jueves, 22 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ UN ESTABLO PARA JESÚS? Una reflexión en el camino


¿POR QUÉ UN ESTABLO PARA JESÚS? "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila



“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” Lucas 2:7

Jesús en cuanto a su descendencia terrenal provenía del linaje del rey David, y estaba escrito que nacería en la ciudad de Belén. Para Dios todo obedece a su Propósito Eterno para el hombre, para Él no existe la casualidad y las circunstancias fortuitas, sin duda, hay un propósito divino en como se dieron las circunstancias de su nacimiento.
¿DISCRIMINACIÓN?

Nuestro texto  relata  que no solo no  había alojamiento, sino que no había alojamiento para ELLOS. Abiertamente había una discriminación para José y María no fácil de explicar, y lo único que encontraron a su alcance fue un establo sucio y mal oliente para animales, donde habilitarían un pesebre para el nacimiento de Jesús.
Con el tiempo descubriremos una maquinación maligna que procuraba evitar su nacimiento, crecimiento y desarrollo del ministerio terrenal del Hijo de Dios.

Los Evangelios nos relatarán como Satanás procuró asesinar a este niño, y como cientos de niños menores de dos años murieron  por un edicto real de Herodes, y solo por una advertencia divina  José y María huyeron  por un tiempo a Egipto.
El Evangelio de Juan nos relata  que: “Jesús vino a los suyos y los suyos no le recibieron”

Dios determinó que Jesús su Hijo naciera en estas condiciones, y de ello podemos aprender muchas lecciones. Como qué:
- Su nacimiento deja al descubierto la  pobreza de amor y caridad entre los seres humanos para acogernos y tendernos la mano.

- Su nacimiento descubre la humildad y sencillez de Jesús para llevar a cabo sus designios.

-Su nacimiento nos muestra que para asumir la responsabilidad paternal de amor y cuidado sobre nuestros hijos, aún un establo es suficiente para ello.

- Su nacimiento nos muestra que no importa “la cuna” donde  nacemos, no hay excusas, ni circunstancias que  puedan  impedir al hombre agradar y hacer la voluntad de Dios.
- Su nacimiento nos enseña que aún dentro de un establo encontraremos un pesebre que supla nuestra necesidad,  Dios no siempre satisfacerá  nuestros deseos, pero si siempre cubrirá nuestras necesidades.

Su nacimiento descubre nuestra realidad humana dañada por el pecado. Como qué:
- A pesar de nuestro desarrollo intelectual, económico y tecnológico: No habrá lugar para Él en nuestro corazón.

- A pesar que Él es Dios, Creador, Dueño,  Rey y Señor del universo, le impediremos reinar y ejercer autoridad sobre nuestras vidas y proyectos.

NO HABRÁ LUGAR PARA ÉL.

Dada esta condición: ¿No se  justifica lo maravillado que estaban los ángeles ante este acontecimiento  divino?

Su exclamación gloriosa  sobrepasaba  todo asombro celestial, no podían entender  tanto amor y tanta misericordia de Dios para con los hombres.

¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS! ¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS!

Era la única reacción angelical ante la virtud divina.

No podían entender tanto amor a una raza indiferente, tanta misericordia ante tanto desprecio, tanta buena voluntad de Dios, para hombres irracionales e indiferentes  ante su creador.

¿Cómo Dios podía tener pensamientos de bien  para quienes deliberadamente lo rechazaban y se definían abiertamente enemigos de su amor?

¿Cómo Dios podía amar al hombre pecador?

EL ESTABLO, era el reflejo de la condición moral y espiritual de este mundo,  y  en esa condición  Dios había decidido nacer.

¿No quebranta tu orgullo tanto amor? ¿No quebranta tu soberbia tanta misericordia?

¿Podrás seguir viviendo indiferente a Él?

¿Podrás pasar otra navidad sin que halle lugar en tu corazón?

Si Él ha decidido amarte a pesar de tu condición, si Él te ha perdonado todas tus  rebeliones, y te ha  escogido para hacerte depositario de su amor.

Si Él te ha invitado a su Casa, ha preparado lugar para ti, para sentarte a su mesa, que seas parte de su familia y que te reciba como un  hijo, con todos los privilegios de su Hijo.

Nosotros podemos amarle, porque Él nos amó primero.

Amigo(a) y hermano(a)

Tú y yo somos ese ESTABLO  donde Jesús ha decidido  nacer, y el pesebre es nuestro corazón.

¡JESÚS  hay lugar para ti en mi!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

SU AMOR NUNCA LLEGA TARDE

SU AMOR NUNCA LLEGA TARDE "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila





“Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.” Juan 11:5,6

Desde nuestra necesidad, la actitud de Jesús nos parece negligente y desinteresada.
Si Jesús amaba tanto esta familia ¿Por qué no corrió a mitigar su dolor? 
Si Jesús les amaba tan sinceramente ¿Por qué no respondió de inmediato a la petición de sus amigos y así llevarles consuelo evitàndoles  un momento de tanta tristeza?

Los seres humanos juzgamos y reaccionamos en la vida de acuerdo a nuestros pensamientos y emociones, porque somos seres racionales.

El apóstol Pablo describe la conducta humana: “El hombre vive en los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne, y de los pensamientos”. Esta realidad marcaba una clara diferencia respecto a la vida de Jesús  "El hombre espiritual", quién vivió sobre esta tierra no para agradarse asimismo, sino para agradar y hacer la voluntad de Dios su Padre. Fueron sus propias palabras: “Yo no hago nada por mi mismo, según oigo, así juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió”.

Nosotros vivimos y hacemos lo que bien nos parece, impulsados por nuestro corazón, Jesús sujetaba su corazón a la voluntad de su Padre. El no buscaba su gloria, sino la gloria de quién le había enviado, su vida obraba conforme al PROPOSITO ETERNO DE DIOS.

¿Podríamos nosotros enseñarle a “AMAR” a Jesús, siendo su naturaleza AMOR, la encarnación del AMOR DE DIOS entre los hombres?
Nuestra naturaleza dañada por el pecado, nos hace seres egoístas, envidiosos, celosos, que nos cuesta desprendernos de nosotros mismos, de negarnos a nuestros intereses personales, incapaces de sufrir por los demás. Casi todo en la vida lo hacemos por y para nosotros, aún en lo religioso, buscamos a Dios para nuestros propios y egoístas beneficios, nos gustan los mensajes que siempre satisfacen nuestras necesidades y no las de Dios, si tienes duda, graba tus oraciones, y escùchala con atención.

Con este espíritu egocéntrico, cuando “amamos” consentimos a quien “amamos”, corremos y nos desesperamos por causa del dolor y el sufrimiento de quién es nuestro interés,  y procuramos evitarlo a cualquier precio.
Hemos ignorado que la mayor sabiduría de la vida surge en medio del dolor y del sufrimiento.

Como sociedad estamos sufriendo las consecuencias de generaciones consentidas en un mal concepto del amor, sin disciplina, negación y corrección.

Si defendemos ese tipo de amor, ¿Por qué tantos divorcios, tantos abusos y violencia en el núcleo familiar? Si defendemos ese tipo de amor ¿Por qué tantos hijos abandonados y expuestos a una mala formación?
Si defendemos este tipo de amor ¿Por qué tanta impaciencia, ira y violencia en nuestras calles, tantos abuso y corrupción?
No nos engañemos: “Todo lo que el hombre sembrare eso también segará” Dios no puede ser burlado.

