miércoles, 6 de noviembre de 2013

¡BASTA DE MIGAJAS!


¡BASTA DE MIGAJAS! “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila

                                



“Cuando Jesús lo vio  allí acostado y se enteró del mucho tiempo que llevaba así (38 años), le preguntó: ¿QUIERES SER SANO?
El enfermo le contestó:
Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se remueve el agua. Cada vez que quiero meterme, otro lo hace primero.
Jesús le dijo:
¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su camilla, y anduvo”

El “ESTANQUE DE BETESDA”  es el lugar donde ocurre esta historia,  se ubicaba en la parte trasera del Templo de Jerusalén, junto a la PUERTA DE LAS OVEJAS, puerta de servicio usada para el ingreso de los animales preparados para los holocaustos. Estos estanques se habían usado como  lavaderos de los animales a sacrificar, pero que al tiempo de Jesús,  los sacerdotes del Templo  los habían transformado en un lugar de “MIGAJAS DE MISERICORDIA” donde  multitud  de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que no tenían acceso por reglamentación sacerdotal al Templo, se ubicaban en  este maloliente e insalubre lugar sustentados por la  esperanza  de que “de vez en cuando” un ángel removiera sus aguas, y permitiera que uno de entre TODOS fuese sanado.

Estas discriminatorias decisiones humanas  tergiversan el  gran amor de Dios, y su buena voluntad frente a  las dolorosas realidades humanas, creando estas "instancias religiosas"  de MIGAJAS DE MISERICORDIA, que solo acrecientan el dolor y la miseria humana, pervirtiendo la maravillosa imagen de Dios y transformándola para la gente, en la imagen de un Dios sin misericordia, discriminatorio y cruel.

Dios había diseñado y establecido “EL TEMPLO” como el lugar de SU MORADA  en medio de su pueblo, para que TODOS sus hijos viniesen a adorar  trayendo sus ofrendas de gratitud, donde todos celebraran con alegría sus fiestas recordatorias del inmenso amor, y cuidado  de Dios a  través de su historia.

Era un lugar para orar y entregar sus cargas.
Era un lugar para recibir  perdón y tomar nuevas fuerzas para la vida.
Era el lugar de comunión de Dios con su pueblo.

Lamentablemente los sacerdotes lo habían transformado en una cueva de ladrones y de mercado.

Los sacerdotes lo habían transformado en un  centro de poder político y religioso sobre la nación, un lugar  inaccesible para los pobres, ciegos, cojos paralíticos y enfermos.

Hoy hay muchos lugares con similares características y tantos otros lugares de difícil acceso para los pobres y necesitados, ¿Cuántos enfermos mueren en los pasillos, en largas esperas, sin recibir una adecuada atención médica?

“El celo de Dios” estaba sobre Jesús al visitar Jerusalén y su templo en una de sus fiestas, a pesar de los cánticos, y aparente alegría del pueblo, Jesús sabía que esa alegría no alcanzaba a todos sus hijos, y que había una multitud que no disfrutaba de la fiesta, y se encontraba  en un lugar de dolor y sufrimiento, oculto a la vista de todos los visitantes y turistas de Jerusalén, era EL ESTANQUE DE BETESDA.

Jesús sensible al dolor humano, y consecuente a su misión en favor de los desvalidos y perdidos cruza el templo, atraído por los gemidos de dolor, de impotencia y frustración de aquella multitud de cojos, ciegos, enfermos y paralíticos, impedidos de disfrutar de tantos beneficios y regalos de la vida, y que debían conformarse con  “competir” por unas MIGAJAS DE MISERICORDIA, atribuidas a un ángel que de “vez en cuando”  removía las aguas del estanque, para permitir  que solo UNO de toda aquella multitud, fuese sanado.

Eso es lo que lamentablemente hace la “religión”, discrimina, desarrolla la competitividad por los beneficios de la fe, transforma las inagotables misericordias de Dios en actos de MIGAJAS DE MISERICORDIA, manipulando la abundancia de los beneficios de la gracia de Dios, para los egoístas intereses de una élite dominante y abusiva.

Jesús vino a deshacer las obras del diablo, Jesús vino a sacar a luz y a manifestar las tinieblas, Jesús vino a salvar lo que estaba perdido.

