Reino, que es poder de Dios para salvación, amor y Gozo en el Espíritu Santo.
Pablo lleno de la Vida y del GOZO de Dios es un testimonio de su abundante fruto, así lo declara a continuación: “ Que LA PAZ de DIOS, que sobrepasa todo entendimiento, ha guardado su corazón y sus pensamientos en Cristo Jesús”

Pablo no solo disfrutaba genuinamente del GOZO del Señor, también disfrutaba de la PAZ de Dios en medio de las tormentas de la vida.

¿Estaremos condenados a seguir viviendo en esta condición? ¿Habrá esperanza para los que hemos enfriado el corazón, y hemos perdido nuestro Primer Amor?
.
¿Cómo podemos recuperar el GOZO de la salvación?

De la misma manera que lo obtuvimos la primera vez, cuando nos arrepentimos, cuando humillamos nuestro corazón DELANTE DEL SEÑOR. Cuando recibimos nuestra salvación, o como  también David, rey de Israel, quien después de haber perdido el Gozo de la salvación por haber pecado, se humilló y clamó DELANTE de Dios: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio. Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu. Vuélveme el Gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”

Dios solícito por sus hijos, se volverá a nuestro corazón, sanará nuestra tierra, perdonará nuestros pecados, y derramará su Espíritu una vez más sobre nuestros corazones, y restaurará todo lo perdido. 
¡REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE!




2 comentarios:

  1. Me dió paz y gozo al leer su reflexión muchas gracias Dios me los bendiga siempre

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  2. Hermosa Reflexión,cuanta Sabiduría,en tan sencilla palabra GOZO,4 letras pero de abundante significado,y plena llenura de vida y Salvacion .

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