El verdadero amor es formador, edificador.
El verdadero amor construye con el ejemplo y con la vida.
El verdadero amor es sufrido, sabe esperar, es paciente, y nunca deja de ser.
El verdadero amor no busca lo suyo, busca lo de Dios, porque el amor es de Dios.
El verdadero amor nos lleva a agradar su corazón.

Necesitamos que Jesús nos enseñe a amar para aprender a vivir: “Ustedes deben amarse como Yo los he amado”
¿Puedes verle amando a su Padre, renunciando a asimismo para agradarle y hacer su voluntad?
¿Puedes verle amando a sus discípulos, y poniendo su vida por ellos humillantemente en la cruz?
En nuestro texto, vemos a Jesús amando de verdad a esta familia, y trayendo su bendiciòn sobre ella.

Amar, no es necesariamente evitarle el dolor y la tristeza, porque tales circunstancias son inevitables para todos los hombres en la vida.
Amar, es aprender a vivir nuestras circunstancias en Él, es usar nuestras circunstancias para crecer y madurar. Aún Jesús en estas circunstancias, los amó con dolor, las Escrituras registran este hecho: “Jesús se conmovió en su espíritu” , “Jesús lloró”

Es un engaño creer que por “una ofrenda”, Dios te evitará el dolor y las lágrimas que son parte de esta vida, está escrito: “MUCHAS son las aflicciones del justo"

Es en esas “circunstancias” que somos consolados por Dios, somos fortalecidos y experimentamos su amor y su preciosa comunión.
Jesús les amó en el amor del Padre, buscando y esperando la voluntad de Dios para sus vidas, sujetando su corazón para traer lo mejor de Dios a sus circunstancias, Jesús pudo ver en ellos la gloria de Dios.

Sólo el amor Divino en Jesús podía refrenar la impetuosidad de la ternura de su corazón salvador, y permitir en sus amigos la obra de Dios, para enseñarnos que en su reino sus amigos también necesitan morir.

El verdadero amor debe pasar por Dios y por la cruz, porque solo Dios, que es nuestro creador puede usar cada circunstancia nuestra para traer sobre nosotros lo mejor como está escrito: “A los que aman a Dios TODAS LAS COSAS les ayudan a bien”

Si lees toda la historia de nuestro texto, comprobarás que en su amor Dios no evitó que vivieran su dolor, a su tiempo fueron consolados y Dios fue en ellos glorificado. Jesús demostró que Dios siempre tuvo el control, y Jesùs pudo declarar “Padre te doy gracias por sé que siempre me oyes”

Amigo(a) y hermano(a):

No juzguemos según las apariencias o segùn nuestro corazón, busquemos y esperemos en su voluntad, siempre será lo mejor, porque Dios es amor. Es una oportunidad para ejercitar nuestra fe y confianza en Él.

Cuando el no corre, ni se apresura ante tu necesidad, no te impacientes, porque te está amando y te está formando.
No temas cuando no te consiente, aún en el silencio Él está presente.
El amor de Dios no se apresurará para evitar tus lágrimas ni tu aflicción, pues de todos modos la vida te las traerá.

El amor de Dios sì se apresura para estar contigo, para darte fuerzas, para consolarte, para confortar tu alma, para afirmar tus pasos, para guiarte por sendas que tú no conocías, y enriquecerte en su sabiduría.

El amor de Dios traerá su fruto, sus virtudes, y multiplicará su gracia en ti.

“Guarda silencio delante de Jehová, espera en èl, y èl exhibirá tu justicia como la luz del mediodía” porque tu redentor nunca se duerme; porque SU AMOR NUNCA LLEGA TARDE.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

CUANDO TUS OJOS ESTÁN VELADOS "Una reflexión en el camino"


CUANDO TUS OJOS ESTÁN VELADOS   “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



“Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús se acercó y caminaba con ellos. Más los ojos de ellos estaban velados, para que no le conocieran” Lucas 24:15,16

SON MOMENTOS DE OSCURIDAD, cuando nuestros  ojos están velados y no podemos distinguir con claridad.

Esto sucedió después de la muerte y crucifixión de Jesús, cuando dos de sus discípulos caminaban de regreso a la aldea de Emaús, decepcionados por los  acontecimientos ocurridos en Jerusalén, donde su Maestro había sido crucificado. 
Con frustración y desesperanza caminaban cuando Jesús se acercó a ellos, pero no le pudieron reconocer, porque sus ojos estaban velados.

Estos dos varones como muchos otros en ese tiempo, lo habían dejado todo por seguirlo, habían depositado  su fe y esperanza en el Mensaje transformador de este varón profeta de Dios, poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de los hombres.

Estos discípulos habían sido testigos de sus muchos milagros, y de las Buenas Nuevas de salvación que ellos  habían abrazado durante tres años y medio, pero también habían sido testigos en esos días, de cómo los principales sacerdotes,  representantes de los intereses de Dios sobre esta tierra,  se habían unido  a los gobernantes Herodes, Pilatos y al pueblo de Israel;  y lo habían sentenciado  a muerte, lo habían humillado  públicamente, y lo habían crucificado  en un madero junto a otros dos criminales.

Fue un golpe duro para todos los discípulos, quienes decepcionados habían regresado a sus antiguas labores de pescadores junto al mar de Galilea, como ocurrió con Pedro y algunos de ellos, que hicieron más profunda  su frustración al pasar toda una larga noche y no pescar absolutamente nada.

Son esas largas noches oscuras que parecen interminables, donde se te viene  una tras otra y no ves una salida, pareciera que  nunca llegará el amanecer.

“Nosotros esperábamos que Él era, el que había de redimir a Israel”  era el tema de discusión de estos discípulos  camino a Emaús.

¿Jesús no era Dios, no tenía tal poder y autoridad? 

Murmuraban al ver morir sus sueños y esperanzas.  Se sentían decepcionados; era una noche fría, oscura y sin entendimiento.

¿No fue similar la confusión que vivieron los Israelitas en el desierto, después de ser rescatados milagrosamente de la esclavitud en Egipto y verse confrontados a la muerte, frente a una tierra que parecía imposible de conquistar?

La única salida que podían percibir era murmurar y querer volver atrás, a su antigua condición de esclavitud.

¿Cuántas veces también ha sido nuestra reacción, frente a terribles adversidades que nos ha confrontado  la vida, cuando no vemos solución, y solo vemos caerse a pedazos nuestros sueños y proyectos?

Tal vez te encuentres en medio de una de esas noches de oscura confusión.

La confusión de quién comienza ha edificar y no puede terminar,  porque calculó mal.
La confusión de quien resiste el quebrantamiento, aprisionado por el orgullo y la soberbia.
La confusión de quien no tiene la humildad para reconocer su fracaso, y la  inmensa necesidad de la gracia de Dios. 
La confusión de quien resiste al Espíritu Santo.

Estaba escrito:
“El pastor será herido y las ovejas serán dispersadas” 

Fue la triste realidad que tuvieron que vivir los discípulos.

¿Por qué hacemos promesas que no podemos cumplir, si Dios no las demanda?

¿Por qué creer que seremos capaces de dar la vida, si al igual que Pedro lo estaremos negando antes que cante el gallo?