“El Espíritu de Dios está sobre mí, fueron sus palabras. Me ha enviado Dios a dar buenas nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos”

Jesús vino como "AGUA VIVA" sobre una sociedad quebrajada por la sequedad del pecado, y de las injusticias de la vida.

¿QUIERES SER SANO?
Fueron las palabras que como un rayo de luz irrumpen en medio del dolor, de los labios de Jesús.

Quien ha vivido 38 años bajo un sistema religioso discriminatorio, como este paralítico junto al estanque,  no puede concebir  en su mente tanta bondad y misericordia a su alcance, está bloqueada por las innumerables  experiencias frustradas,  sus oídos están atrofiados y contaminados por la incredulidad ante tantas injusticias vividas. No pueden oír  y creer la PALABRA DE DIOS, que viene como un bálsamo sobre su vida quebrajada: ¿QUIERES SER SANO?

“Señor, no tengo quien  me meta en el estanque cuando se agita el agua, no tengo quien me ayude a arrastrarme por el suelo, cuando yo voy,  otro lo ha hecho primero”

Esa fue su respuesta, cuando bastaba solo un ¡SÍ, QUIERO!

No son similares sus argumentos a los nuestros, cuando viene  la PALABRA DE DIOS sobre nuestras acumuladas frustraciones e imposibilidades. Satanás y la vida se han encargado de edificar fortalezas de incredulidad en nuestras mentes que nos impiden creer y confesar, a pesar de nuestra inmensa necesidad, un ¡SI QUIERO!

¿QUIERES UN MILAGRO?
¿NECESITAS UN MILAGRO?

Jesús conoce tu dolor, y viene ante tu sufrimiento.

SU PALABRA  ES CREADORA, ES ESPÍRITU Y ES VIDA, cual espada de dos filos en sus manos, cruza los umbrales de la religión, del dolor, cruza los umbrales de la frustración y de la impotencia humana, para tocar tu espíritu adormecido e impartirle su vida:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

El paralítico tenía que sacar la vista de sí mismo, tenía que sacer los ojos de su frustrada racionalidad, y ponerlas en la Palabra Viva que Dios le estaba entregando:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Eran como una corriente de vida en su interior, que empezaba a correr por sus venas cuando escuchaba:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Es el poder de LA PALABRA DE DIOS, es el  poder de su PALABRA CREADORA, la misma PALABRA que transformó una tierra cubierta de caos y tinieblas en un lugar maravilloso, con un sol que alumbra y nos deja ver la belleza de su creación.

LA PALABRA DE DIOS abre e ilumina su entendimiento, la palabra de Dios libera su imaginación oscura y negativa para verse en UN NUEVO TIEMPO, para verse corriendo y realizando aquellas cosas que por 38 años no había podido realizar:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Podía sentir esa corriente como fuego en sus pies volviéndolos a la vida, podía sentir el poder de la Palabra sobre su mente y sobre su cuerpo impulsándolo a ponerse en pie, a tomar su camilla, y correr por las calles de la ciudad  llevando esta buena noticias a los suyos.

¿Cómo el pecado a frustrado el sentido y el valor de la vida humana?

De verdad creo que con la visita de Jesús, ese estanque de Betesda quedó vacío, ya no se necesitarían más sacrificio de animales, más sacrificios de dolor y sufrimiento, porque Jesús cargaría en la Cruz todos nuestros pecados, y sanaría todas nuestra dolencias.

La PALABRA  de Dios no ha cambiado, sigue vigente para todos los hombres, y está vigente para tu condición hoy, en los labios de un Cristo resucitado que te dice no te conformes,  ¡BASTA DE MIGAJAS!
 
Jesús ha venido para darte vida y Vida en abundancia, una Vida que no se acaba con la muerte, continua por toda la eternidad: Yo les doy VIDA ETERNA.

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!
 
Hoy Dios cambia tu condición, hoy es el comienzo de un nuevo día:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Por esta Palabra Dios rompe cadenas de dolor, rompe ligaduras de impiedad, derriba y deshace fortalezas mentales de incredulidad y racionalidad, imparte vida y vivifica tu espíritu, trae fe y aliento a tu corazón, cualquiera sea tu condición:

¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA, Y ANDA!

