viernes, 5 de mayo de 2017

AMOR PLATONICO

AMOR PLATONICO DOS MUNDOS DIFERENTES "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Avila



"Un abismo llama a otro abismo a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mi" Salmo 42:7

A más de alguno este sentimiento de AMOR PLATONICO, le ha traído mas de alguna inspiración poética.

"Nacimos en dos mundos diferentes, separados por el espacio y por el tiempo;
que edificó entre los dos un gran abismo,
que nos impidió cruzar y poder unirnos.

Cuando quise cruzarlo y  procuré alcanzarlo,
fue como abrazar el cielo con mis manos, al oír  su melodía;
radiante estrella de luz que con su resplandor  hipnotizó  mi alma,
y se desvaneció al venir el alba.

Como un sueño prohibido dejó a su paso un corazón herido,
cuando su luz se escurrió entre mis dedos,
como una nube de fluida fantasía que amanece;
es la fuerza del amor que ilumina, y luego se desvanece"

¿Quién no sufrió o no ha sufrido por un amor imposible?

Por ese amor puro y sublime que en nuestras mentes idealizamos, y como un gran tesoro en el corazón guardamos.
Es la búsqueda del amor  perfecto, divino y celestial,  que como una ilusión solo podemos contemplar, inalcanzable para un hombre terrenal.

¿Quién no ha sufrido la búsqueda de ese idealismo de amor?

Como angustiosamente lo describe el libro de Cantares:

"Yo me levanté para abrir a mi amado,... abrí yo a mi amado, pero mi amado se había ido, había ya pasado; y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió,
Me hallaron los guardas, me hirieron;
Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado,
Que le hagáis saber que estoy enferma de amor"

O la descripción dramática de un amor platónico de Eduardo Barrios, en su novela "El Niño que enloqueció de amor"

"¿Habéis oído cantar un pájaro en la noche?
Suele ocurrir que un rayo de luna, un rayo levemente dorado,
derramándose por entre el misterio del follaje,
alcanza la rama donde se acurruca el avecilla dormida, y la despierta.
No es el alba, como imagina el ave. Pero ...ella canta"

Son dos mundos diferentes que no pueden tocarse ni enlazarse entre si, desfasados en el espacio y en el tiempo, que escribirán dos historias diferentes, con desenlaces que no tienen referente.

Dos historias humanas e imperfectas que no responderán a sus expectativas de vida, y que dejarán a su paso marcadas heridas, en un mundo que camina a la deriva.
Es como si este mundo no fuera el suyo, como arrancado de su hábitat natural, es el gemido de un alma insatisfecha, que no logró en ese mundo abrirse una brecha.

Porque buscamos lo inalcanzable,  amamos lo imposible, como un ciego que intenta la luz abrazar, sin encontrar nunca su lugar.

Nacimos y heredamos un mundo lleno de carencias, donde la mayor es el amor y la comprensión,  donde ni  el mayor esfuerzo humano lo podrá satisfacer, porque cuando parecieres tenerlo entre tus manos como el agua se escurrirá, y nos hará volver una vez más a nuestra triste y pobre realidad.

No buscamos nacer en este mundo pero somos testigos de esta realidad, que para muchos no tendrá otra verdad.

Buscamos en la amistad, en los estudios o en el trabajo, en el deporte o en las artes, en la política o en la religión, buscamos vanamente saciar ese amor, sin hallar nunca nuestra verdadera vocación.

"¡POR NADA SE AFANEN SOBRE ESTA TIERRA!" aún retumban las palabras de Jesús el Maestro, ante quienes con ahínco buscaban esa fuente de provecho  que los lleve en la vida a sentirse satisfechos.

El era esa verdadera FUENTE de Agua Viva, y yo no lo sabía; que vino a sanar y a saciar toda alma herida.
El no es de este mundo, es de un mundo puro, divino y celestial, de ese mundo que nosotros  nunca pudimos alcanzar.
El proviene de ese mundo donde todo es perfección, haciéndolo accesible a nuestra pobre condición.
El es celestial, nosotros, de un mundo terrenal.

El cruzó el abismo de separación para venir a este mundo tan carente de amor, para saciar el alma en su mayor aspiración, y hallar en El  su diseñada vocación.
Reconcilió  los mundos en la mayor expresión de amor, clavando en esa cruz nuestra maldición, entregándonos su perdón, y consumando  nuestra salvación.

Cómo se maravilló  el Salmista al visualizarlo en su espíritu: "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?

Dejó su mundo, su trono de gloria, y se despojó del privilegio de ser el unigénito Hijo de Dios; para nacer en la pobreza de nuestro mundo caido, exponiéndose con humildad a nuestra egoista y corrupta realidad.
Se hizo semejante a los hombres y nos abrazó sacrificialmente en aquella cruz, para reconciliar estos dos mundos diferentes, que unidos  en esa GRAN BODA CELESTIAL darnos un maravilloso y  glorioso final.
¡No es maravilloso!

Ya no necesitamos vivir en orfandad, ya no necesitas sentirte sola(o) en desamparo de amor, Él ha venido a nuestro mundo, a tu mundo, para saciar tu corazón.

Fue la excitante y maravillosa experiencia de esa mujer llamada Samaritana,  que junto al pozo de Jacob, bebió en Jesús de esa Agua Viva que sanó su alma herida, y sació de amor su empobrecido corazón.

Así  describe Cantares  esta maravillosa relación:

"Mi amado es mío, y yo soy suya; el apacienta entre lirios"
"Mi amado es blanco y rubio, señalado entre diez mil... Tal es mi amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalén"
"Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento"
"Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte como la muerte es el amor;...

"Las muchas aguas no podrán apagar ese amor, ni lo ahogarán los ríos"
"Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían"

Este amor tiene un gran precio, y es tu propia vida,  beberás de su Agua Viva y saciarás para siempre tu vida.
Parece una locura para la razón, pero Jesús es el deseado de tu corazón, esta es su maravillosa revelación.

Nacimos en mundos diferentes.







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