¿Cuántas veces le hemos oído cantar a nuestros oídos?

Sin una noche amarga como la de Pedro, muchos de nosotros no entraríamos en razón, necesitamos vivir ese fracaso.

Es tal la confusión y oscuridad de esos momentos, que nuestros  ojos velados no pueden percibir que Jesús ha resucitado y camina a nuestro lado, como  les ocurrió a esos discípulos. Jesús caminaba junto a ellos, les alumbraba con su luz, pero el velo de sus ojos les impedía ver.

El orgullo y la falsa superioridad es un velo a nuestros ojos; “Dios da gracia a los humildes y a los altivos mira de lejos”

Permitamos que Él nos abra las Escrituras, dejemos que  arda su llama en nuestro corazón, dejemos que alumbre nuestra oscuridad y quite toda escama de nuestros ojos. 
Su Palabra es Espíritu y vida, es lumbrera y lámpara a nuestros pies.

No necesitamos  entenderlo todo, sólo necesitamos creer, y Él nos revelará lo que necesitemos. Él tiene el control, Jesús es Señor.

Amigo(a) y hermano(a):

El Padre nos creó para su Propósito eterno en su Hijo. No juzguemos por las apariencias, busquemos su esencia.

“Herodes y Poncio Pilato, los gentiles, los dirigentes y el pueblo de Israel; no determinaron los acontecimientos ocurridos en Jerusalén; ellos habían actuado según la mano y el consejo de Dios habían determinado que sucediera.
El mundo era testigo del juicio, de los padecimientos y crucifixión de Jesús, pero lo que realmente había ocurrido en aquel momento histórico de la humanidad,  era lo que Dios había determinado que sucediera.

PERSPECTIVA DIVINA DE LA CRUZ: 
Jesús no estaba siendo derrotado, Dios no estaba muriendo; era el amor del Padre obrando en su Hijo nuestra redención.
Nosotros estábamos siendo juzgados en Jesús, Él estaba tomando nuestro lugar.
Dios estaba quitando y clavando toda maldición sobre la humanidad, estaba despojando a satanás, y estaba quitando el pecado del mundo.
Dios nos estaba perdonando y sanando todas nuestras dolencias.
Dios nos estaba reconciliando consigo mismo y con su Propósito eterno para nuestras vidas.
Dios estaba liberando la bendición prometida en Abraham, de bendecir en su Hijo a todas las familias de la tierra.
Dios nos estaba adoptando hijos suyos por el puro afecto de su voluntad.
Es lo que Dios quiere que veamos, Él vino a quitar el velo de nuestros ojos para que podamos ver y apreciar su voluntad.
“Él es la luz del mundo, el que le sigue no andará en tinieblas, tendrá la luz de la vida”


¿No arde tu corazón, cuando el Espíritu Santo  revela la vida de  Cristo en  tu vida?

El corazón de estos discípulos comenzó a arder, cuando Jesús les abrió las Escrituras para que entendieran los acontecimientos, y recibieran la vida de resurrección que les daría una nueva visión, una nueva filosofía para sus vidas, la filosofía de Dios.

No todos fueron testigos de la resurrección de Jesús, como no todos entraron en la Tierra prometida. 
Muchos murieron en el desierto  sin ver  ni entrar en las promesas de Dios, como también muchos murieron en la soberbia de haber negado y haber  facilitado su crucifixión, en ninguno de ellos pudo arder el Espíritu de Dios en su corazón.

Pero muchos de ellos,  incluyendo a los discípulos que lo negaron como Pedro, su Espíritu ardió en sus corazones, y sus ojos fueron abiertos al partir el pan.
Nuestro corazón se enciende cuando Jesús abre las Escrituras, junto a nuestro camino de confusión, y al mirar la cruz, el velo cae de nuestros ojos, y podemos verle resucitado y exaltado por el Padre.

Cuando nuestros ojos están velados,  es cuando resplandece su luz admirable, y podremos ver un nuevo amanecer.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

FORTALEZA EN LA DEBILIDAD "Una reflexión en el camino"

FORTALEZA EN LA DEBILIDAD  "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Avila


“Yo soy el Dios Todopoderoso (El Shaddai). Anda delante de mí y sé perfecto” Génesis 17:1

Veinticinco años habían transcurrido desde el día en que Dios llamó a Abraham, desde Ur en Babilonia, a caminar hacia la Tierra Prometida con la promesa de establecer una descendencia para ÉL: “Sal de tu tierra  y de tu parentela, a la tierra que te mostraré, allí te bendeciré y serás bendición, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.

Habían pasado largos 25 años desde ese día, celebraba su cumpleaños 99. Durante esos 25 años había experimentado muchas cosas, hambre, sequías, conflictos familiares, temores, y guerras con enemigos que habían surgido en el camino. Su sobrino Lot, quién le había acompañado durante esos años había optado por la seguridad temporal y material, le había abandonado.
Abraham había visto envejecer a su estéril esposa Sara, su propio cuerpo debilitarse, y experimentar el agotamiento de su vida.

Abraham no se sentía en condiciones de seguir adelante, se sentía cansado, desanimado, sin fuerzas y sin recibir el hijo de la promesa.

Abraham tenía que aprender a caminar en obediencia a Dios, su aprendizaje no había sido fácil, y no había sido exento de dolor, de dificultades, de circunstancias adversas y de las violencias de la vida.

No era fácil entender que el llamado de Dios, iba más allá de un buen pasar sobre esta tierra, que los intereses de Dios estaban por sobre los suyos, que el llamado de Dios era a colaborar en la formación de un pueblo que le amara, que le honrara, y expresara sus virtudes y valores sobre esta tierra.

De Noé su tatarabuelo, a quien había conocido y escuchado hasta sus 50 años, había aprendido acerca de la fidelidad de Dios, que Dios juzga el pecado, pero también protege a los suyos, sin dudas, podemos aprender mucho de la experiencia y de la vida de otros, pero muy distinto es cuando tienes que vivirlo, y hacerlo parte de tu propia vida.

El conocimiento en sí, es frío e intelectual, y opera solo en el plano natural.
La fe es Viva y espiritual, y nos establece en una visión celestial.

La biblia puede ser un simple libro frío, que relata hermosas y sufridas historias, y muchas de ellas incoherentes e incomprensibles a nuestra razón, como también puede ser un libro Vivo, que nos revela la Vida y la voluntad de Dios, como dijo Jesús: “Mis palabras son Espíritu y son Vida”

De la relación de Dios con Abraham, podemos conocer el anhelo del corazón de Dios al relacionarse con el hombre, buscando en esa comunión y relación  hacerlo parte de su obra y propósito.

Dios busca revelarse a los hombres, revelar su Propósito Eterno, sin importar el lugar donde nos encontremos, sea en el desierto, en el campo, o en la ciudad.

En el desierto podemos ver a Dios revelarse en una zarza ardiendo a Moisés, para socorrer a su pueblo, y llevar a cumplimiento las promesas hechas a Abraham y su descendencia.

En la ciudad podemos ver a Dios dirigirse a un altar regado de lágrimas, de humillación, a una mujer estéril y quebrantada para hacer nacer un profeta como Samuel, que sería de gran bendición para su pueblo en cumplimiento a sus promesas.