Y sumérgete en la abundancia de SUS MISERICORDIAS: “BASTA DE MIGAJAS”

 

 

 

miércoles, 30 de octubre de 2013

HIJOS CON PROPÓSITO

HIJOS CON PROPÓSITO "Una reflexion en el camino"
Por Guillermo Avila




Lamentablemente hoy nacen muchos hijos sobre esta tierra sin un propósito definido para sus vidas. Muchos de ellos fueron gestados sin amor, sin ninguna planificación, sin fe y sin esperanza. Tal vez fue el fruto lamentable de una violación, de un enamoramiento ciego e irresponsable, de la inmadurez de la adolescencia, de una reacción de rebeldía, por egoísmo, por envidias, celos, un capricho o simplemente porque quedó embarazada.

Estos hijos en su mayoría crecerán sin propósito en la vida, cargando en sus inocentes corazones las frustraciones, resentimientos o insatisfacciones de sus propios padres, las que sin duda, se irán acrecentando en el trascurso de sus vidas, sobrellevando traumas psicológicos, problemas de adaptación, de personalidad, inseguridad, complejos, agresividad, esquizofrenias, etc.

Una vez escuché la expresión de un hombre cargado de violencia, odio y resentimiento: “Soy así por VENGANZA, venganza por haber nacido”

¿Cómo hemos podido alejarnos tanto del maravilloso propósito divino para la gestación de los hijos?

¿Cómo el pecado y nuestra desobediencia pueden robarnos tanta bendición?

Si Dios creó al hombre y le construyó una HERMOSA CASA en un HUERTO, rodeada de preciosos árboles, de todas las especies, variadas plantas y todo tipo de flores, hermosas aves, animales, ríos, etc.
Los creó en amor para su placer, les dio su imagen, les compartió su amistad y compañía, los bendijo para que fructificaran y se multiplicaran bajo su protección y bendición sobre esta tierra, hasta llenarlo todo del conocimiento de la gloria de Dios, como las aguas cubren el mar.

"Los hijos son herencia de Jehová, cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” “Bienaventurado el que llenó su aljaba con ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta” “Los hijos son como plantas de olivos alrededor de su mesa” Son su defensa ante cualquier juicio o acusación. Es el fruto de todo varón que teme a Jehová.

ES LA PROPUESTA DEL REINO DE DIOS PARA EDIFICAR UNA SOCIEDAD SANA Y BENDECIDA: “HIJOS CON PROPÓSITO”

Los hijos necesitan saber y conocer la revelación del Propósito de Dios para sus vidas, el por qué y para qué de su existencia sobre esta tierra.

Los hijos necesitan padres comprometidos con el Reino de Dios, conocedores de su Propósito, para su familia y formación de sus hijos.

Padres que revelen a sus hijos: “Que son herencia de Jehová, que Dios los entretejió en el vientre materno, y que ha determinado un destino y propósito para sus vidas, que no necesitan vagar en oscuridad buscando descubrir por si mismos una razón para vivir”

Los hijos necesitan saber que Dios les ha amado desde antes de la fundación del mundo, que su amor es eterno e incondicional, independiente a sus errores y debilidades en el desarrollo de sus vidas.

Los hijos necesitan crecer junto a padres que les amen como Dios les ha amado en Cristo, padres que revelarán la maravillosa paternidad de Dios, paternidad que les acompañará durante toda la vida y por toda la eternidad.

Los hijos necesitan crecer en una familia con padres fieles, honestos, que hablen verdad, que no sean iracundos ni soberbios, que sean hospedadores, justos, amantes de lo bueno, dueños de sí mismos, sin vicios que deshonren su integridad.
Padres obedientes, sumisos y humildes, de quienes aprenderán la obediencia y la humildad.

Los hijos necesitan crecer junto a padres que se aman, que se respetan, que les entregan juntos una cobertura de amor, afecto, corrección, disciplina y amonestación del Señor, para verles crecer sanos física, emocional, y espiritualmente.

Los hijos necesitan saber que Dios los ha provisto de dones y gracia, que deben descubrir y desarrollar en sus vidas para poner al servicio de su Propósito y de los demás.

