lunes, 15 de abril de 2013

RESTAURANDO GRIETAS "Una reflexión en el camino"

RESTAURANDO GRIETAS “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



“Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta, y que lo pongan en las manos de los que hacen la obra, que tienen a cargo el ARREGLO de la Casa, para REPARAR LAS GRIETAS de la Casa”2 Reyes 22:4-5

Estas palabras pertenecen a un RESTAURADOR DE GRIETAS de la Casa de Dios, al rey Josías, un rey que desde su juventud determinó agradar a Dios y colaborar con la Obra de Dios sobre esta tierra.

Vivió en un tiempo, en que la decadencia moral y espiritual sobre Israel había producido profundas GRIETAS sobre la nación, que ellos no advertían, y que la llevaban a su inminente destrucción.

Las advertencias proféticas tanto de Isaías como Jeremías no habían sido consideradas.Los asirios ya habían destruido completamente el reino del norte, y Judá estaba siendo atacado para pronto ser llevada cautiva por el imponente imperio Babilónico.

En ese contexto Josías debe asumir el gobierno de su nación siendo de tan solo 8 años, y: “Reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat. E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo den todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda, y a sus 18 años determinó RESTAURAR LAS GRIETAS DE LA CASA DE DIOS” 2 Reyes 22:1-3

Y en este proceso de restauración y limpieza de la Casa, fue hallado el libro de la Ley de Dios que había estado extraviado por muchos años, y Josías al leerlo tuvo la siguiente actitud testificada por el Espíritu Santo:
Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y llorasteis en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová” 2 Reyes 22:18,19

Dios siempre respaldará a quienes se dispongan para RESTAURAR GRIETAS en la Casa de Dios, y para quienes estén dispuestos a invertir los recursos en favor de esta obra de Dios y no para sus propios beneficios.
Dios no quiere “Siervos millonarios”, Dios quiere siervos restauradores, pues Dios quiere ver restaurada su Casa, la cual somos nosotros.

Tres actitudes de los RESTAURADORES DE GRIETAS: (2 Reyes 22:1-3)

1.-Josías tenía solo 8 años. Era un niño, “Y tienes que ser como un niño para ser parte de la obra de Dios” Un niño es moldeable, corregible, educable. Un niño tiene fe y confianza en Dios y en los demás. Los niños “SE SANAN RAPIDAMENTE”, no guardan rencor ni resentimientos, no odian, pueden perdonar con facilidad, y se paran rápidamente de alguna caída.¡Te alabo Padre, porque escondiste estos misterios de los sabios y entendidos de este siglo, y los revelas a los niños!

2.- Josías hizo lo recto delante de los ojos de Dios. No buscaba apariencia delante de los hombres, ni reconocimiento, ni fama. Josías anhelaba hacer lo recto delante de sus ojos y no de los ojos de los hombres.

3.- Josías anduvo en el camino de su padre David. David no fue su padre natural, fue Amón, quien hizo lo malo delante de Dios. David fue su padre espiritual en quién adquirió identidad para moldear su corazón y conformarlo a Dios.Josías se identificó con el “Linaje de Dios”, buscó el sentido y la proyección de su vida en el linaje profético de Cristo en donde son “Benditas todas las familias de la tierra.Josías fue rescatado de la manera de vivir heredada de sus padres para asumir el llamado y vocación de Dios, donde somos una nueva creación.

Como Josías podemos conformar nuestro corazón a Cristo, e invertir como él todos los recursos de esta vida para ver restaurada “Las grietas de la Casa de Dios”, que somos nosotros.

Estas actitudes se verificaràn cuando escuchas la Palabra de Dios, si tu corazòn se enternece  al oirla, si tu corazòn se humilla anhelando ser conformada a ella, seràs un restaurador de grietas.

Primero buscarás restaurar las grietas de tu propia alma que contaminan tu corazón, ¡Porque de que otra manera  podremos restaurar las grietas en nuestras respectivas familias?. Y si no restauramos las grietas en nuestras familias ¿Cómo restauremos las grietas en nuestros hermanos?

Sabiduría hay en las palabras del apóstol Pablo:
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro, que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿CÓMO CUIDARÁ DE LA CASA DE DIOS?”

RESTAURANDO GRIETAS

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