En el campo podemos ver a Dios dirigirse entre las montañas, en medio de un rebaño de ovejas, revelarse y llamar a un joven pastor llamado David, para hacerlo rey sobre su pueblo Israel.

Dios no renuncia, y no renunciará al cumplimiento de su Propósito Eterno con el hombre. En una forma gloriosa y profética vemos que lo que Dios comenzó en Adán y Eva en el Huerto del edén, y que a pesar de su pecado y desobediencia, lo vemos cumplido y consumado en la historia, en Jesucristo Rey, revelado en el libro de Apocalipsis.

Dios es fiel a su proyecto, llamado y propósito con el hombre, y sería fiel a su llamado y propósito con Abraham.

“Yo soy El-SHADDAI, el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto”

Fueron las Palabras llenas de vida, que irrumpieron desde los cielos, a Abraham cuando cumplió sus 99 años y no tenía hijos. Cuando la razón comenzaba a golpear y derrumbar su fe, cuando el suelo comenzaba a temblar bajo sus pies. Cuando las lágrimas corrían por sus ojos cargados de frustración, desvelos de  noches contemplando las estrellas con desilusión, viéndose asimismo débil, sin fuerzas, y sin el cumplimiento de la promesa divina, como muchas veces seguramente nos hemos sentido tú y yo.

"Yo soy EL-SHADDAI, el Dios Todopoderoso"
Dios no pone una carga mayor de la que podemos sobrellevar, junto con la prueba, traerá también una salida.

Tú estás débil Abraham, pero Yo sigo FUERTE y FIRME, sigo sentado en mi trono reinando, y teniendo el control sobre todos los acontecimientos humanos.
Tus conflictos son emocionales y mentales por causa de tus circunstancias, y fuerzas violentas que golpean tu vida, son propias de tu naturaleza humana, pero no de la mía.

Dios no se revela como el Todopoderoso, para humillar la debilidad humana, Dios se revela a Abraham como EL-SHADDAI, para nutrirlo y fortalecerlo en su debilidad.

EL: Significa Todopoderoso.
SHADDAI: Significa pecho, seno materno.

No hay un cuadro más hermoso para ilustrar el carácter de Dios y su naturaleza paternal, que la figura de una madre amamantando a su indefenso, debil y dependiente hijo.

La vida de la madre, la fortaleza de la madre, el amor de la madre fluyendo hacia su bebé débil e indefenso, con el propósito de nutrirle e impartirle su vida.

Abraham: Yo soy tu fortaleza, Yo soy tu sustentador, Yo soy tu alimento, Yo soy el que te imparte vida.

Abraham: Fortalécete en mí, bebe de mí, nútrete de mí. No tienes por qué estar triste, ni angustiarte en tu debilidad, no tienes porqué tropezar en tu incredulidad. No te dejes engañar, no te desvíes en tu caminar.
ABRAHAM: TOMA FORTALEZA EN MI, CAMINA DELANTE DE MI, Y SE PERFECTO.

Amigo(a) y hermano(a):

Al igual que Abraham, El Dios todopoderoso, EL-Shaddai, es LA FUENTE suficiente de gracia para TODA tu necesidad.

Su gracia es suficiente para cubrir tus pecados, para perdonar tus errores.
Su gracia es suficiente para quitar todas tus dolencias y sanar todas tus enfermedades.
Su gracia es suficiente para enseñarte y guiarte en el camino.
Su gracia es suficiente como fortaleza para todas tus debilidades.

Como un bebé recién nacido aprende a succionar la vida de su madre, que le ama y le alimenta, así también reconoce tu necesidad, aprende a succionar, a recibir la Vida, la fe, y la fortaleza que Dios te quiere dar.
Como niño recién nacido, desea la leche espiritual no adulterada, que es la palabra de Dios.

Tomemos de su fuerza, tomemos de su gracia abundante, caminemos delante de él y seamos perfectos en actitud, para fortaleza de nuestro débil corazón, y así no desviarnos de nuestro llamado y vocación.

Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y Dios le dijo:

“Este es mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de gentes. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbres. Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes. Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti”

Abraham abrazó a Dios y su llamado.
Abraham tomó de la fortaleza que Dios le brindaba,.
Abraham aprendió a caminar delante de él y dejó una descendencia que hizo suyo el llamado de Dios, Dios se llamaría en Abraham: “Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob” tres generaciones comprometidas con el Propósito de Dios.
De ese pueblo, de ese linaje, de esa descendencia, de esa fe nacería la verdadera Simiente, la verdadera promesa, el Mesías, el Hijo de Dios.

El es EL-SHADDAI para tu vida y para tu descendencia.

jueves, 3 de noviembre de 2011

UNA VENTANA ABIERTA UNA NUEVA VISIÓN "Una reflexión en el camino"

UNA VENTANA ABIERTA UNA NUEVA VISIÓN "Una reflexión en el camino.
Por Guillermo Ávila



“En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba las PUERTAS de la ciudad de los damascenos para prenderme, y fui descolgado del muro en un canasto por UNA VENTANA, y escapé de sus manos” 2 Cor. 11:32,33

Hay tiempos en que sientes que toda puerta se ha cerrado y no encuentras ninguna salida. Tocas, llamas, luchas, oras, ayunas, empujas con todas tus fuerza tratando de derribarla, te apoyas en innumerables promesas de Dios, las reclamas y todo es en vano. Dios está en silencio, y no hay respuesta para ti.

Y allí estás, a los pies de esa PUERTA CERRADA completamente rendido(a), la observas ya sin fuerzas, lloras y lamentas impotente tu condición. ¿Te has encontrado en ese lugar?

Quién no lo ha vivido, aún no ha caminado por todos los misterios de la vida.

Son momentos, que se nos olvida que Dios es Dios, y que es Él quien gobierna la historia de los hombres, y determina sus circunstancias, Él es el que abre y cierra puertas: “El verdadero, el que tiene las llaves de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”

Fue Dios quien CERRÓ LA PUERTA de acceso al Huerto del Edén, quien puso querubines con espadas encendidas, para guardar el camino al árbol de la vida. Por determinación de Dios tú y yo nacimos fuera del huerto, sufriendo las consecuencias de aquella determinación.

Fue Dios quien CERRÓ LA PUERTA del Arca que hizo construir a Noé antes del diluvio sobre esta tierra, y aunque muchos gritaron y clamaron para que Noé la abriera y se salvaran, DIOS LA HABÍA CERRADO y ningún hombre podía abrirla.

Son puertas que se cierran por causa de la DESOBEDIENCIA, y solo se abren cuando hay un cambio de actitud, un sincero arrepentimiento y humillación del corazón del hombre delante de Dios. Dios ha revelado el camino y la puerta que nos libera de esta lamentable condición. Jesús es el Camino, Jesús es la Puerta abierta al amor del Padre. Todos podemos acceder, sin excepción.

TAMBIEN hay PUERTAS que Dios cierra para revelar UN PROPÓSITO MAYOR.

No son por causa del pecado o por nuestra desobediencia, son a favor de nuestra OBEDIENCIA.

Está el ejemplo de Pablo en los comienzos de su servicio a Dios, quien de perseguidor de la iglesia se convirtió en predicador en Damasco y deseando OBEDECER a su llamado… “Los judíos resolvieron en consejo matarle, pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las PUERTAS de la ciudad de día y noche para matarle”

El gobernador mandó CERRAR LAS PUERTAS de la ciudad, y procuraron su muerte.