Los hijos necesitan crecer en una familia unida, junto a otros hermanos con quienes aprendan a compartir, a amar, a negarse asimismo, a pedir perdón, a servir y a respetar a los demás.

Los hijos necesitan crecer en un contexto de pueblo de Dios, constituido por hombres y mujeres que lo confiesan como Señor, que le aman y que viven bajo su temor, que se respetan, se honran los unos a los otros, comparten con sencillez de corazón sus alegrías y tristezas, y sobrellevando las cargas los unos con los otros.

Los hijos necesitan crecer en un contexto social para aprender la misericordia, la solidaridad, la tolerancia y la generosidad, donde puedan expresar la vida de Dios, dar testimonio de su amor y colaborar con la restauración de su Propósito Eterno sobre esta tierra.

Sin la presencia y bendición de Dios es una misión imposible, pero Él dijo: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin"

HIJOS CON PROPÓSITO son el fruto de Él, por Él y para Él.

lunes, 21 de octubre de 2013

ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS


ENSÉÑANOS  A CONTAR  NUESTROS DÍAS “Una reflexión en el Camino”
Por Guillermo Ávila


“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance  sabiduría” 
Salmo 90:12
Estas palabras corresponden a Moisés, meditadas tal vez en el desierto, cerca de cumplir sus ochenta años, al ver que todos sus sueños y esperanzas iban muriendo  juntamente con él.  

E
n el versículo 10 escribe:
“Setenta son los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta ochenta; pero el orgullo de vivir tanto solo trae molestias y trabajo. ¡Los años pasan pronto; lo mismo que nosotros!”

Quién conoce la historia de Moisés, sabe que Moisés realmente comenzó  a vivir y a escribir su historia a sus ochenta años; cuando Dios se le revela  en aquella zarza ardiendo en medio del desierto, cuando lo llama a la gloriosa misión de rescatar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.

Muy poco sabemos de esos cuarenta años en el desierto antes de su llamado, es como un paréntesis en su vida, importantes sin duda para su formación, pero intrascendentes frente a la maravillosa historia que Dios comenzará a escribir en su vida.
Como también fue un paréntesis para la historia de ese pueblo, esos cuarenta años de más en el desierto, donde toda esa generación de varones rescatados de Egipto murieron, sin entrar en la Tierra Prometida, de los cuales sólo Josué y Caleb de toda esa generación registrarán sus nombres en la historia de la conquista de esa Tierra.

Sin duda, la manera en que nosotros los hombres contamos nuestros días sobre esta tierra, son muy distintos a como Dios los cuenta desde el cielo. 
Nuestra historia terrenal, nuestros  planes y sueños, pudieran ser significativos a nuestros ojos, pero intrascendentes a los ojos de Dios.
Podríamos  ser un profesional,  un político, o un empresario exitoso; y  haber alcanzado numerosos logros en esta vida, pero delante de Dios estar muerto, y sin una historia que trascienda en Él. 
Muchos un día con tristeza y angustia, por no tener ya otra oportunidad en la vida,  como fue la historia de Lázaro y el hombre rico contada por Jesús; se presentarán delante del tribunal de Dios desnudos,  sin ningún haber a su favor como fruto de la multiforme gracia de Dios recibida.

La verdadera historia del hombre delante de Dios, comienza a escribirse con su “nuevo nacimiento” en Cristo, donde Dios le hace una nueva creación, para caminar en las obras que Él ha preparado de antemano para el desarrollo de su vida. 
Lo que fuimos antes, las Escrituras las califican como obras muertas, de las cuales Dios nos ha rescatado.
La redención en Cristo es el medio para restaurarnos a su diseño original.

Como enseñó Jesús: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y al polvo volverá.
Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es; y  vuelve a Dios"
Cuando nacemos de nuevo, (del agua y del Espíritu), somos restaurados en la historia de Dios, y somos inscritos en el registro civil del cielo, en el libro de la Vida.

Desde ese día, comenzamos a escribir nuestra verdadera historia, según su calendario.
Podemos tener 15, 20 o 30 años desde nuestro "nuevo nacimiento" según el calendario humano, pero ser sólo un bebé espiritual para Dios, sin ninguna madurez y sin ningún fruto a nuestro haber, para presentarnos delante de Él.