DIOS CERRARÍA PUERTAS para Pablo con el propósito de revelarse a su vida y entregarle UNA VISIÓN renovada de su reino, para que conociéndole de verdad, enfrentara con el Evangelio al fuerte sistema religioso judío.

Haber insistido en abrir aquellas puertas en Damasco, solo habría apresurado su muerte.
Dios estaba presente en el desarrollo de los acontecimientos de su vida, como también está presente sobre los tuyos.

No obstante aquella realidad, PUERTAS CERRADAS, Dios abriría una VENTANA de revelación para Pablo en Damasco, y daría comienzo a una relación de amor con el Señor que le acompañaría por el resto de su vida:

“En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme, y fui descolgado del muro en un canasto por UNA VENTANA, y escapé de sus manos”

DIOS ABRIÓ UNA VENTANA que le permitió tener una renovada VISIÓN de su vida en Cristo, Pablo caminaría y moriría por esa visión.
Dios le transformaría en un vaso útil en el desarrollo de su reino y en la edificación de su Iglesia.
“No fui rebelde a esta VISIÓN CELESTIAL” declararía Pablo en sus postreros días.

“Cuando DIOS HA CERRADO PUERTAS, es que hay UNA VENTANA de revelación ABIERTA”
Las salidas de Dios son siempre gloriosas.

Pablo aprendería que LA VENTANA DE REVELACIÓN (visión celestial) le impartiría la fe, la energía, la fuerza, para orar y perseverar, hasta que Dios ABRIERA LAS PUERTAS, que lo conducirían al cumplimiento de ella, y así lo enseñaría a los creyentes:

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias, orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos ABRA PUERTA para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar”

“TODA PUERTA CONTIENE UNA REVELACIÓN DEL MISTERIO DE CRISTO” La visión determina la misión.

Amigo(a) y hermano(a)

Si Dios ha CERRADO UNA PUERTA delante de ti, no llores más y no lamentes más tu condición, acepta la soberanía de Dios. Dios es bueno y justo en todos sus caminos.

Ora, busca al Señor para que te muestre LA VENTANA de revelación ABIERTA a tu condición. Él conoce tu camino y tú necesidad. Necesitas VERLO, necesitas ver que su voluntad es buena y agradable, que su PROPÓSITO MAYOR traerá el mayor bien de Dios sobre tu vida.
Necesitas una “Visión Celestial” que te levante, te de fuerzas y guíe tu caminar.

Necesitas orar con perseverancia, con fe, con acción de gracias, para que Dios ABRA LAS PUERTAS que te lleven a alcanzar tu VISIÓN en el Señor. En su tiempo Él lo hará. Cristo se manifestará.

“Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una PUERTA ABIERTA, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”

“ENTRAD POR SUS PUERTAS con acción de gracias,…Porque Jehová es bueno;…y su verdad por todas las generaciones”

Tómate de Cristo, hazlo tu visión, ora, persevera, cree, da gracias, ten paciencia y espera. Dios ABRIRÁ esa PUERTA que te conducirá a lo que Dios te ha mostrado en su VENTANA DE REVELACIÓN.

viernes, 28 de octubre de 2011

FUE DEMASIADO TARDE "Una reflexión en el camino"

FUE DEMASIADO TARDE
Por Guillermo Ávila


“Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado” Salmo 32:6

Se cuenta que Steve Jobs fundador de APPLE COMPUTER, un hombre millonario que falleció hace algunos días y fue noticia de nivel mundial, en el año 2003 se le detectó un tumor canceroso en su páncreas, y que por su adhesión al budismo-vegetariano, se negó a una intervención quirúrgica, prefiriendo un tratamiento de medicina natural que resultó completamente inefectivo. Sólo en Julio del año 2004 cambió de parecer y se sometió a una operación, pero FUE DEMASIADO TARDE.

En su biografía habla acerca de su decisión equivocada, y de su arrepentimiento que FUE DEMASIADO TARDE.

EN LA VIDA, DIOS NOS BRINDA MOMENTOS PROPICIOS PARA TOMAR CORRECTAS DECISIONES, Y DEBEMOS APROVECHARLAS.

Las palabras de nuestro texto pertenecen al rey David, rey de Israel, quien cometió un terrible pecado en un relajo moral de su vida, “Se apropió de la mujer de su prójimo e hizo matar a quien fuera su esposo”. Este episodio lo ocultó a los ojos de los hombres y cargó el peso de su pecado durante un largo e interminable año:

 “Mientras callé, se envejecieron mis huesos, en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche

Se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano” “Mis huesos estaban abatidos”

Un sentimiento que refleja el peso de un alma agobiada por su pecado.

Dios le confrontó en su pecado, y le dio un tiempo para el arrepentimiento, que el rey sabia y humildemente aprovechó:

“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis trasgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado!”
"Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos"
“No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”

Dios da un tiempo para el arrepentimiento no importa cuan grande y profundo haya sido nuestro pecado: El rey David lo aprovechó, su perdón recibió y con gozo declaró: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado”

Lamentablemente esta experiencia no ha sido la de todos los hombres, muchos no aprovecharon su tiempo en Dios y FUE DEMASIADO TARDE.

JUDAS ISCARIOTE
 “Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Más ellos dijeron:
¿Qué nos importa a nosotros?
¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata, salió, y fue y se ahorcó”

Judas se arrepintió, no encontró paz para su alma, pero FUE DEMASIADO TARDE.

ESAÚ HERMANO DE JACOB
 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios,…, no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida, vendió su primogenitura. Porque sabéis que aún después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”

Esaú, despreció la bendición espiritual de su primogenitura por un insignificante bien material y temporal (Un solo plato de comida).

Luego Esaú se arrepintió, y con lágrimas la procuró. Lloró, lloró, pero ya no hubo bendición para él, FUE DEMASIADO TARDE.

Hay un tiempo para el arrepentimiento, hay un tiempo para humillar el corazón delante de Dios.
No seamos como Judas o Esaú.

Dios es un Dios de oportunidades, En Jesucristo su Hijo Dios tiene los cielos abiertos, para perdonar a todo aquel que con corazón arrepentido viene a sus pies, no importa cuál haya sido tu pecado, Jesús en la cruz lo ha perdonado.
No desprecies el tiempo en que Dios puede ser hallado, no desprecies a quién HOY a tu corazón ha hablado.

“Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado”
“Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”

QUE NO SEA DEMASIADO TARDE

miércoles, 26 de octubre de 2011

PRESERVADORES DEL PROPÓSITO DE DIOS


PRESERVADORES DEL PROPÓSITO DE DIOS "Una reflexión en el camino" 
Por Guillermo Ávila



“De cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar” Génesis 22:17

Existe en todo hombre, incorporado a su naturaleza y a su espíritu la necesidad de trascender, un sentido y anhelo de eternidad, nadie quisiera morir sin haber hallado el sentido para su vida.

Todos quisieran que  su paso y experiencia terrenal dejara un legado que les recuerde, y que quede en la memoria de quienes vivan para  las próximas generaciones, aunque sea en el plano familiar.
Como declaró alguien: “Plantar un árbol, escribir un libro o tener un hijo”

El hombre se esfuerza por alcanzar algún logro en esta vida, sea en el plano deportivo, político o intelectual; realizar alguna hazaña, que marque su historia; formar una familia, tener un hijo que perpetúe su nombre, no  pasar inadvertido en la vida.

Quién ve frustradas estas expectativas, quien ha visto sólo fracasos en la vida, carga en su interior un sentimiento de insatisfacción y frustración, que en muchos casos le deslizan hacia las drogas, al alcohol, o a un punto donde se pierde todo deseo de vivir. 

No es fácil cargar con este sentimiento de insatisfacción y culpabilidad; verá dañará su salud, destruirá su carácter, o llenará su corazón de amargura y agresividad.

Es muy común verlo en nuestra sociedad. Muchas veces en personas que gozaron de hermosos logros, con tristeza ven como todo se derrumba. 
Sin duda, faltó sabiduría, faltó consejo, faltó presencia y BENDICIÓN de Dios.

Fuimos creados con y para eternidad, no somos el fruto de la casualidad. Somos seres únicos por creación, con sueños y aspiraciones depositadas  por Dios nuestro Padre, en nuestros genes.

¿Cuánto necesitamos  unir los anhelos de nuestro corazón, con  LOS ANHELOS DEL CORAZÓN DE DIOS.


Es el pecado, es el maligno, quien ha venido a matar, a robar y a destruir,  quién anula en el hombre esta inspiración celestial, pero no todo está perdido, hay esperanza, Dios nos ha socorrido.
 
“Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia, hay quién procura vuestra muerte, el diablo, él es homicida desde el principio, él ha venido a matar, a robar y destruir. Yo he venido para darles vida. El que cree en mi aunque esté muerto vivirá, Yo soy la  VIDA ETERNA”

Lamentablemente, muchos son engañados por algunos que ven la obra de Dios como el desarrollo de su propios sueños y proyectos, como el logro de su propio bienestar; ven la obra de Dios como "una empresa" y a los hermanos como "peones" para alcanzar sus objetivos y no los de Dios. 

En consecuencia muchos hermanos terminan frustrados, y se alejan  de las comunidades después de haber entregado gran parte de sus vidas, de su tiempo, de sus recursos a logros terrenales, y no haber alcanzado el Propósito de Dios para su vida y su descendencia. 

¿Ha sido esa tu experiencia?

No busques culpables fuera de ti, nosotros somos lo que decidimos seguir a los hombres y no a Dios y Su Propósito.

El autor y  consumador de nuestra fe, es el Señor.


Esta historia no ha cambiado, y no cambiará mientras gobierne el pecado en el corazón de los hombres.

La historia de la humanidad nos muestra momentos desastrosos, momentos en que parecía que todo estaba perdido, cuando el pecado, la maldad, la violencia todo lo había corrompido, y el corazón de Dios estaba dolido:
“Raeré de sobre esta tierra al hombre, me arrepiento de haberlo creado”

Tiempos en que nadie buscaba agradarle y satisfacer su corazón.  Si rechazamos la vida solo queda la muerte, si rechazamos la luz solo queda oscuridad.

Así una generación trajo la muerte sobre sí:  "Un diluvio que todo lo destruyó" es que no había otro posibilidad a esa condición, “La paga del pecado es muerte”

PERO CUANDO SOBREABUNDA EL PECADO, TAMBIÉN SOBREABUNDA LA GRACIA DE DIOS.

Había una luz de esperanza, Noé halló gracia  a los ojos de Dios, que permitiera PRESERVAR EL SUEÑO DE DIOS, de preservar sobre esta tierra su voluntad.
Sería un nuevo comienzo, sería como un nuevo nacimiento.

Fue una nueva oportunidad para esta humanidad: "Y lo bendijo Dios y le declaró: Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra”

LA BENDICIÓN de Dios sobre los hombres es fundamental, es el recurso divino para alcanzar su voluntad.

ABRAHAM UN PRESERVADOR DEL SUEÑO DE DIOS.

Así comenzaron nuevamente los hombres a multiplicarse y  habitar la tierra, lo hijos crecieron, y los hijos de los hijos nacieron. Diez generaciones, y nació Abraham en quien Dios establecería linaje, escuchando desde su niñez el testimonio del anciano Noé:
“Dios tiene UN SUEÑO, su corazón paternal anhela tener hijos, muchos hijos, UNA GRAN FAMILIA, que refleje SUS ATRIBUTOS, su amor, su fe, su imagen, su corazón sobre esta tierra"

De Noé, ABRAHAM aprendió la fe y su anhelo generacional, y se casó con Sara para formar una familia para Dios, vivía en Babilonia, una nación pagana donde parecía locura el anhelo de su corazón, su esposa estéril, no podía tener hijos, y veía con los años una gran frustración.
A pesar de ser un gran ganadero y exitoso en sus negocios, al  cumplir sus 75 años y no tener hijos, no podía consolar su corazón y en Dios buscaba consolación.

Dios miró desde los cielos y halló gracia en su corazón, que a pesar de su condición nunca renegó de su Señor, en Él depositó toda su esperanza y de Dios vino la respuesta a su oración:

“Sal de tu tierra, de tu parentela, de la casa de tus padres, y haré de ti una gran nación, y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra”

¡Qué llamado a trascender en Dios! y satisfacer conjuntamente su corazón.

En Abraham, Dios no sólo establecería una descendencia terrenal, sino también una descendencia celestial, "Como la arena del mar, como las estrellas del cielo" Así será tu descendencia.
Dios se llamaría así mismo: “Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob” tres generaciones en Abraham y tres generaciones para Dios.

Abraham y Sara salieron en busca de esa PROMESA, caminaron kilómetros y años en pos del cumplimiento de esa Palabra, no les fue fácil, fueron muchas lágrimas, mucho dolor, muchos obstáculos, muchos  problemas, muchas luchas, muchos errores y equivocaciones, pero en cada uno de ellos aprendió a conocer y a caminar con Dios. Y donde Abraham puso sus pies, levantó un altar donde adoró y se consagró a su Dios.

Abraham fue un edificador del ALTAR DEL SEÑOR, Abraham fue un restaurador y preservador del PROPÓSITO ETERNO DE DIOS.
Abraham amó su vocación y vivió para el cumplimiento de su llamado. No fueron sus logros, no fue su trabajo, ni fueron sus negocios, lo que llenó su corazón. Fue dejándolo todo, y aprendiendo de cada proceso der la vida a confiar y a esperar en Dios.

Pasaron largos 25 años para ver el cumplimiento de la promesa del nacimiento de su hijo Isaac, lo que trajo gozo y alegría del Señor a su ancianidad, pero sólo era el cumplimiento de la promesa en su aspecto terrenal, faltaba su consumación celestial.

Dios le ordenó sacrificar sobre el altar a su hijo natural, para hacerlo trascender a un plano celestial: "Abraham entrégame tu hijo, tu único hijo, ofréndamelo en el altar”

Fue una experiencia dura y parecía cruel, pero no había otro camino y otra palabra para obedecer, al disponerse en el altar, su Palabra volvía a alumbrar:

“Por mi mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo, de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar, tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”
Génesis 22: 16-18

Abraham lo sacrificó en su corazón, y en un sentido figurado como está escrito lo volvió a recibir , como un hijo de la resurrección.