"De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí"  
"Él cuál pagará a cada uno conforme a sus obras"

Nuestros años se cuentan conforme a su Propósito en nuestras vidas, y se cuentan según sus días, porque un año es mucho tiempo para enmendar o corregir el corazón.
Debemos evaluarnos cada día en nuestro caminar y no cada año.
Es sorprendente  encontrar en las Escrituras largos periodos de tiempo, que no son registrados por Dios en la historia humana, largos periodos de oscuridad, cuando su pueblo era sometido por sus enemigos, o como  aquellos más de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, donde solo se registra su continuo clamor delante de Dios.
 
¿Qué historia estamos escribiendo?
¿Será una historia con registro celestial?

“Enséñanos a contar nuestros días, de tal modo que traigamos al corazón sabiduría" es nuestro texto.
Amigo(a) y hermano(a):
En Cristo hay Buenas Noticias, hay esperanza, porque podemos  revertir nuestra realidad, y podemos comenzar a escribir una historia que trascienda delante de Dios. 
Debemos reconocer y arrepentirnos de vivir tiempos perdidos y desenfocados de su historia.
Debemos con  humildad rectificar y enmendar nuestro camino, para volver a nacer y vivir para Él.
De nuestras historias perdidas y oscuras solo quedará un registro, nuestro clamor delante de Él.

"Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"

"Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo"
"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros, a causa de vuestra desobediencia, y comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca más seréis avergonzados"

Así comenzará este nuevo registro, esta nueva historia que escribiremos delante de Dios, es una nueva vida y es sobrenatural.

"Si alguno está en Cristo, es una nueva creación, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas"

El Señor alumbrará nuestra oscuridad; restituirá y restaurará los años perdidos; y traerá con ellos su bendición sobre nuestras vidas, para marcar una descendencia que escribirá también una nueva historia para Dios.

Esta palabra de Dios determinará tu destino y tu historia:
"Porque la Palabra que he puesto en tu boca, y el Espíritu que he puesto en tu corazón, no faltará en la boca de tus hijos, y de los hijos de tus hijos, hasta la tercera y cuarta generación"

“ENSÉÑANOS A CONTAR NUESTROS DÍAS, DE TAL MODO QUE TRAIGAMOS AL CORAZÓN SABIDURÍA”

jueves, 10 de octubre de 2013

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! Una reflexión en el camino


Una reflexión en el camino ¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS! 
Por Guillermo Ávila



“Si conocieras el Don de Dios; tú le pedirías, y Él te daría Agua Viva,…y el agua que Él te dará será en ti una fuente de agua que salte para vida eterna” Juan 4:10,14
Dios busca y buscará incansablemente una oportunidad en nuestras vidas, para revelarnos su Propósito redentor.
Es Él, el verdadero amor que no busca su propio bienestar sino el del otro, y Jesús no será la excepción en nuestra historia.

Jesús  cansado del camino al pleno  calor del mediodía, y mientras sus discípulos van a comprar algo de comer se sentará junto al pozo de Jacob, ubicado en las tierras que Jacob heredó a su hijo José, en la ciudad de Sicar de Samaria, y en ese lugar esperará y  abordará a una mujer de Samaria, que vendrá a ese  pozo con el propósito de sacar agua para sus necesidades cotidianas.
Jesús revelará  su divinidad como el “Agua Viva” y su humanidad  expresada en el cansancio, hambre, y sed  a esta necesitada mujer.

Dios ha creado para ella esta maravillosa oportunidad en su vida, Él, quién conoce todas sus frustraciones y sinsabores con que la vida le ha golpeado, esta mujer  no despreciará la visitación de Dios a su vida.
¡DAME DE BEBER DE ESA AGUA!  será su respuesta.

¿Qué es el Agua Viva, y que efecto produce en quien la bebe?
El Agua Viva sacia la sed espiritual del hombre, y lo transforma.

El Agua Viva produce santidad, imparte Vida Eterna, y conforma al hombre a la imagen de Dios.
El Agua Viva tiene poder sobre el pecado, y sobre la muerte.