La promesa estaba cumplida “Como la arena que está a la orilla del mar” una descendencia terrenal. “Como las estrellas del cielo” una descendencia celestial"
Abraham había aprendido a ofrendar en el altar”

Necesariamente TODO lo natural y terrenal debe pasar por el altar, para transformarse en un Don celestial. 

Jesús se ofreció en nuestro lugar en un altar, para transformar nuestras vidas en un Don celestial.
"Voy pues, a preparar lugar para vosotros, para que donde yo estoy ustedes también estén, en la casa de mi Padre, donde muchas moradas hay"

Fue en la cruz, donde Jesús preparó un lugar para nosotros junto a Dios.

Es necesario que esto natural sea transformado, para heredar su Reino Celestial.
Es necesario morir para poder vivir.

TODO lo que somos, todo lo que tenemos, si queremos verlo trascender en Dios, deberá pasar necesariamente por SU HIJO, por LA CRUZ, y debe ser ofrendado en el altar, a los pies de Jesús.

¿Quieres ver tu vida trascender?
¿Quieres ver tus hijos trascender?
¿Quieres ver tus bienes y logros trascender en Dios?
¿QUIERES SER UN PRESERVADOR DEL PROPÓSITO DE DIOS?
Los deberás ofrendar en el altar a los pies de Jesús.

TODO, SIN EXCEPCIÓN debe pasar por la CRUZ

Porque todo lo que está en los cielos, lo que está en la tierra y debajo de la tierra, debe ser reunido en Cristo.
Ese, es el triunfo final de Dios, la consumación de su Propósito Supremo en el hombre. Creados para su completa satisfacción.
La Iglesia, son los hijos de la resurrección, hombres y mujeres nacidos en Cristo para su entera satisfacción.

¿Cuál es tu sueño?
¿Cuál es tu proyecto de vida?

No te dejes engañar, has del sueño de Dios tu sueño, haz de tu experiencia terrenal, una experiencia CELESTIAL.
Se UN PRESERVADOR DEL PROPÓSITO DE DIOS.
“De cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar”

UN LEGADO TERRENAL Y UN LEGADO CELESTIAL

martes, 11 de octubre de 2011

NO SIEMPRE SERÁ DESIERTO "Una reflexión en el camino"

NO SIEMPRE SERÁ DESIERTO "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Avila

"Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará de júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la hermosura del Dios nuestro"
Isaías 35:2

Hay un monte en Israel, ubicado en una región montañosa árida y seca, de unos 550 metros de altura que goza todo el año de una belleza sobrenatural, su fertilidad y vegetación le hacen ser muy especial.
Las Escrituras lo resaltan por su hermosura y belleza, fue de inspiración profética para resaltar la gloria y plenitud de la iglesia restaurada.

Quienes han investigado buscando una causa para este fenómeno de la naturaleza, han descubierto que un rocío matutino le visita cada día brindándole la humedad necesaria, para mantener tan exuberante vegetación, que contrasta con la sequedad de los montes que le rodean.

Su nombre es el Monte Carmelo, su significado en árabe es “Jardín de árboles” y en hebreo “Viñedos de Dios,” famoso en la antigüedad por su hermosos viñedos producto de su fertilidad.

Hoy es considerada una montaña sagrada, donde se han erguido múltiples altares y monasterios religiosos, a sus pies se encuentra la ciudad de Haifa y algunas pequeñas aldeas.
Fue en este monte donde el gran profeta Elías desafió a los profetas de Baal haciendo descender fuego del cielo en tiempos del rey Acab, demostrando delante de todo el pueblo que Jehová el Dios de Israel era el verdadero Dios, haciendo volver el corazón de ese pueblo  a su Dios. ¡Qué testimonio de fe y obediencia a Dios!

Todo este cuadro es una hermosa ilustración de la vida del creyente.

¿Estás como el Monte Carmelo gozando de la abundancia de la gracia de Dios?
¿Estás gozando del favor diario de sus misericordias que son nuevas cada mañana?
¿Está tu boca llena de alabanza y gratitud por la abundancia de su vida sobre ti?
¿Es esa tu realidad de vida?

O tal vez te sientes como uno de esos montes de su alrededor, codiciando y envidiando su verdor, y la bendición de Dios sobre el Monte Carmelo, sintiéndote desprovisto de su gracia, seco y sin fruto. Sumido(a) en la desesperación, en el dolor, la impotencia, el abandono, la soledad, envuelto en  sentimientos de amargura, culpa o de rencor.
Yo me he sentido así más de alguna vez en mi vida.

Si esa es tu condición, esta palabra es para tí:

“Que se alegre el desierto, y la tierra seca,
Que se llene de alegría, que florezca,
Que produzca flores como el lirio,
Que se llene de gozo y alegría.
Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano,
Tan fértil como el Carmelo, y el valle de Saròn.
Todos verán la gloria del Señor,
La majestad de nuestro Dios” Isaías 35:1,2

Alza tus ojos te dice el Señor, no busques culpables, y no mires más a tu alrededor,
No busques más en ti mismo, porque nunca serás tú, ni nadie que te rodea, la fuente de tu bendición.
Mira a la cruz, es allí donde Dios rasgó su corazón haciendo brotar su rocío, esa fuente de Agua Viva  que brota de su costado herido, un río de agua viva que traerá sobre ti la abundancia de su amor.

Dios nuestro padre así lo determinó, fue en su Hijo, y en la cruz donde toda maldición quitó y de  todos nuestros pecados nos limpió.

¡Miradle a El!
Porque en ningún otro hay salvación.
Déjale entrar y morar en tu corazón.
Es el Espíritu del Cordero de Dios, que como en tiempos de Elías descendió sobre el altar, descenderá también sobre el altar de tu corazón, y con su fuego  quemará toda amargura, quitará toda terquedad, y establecerá su humildad. Así como la lluvia  descenderá y su fertilidad te bendecirá, hará brotar su fruto, te alegrará, y en ti se gloriará.

Y comprenderás que todo lo vivido era parte de su plan, para que puedas ver y con tu corazón puedas entender que no era por ti ni para ti, que es y será siempre por su infinita gracia, la expresión máxima y más alta del infinito amor de Dios, que excede a todo conocimiento, y como el salmista David también podrás confesar: "Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar"

No siempre será desierto.



DÉJALE QUE MALDIGA

DÉJALE QUE MALDIGA "Una reflexión en el Camino"
Por Guillermo Avila


“DÈJALE QUE MALDIGA… ACASO JEHOVÀ MIRE MI AFLICCIÒN Y CAMBIE EN BIEN SUS MALDICIONES DE HOY” 2 Samuel 16:11b y 12


Ninguna otra cosa prueba tanto el carácter cristiano de un discípulo, que cuando alguien habla mal de él,  descubre su corazón y expone su realidad espiritual.

Es el horno de fuego que prueba el fundamento de nuestra fe, si es oro puro, piedras preciosas, o es simplemente madera, heno u hojarasca que será quemada; dejando brotar en el corazón raíces de amargura, quejas y resentimientos.

Las palabras de nuestro texto son expresadas por el rey David, cuando su hijo Absalón, a quien había favorecido y perdonado por el asesinato de su hermano Amnón se rebela contra él, con la intención de arrebatarle el reino. 
El rey tuvo que apresuradamente abandonar Jerusalén y huir al desierto, y Simeí, descendiente de la casa de Saúl aprovechando esta condición de debilidad de David, lo siguió por el camino arrojándole piedras, y maldiciéndolo por un largo trecho ante la impaciencia de quienes lo acompañaban. 
Resalta en esta humillación de David su sometimiento total a la voluntad de Dios, esperando y confiando plenamente en Él, y sin perder de vista a su Señor, declara estas palabras:
 
"Déjale que maldiga,... acaso Jehová mire mi aflicción y cambie en bien sus maldiciones de hoy"

Cuánta gracia de Dios se requiere, para soportar la incomprensión, la humillación, un juicio desfavorable, o una respuesta no amable; sin reaccionar impulsivamente.

Como resalta la pureza, la brillantez y la hermosura del carácter de nuestro Señor Jesucristo al enfrentar la humillación de un juicio injusto, su tortura injusta, y su crucifixión, como lo expresa el profeta Isaías:

“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
Como un cordero fue llevado al matadero,
Como una oveja delante de sus trasquiladores,
Enmudeció, no abrió su boca.”

Sólo la gracia de Cristo en nosotros, por medio de su Espíritu Santo,  nos permitirá ver LA RIQUEZA Y BENDICIÓN escondida detrás de cada prueba de humillación; y no poner la atención en los agravios y en los enemigos, que convierten nuestra vida en un continuo campo de batalla y desolación.

Es poner fe en Jesús y su reino, y ver cómo Él obra en medio de esas circunstancias.

Dios nos conceda más del Espíritu de su Hijo, “Quien cuando le maldecían, no contestaba con maldición, cuando padecía, no amenazaba, sino que ENCOMENDABA LA CAUSA al que juzga justamente” para seguir sus huellas y pasos sobre esta tierra. Considerando a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Si Dios restableció a David como rey sobre Israel y sofocó la rebelión de Absalón.
Si Dios exaltó a su Hijo, quien sufrió la cruz menospreciando el oprobio, y sentándolo a su diestra en su trono.

El mismo Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en su Hijo, es quien nos dice por boca del apóstol Pedro:
"Después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá bajo su reino" 
El sacará a luz su gloria y exaltación,
 y a Él daremos alabanza, y adoración.
Déjale que maldiga.

lunes, 10 de octubre de 2011

LA NECESIDAD DE PERDER "Una reflexión en el camino"

LA NECESIDAD DE PERDER
Por Guillermo Avila


"Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.” 1 Reyes 17:7

Nuestra formación como discípulos de Cristo no puede ser perfeccionada sino pasamos por un necesario proceso de pérdida, de hecho Jesús fue muy claro y directo en su llamado a quiénes pretendían ser sus discípulos:
"Si alguno quiere ser mi discípulo debe negarse asimismo, debe estar dispuesto a renunciar a todo y tomar su cruz cada día”
Lamentablemente no a todos se nos presentó el Evangelio del reino con esa claridad, en consecuencia no podremos eludir este proceso si de verdad queremos crecer y madurar como discípulos en nuestra vida espiritual, para efectivamente colaborar y servir conforme al Propósito Eterno de Dios.
Lamentablemente hoy se presenta un Evangelio distorsionado, donde se enfatiza el beneficio del hombre por sobre el beneficio y la gloria de Dios. Se olvidaron que es el pecado quién nos centra en nosotros mismos, y el evangelio nos centra en Dios. Para su gloria fuimos creados.
La prioridad del Evangelio es que los hombres busquemos y nos sujetemos al Reino de Dios, no es dejar de sufrir, alcanzar nuestra realización personal y menos llegar ser millonarios. Cuando los hombres nos sujetamos al Reino de Dios, dejamos de sufrir por causa del pecado, dejamos de vivir egoistamente, dejamos de pensar en nosotros mismos, en muchas oportunidades nos llevará al sufrimiento por causa de Cristo. Lo fundamental es que Jesucristo es nuestro Señor.
Debemos aprender, que el perder contribuye a nuestra ganancia espiritual, que el fracaso y el desvanecimiento de muchas cosas que considerábamos de valor nos permiten madurar en el Señor. Que las inseguridades materiales de la vida contribuyen a nuestro establecimiento espiritual, y a establecer el verdadero tesoro que nos hace trascender por la eternidad.
Es el amor de Dios quien nos sostiene, y Él hará que todas las cosas de la vida ayuden al cumplimiento de su Propósito creacional en nosotros: "Ser conformados a la imagen de su Hijo"
Elías fue un hombre de fe, llamado por Dios para restaurar la vocación espiritual de su pueblo Israel, en el desarrollo de su llamado, experimentó la dádiva de Dios sobre su vida junto al arroyo de Querit, allí Dios le sustentó por un tiempo, en ese lugar los cuervos le traían pan y carne por la mañana y por la tarde, en ese lugar  bebía agua del arroyo, pero declaran las Escrituras,..."que  pasados algunos días el arroyo se secó"
ESTE ES UN CUADRO DE LA VIDA DE TODOS NOSOTROS, refleja nuestro ayer, nuestro hoy, y es profético para  nuestro mañana.
Tenemos que aprender la diferencia entre confiar y depender del don, y confiar y depender del Dador del don. El don puede ser bueno y sustentarnos durante un tiempo, pero el Dador del don es el Amor y sustentador Eterno.
Fue un momento duro para Elías, y de meditación  junto al arroyo seco, pero cuando llega a Sarepta de Sidón, donde Dios le dirige, todo le sería claro como la luz del día, donde la gracia de Dios le volvería a sustentar. El es Dios de llamado y de toda consolación.
Las palabras duras de Dios y sus “NO”, no siempre serán sus últimas palabras.

Las pérdidas y aflicciones de la vida no son necesariamente nuestro final, son solo parte de un proceso necesario, para llevarnos a su final, el cumplimiento de SU PROPÓSITO en nuestras vidas y familias.
Nuestras lágrimas no son el fin, son un medio para alcanzar el consuelo de Dios, y para limpiar nuestros ojos que nos permitirán ver lo que Dios nos quiere revelar.

Sin este proceso Elías no podía madurar, necesitaba aprender a confiar y a depender de  Dios. Elías tenía que aprender en Querit a vivir y a caminar por fe, y así confrontaría las tinieblas y rompería las obras del maligno sobre la mente y el corazón de su pueblo. Así vería  como los cielos se abrirían para derramar el Fuego del Espíritu, que secaría y limpiaría el altar derribado, y sería testigo de cómo Dios derramaría sobre su pueblo la verdadera Agua, que traería un renovado fruto que satisfacería su corazón.

¿HAS VISTO SECARSE EN TU VIDA ALGUNA FUENTE TERRENAL?
No tengas temor, es solo el medio para que en Cristo aprendas a confiar.
Si algún arroyo en tu vida se ha secado y te has amargado, sin duda, hay un aspecto en tu fe que no ha sido aún perfeccionado. Si aprendes a esperar, a confiar y adorar en debilidad ¿Cuánto gozo traerá su consolación?
Pero si tu fe en Cristo ha madurado, entonces como Habacuc brotará un canto de adoración a tu amado, esperando de su Fuente Eterna la consolación que traerá a tu corazón:

“Aunque la higuera no florezca
Ni en las vides haya fruto,...
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová, el Señor, es mi fortaleza.”