El Agua Viva sólo puede encontrarse en un POZO VIVO.
Jesús es ese Pozo Vivo, Jesús es esa Agua Viva que Dios ha enviado, para derramarla sobre cántaros humanos, cántaros de carne y hueso.

“Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, les daré un corazón nuevo, pondré mi Espíritu en ellos, y profetizarán de las virtudes y maravillas de Dios” anunciaban los profetas, y en Cristo esa Gloria se hizo palpable y visible a todos los hombres.
Nuestra  historia acontece junto al pozo de Jacob, e involucra tres  personajes de la historia humana, que en su tiempo y generación, gustaron y bebieron de su Agua Viva.

1.- JACOB, quien construyó el pozo.
2.- JOSÉ su hijo, quien lo heredó.
3.- LA MUJER  SAMARITANA, que viene al  pozo para saciar su necesidad de agua.
LA EXPERIENCIA DE JACOB

Jacob representa la lucha del hombre con su propia naturaleza en su búsqueda de Dios,  y refleja la obra del  Espíritu Santo guiándolo, para alcanzar este objetivo divino.

Jacob es  ejemplo de como el hombre procura con su astucia y engaño, (habilidades humanas),  erróneamente  alcanzar la bendición de Dios, resistiendo la sabiduría y consejo divino, y prolongando el proceso hasta el pleno quebrantamiento de su alma que para  Jacob, significaron largos 20 años, bajo la disciplina de  su amor.
Este proceso culminará exitosamente para en un lugar llamado Peniel, lugar donde Dios lo confrontará consigo mismo y salvará su alma. Desde ese día Jacob será llamado Israel, (príncipe de Dios), y pasará  a formar parte del linaje divino sobre esta tierra.

En Peniel Jacob tocó fondo en su vida, pero también fue el lugar donde se encontró con Dios cara a cara, y  pudo beber de su  AGUA VIVA,  salvar su alma, y ser transformado de un hombre engañador en un príncipe de Dios. Ese fue  el verdadero Pozo de Jacob,  y que dejó como herencia a su hijo José.

LA EXPERIENCIA DE JOSÉ
José fue un hijo  amado y deseado.
Fue un joven cercano al corazón de su padre Jacob,  soñador y positivo para enfrentar la vida, pero su actitud despertaría la envidia, y el celo de sus hermanos, que procurarían su mal y su muerte.
Como consecuencia de ello, José sería confrontado a  la muerte en un  pozo de parte de sus hermanos,  donde experimentaría la misericordia de Dios que le salvaría, fue ese el lugar donde comenzó  a beber de  su Agua Viva, que lo sostendría y sustentaría  durante largos y penosos años en Egipto, donde sería vendido por sus hermanos. Pero Jehová estaba con José.

En Egipto gustará  las agua turbias del Nilo, aguas de incomprensión, de amarguras, de injusticias y deslealtades, que lo llevarán a padecer injustamente largos años en una cárcel. Es en ese lugar donde tocará fondo su vida, y valorizará realmente  la herencia de la fe  de su padre Jacob,  el poder disponer de un pozo de Agua Viva, Agua  que lo  sustentaría  donde quiera que la vida le dispondría.
Ese Pozo de Agua Viva  fue la verdadera Fuente de gracia, sabiduría, e inteligencia, que hizo de José en Egipto un hombre fructífero, y le guió para alcanzar los designios divinos para su vida y para su pueblo.

LA EXPERIENCIA DE LA MUJER SAMARITANA
Creció en la ambigüedad religiosa de su tiempo y su discriminación social.
Su carencia de amor y la falta de sentido en su vida, la llevaron a sobrepasar  los límites morales de su época, experimentó cinco maridos y un conviviente, que no satisficieron en nada sus expectativas de la vida.
El  peso de su conciencia, la vergüenza y baja autoestima,  le hacían venir al pozo al intenso calor del  mediodía  para evitar la vergüenza, y encontrarse con personas que le juzgarían en búsqueda de agua necesaria para su sobrevivencia,  pero estas agua del pozo serían insuficiente para satisfacer las reales necesidades de su alma.

¿Cuántas noches de soledad  y angustia viviría esta mujer, donde elevaría con vergüenza sus ojos al cielo en búsqueda de una respuesta para su vida?
¿Cuántas lágrimas silenciosas derramaría en sus permanentes frustraciones?

Jesús conocía su corazón, y preparó ese momento del cielo para su vida, para brindarle una oportunidad  de conocer el verdadero pozo de Jacob, y la verdadera Agua Viva que contiene.
Cómo retumban en medio de los siglos las palabras de Jesús: “¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!  tú le pedirías Agua Viva, y Él saciaría de verdad las necesidades de tu vida”

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!
Esas palabras partieron su alma, como una espada penetraron en su corazón. Eran palabras del dador del Agua Viva, del Pozo del cielo que se abría frente a sus ojos invitándole a beber  lo que nunca había bebido, y saciar la sed de su alma.

Esa mujer nunca volvió a ser la misma, porque  quién bebe de esta Agua Viva nunca vuelve a tener sed, es en él  una fuente que salta para vida eterna.
Salió corriendo, dejó su cántaro, transformándose ella en un  "cántaro" que contendría esta verdadera Agua, para compartir y contar la maravillosa experiencia vivida.

Amigo(a) y hermano(a):
Tal vez tú has tocado fondo en tu vida,  no ves ninguna salida, y no ves ninguna luz de esperanza.

Como Jacob, ves pasar el tiempo y no hay cambios, como José, las injusticias golpean tu vida y te sientes encarcelado, o  como esta mujer samaritana, has probado una y otra cosa, y nada ha satisfecho tu vida.
Sigue vigente la invitación de Jesús:
¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

Es Dios, quién conoce tu condición, quién sale a tu encuentro en el  camino.
Sus palabras son para ti, pídele y te dará su AGUA VIVA,  saciará de verdad  tu sed, saciará tu alma. Y si lo llevas contigo, llevarás en ti el Pozo de Agua Viva.

Jesús es tu Luz de esperanza, quien  abrirá un nuevo día para tu vida.
Jesús salvará tu alma, y será en ti una Fuente de Agua Viva que saltará para Vida eterna.

¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!

miércoles, 2 de octubre de 2013

EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO


EL MAYOR ENGAÑO DE ESTE SIGLO “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila

 

 
El mayor engaño que Satanás ha logrado establecer en la mente humana en estos últimos siglos, es la filosofía del “HUMANISMO”

EL HUMANISMO que surgió  en contraposición de aquella élite política y religiosa falsamente llamada “cristiana” que adjudicándose la representación divina sobre esta tierra, abusó, manipuló y esclavizó arbitrariamente a sus pueblos para sus intereses egoístas,  ambiciosos de poder y gloria, pisoteando, matando  e impidiendo su desarrollo  manteniéndolo en ignorancia y esclavitud.

El HUMANISMO no niega la existencia de Dios pero niega su revelación, pone al hombre como centro y relega a Dios a una experiencia personal  y religiosa, sin implicancia en el desarrollo de la vida.

El HUMANISMO pone al hombre como centro de toda su realidad. El hombre vive de si y para sí, y reconoce  las condiciones morales y valóricas de este para obrar el bien en sí mismo.

Es un engaño filosófico  que procura hacernos creer que nosotros somos los responsables y capaces de determinar el sentido, el desarrollo y propósito de nuestra existencia terrenal, que la política, la economía, la ciencia, la administración, la familia, los hijos, etc. son de determinación humana y Dios no tiene nada que aportar al respecto, pues el hombre  tiene la capacidad en sí mismo para alcanzarlo.

Es la razón por la cual se levantan muchas “PROPUESTAS HUMANISTAS” que plantean soluciones y respuestas a las diferentes  necesidades humanas,  planteamientos  para su desarrollo político, económico, educacional, social, familiar y personal que no toman en cuenta la revelación de Dios, y que solo traerán  decepción  a las anheladas expectativas humanas, que generarán  profundas frustraciones  que cíclicamente explotarán en reacciones  y actos de violencia familiar y social, arrastrando a las naciones a guerras y sufrimientos frente a  la impotencia, las injusticias y necesidades insatisfechas, dejando un surco de muerte y  sufrimiento en el corazón humano.

El HUMANISMO es la corriente de este siglo, que atenta abiertamente contra el Propósito de Dios para el hombre, para la familia, la sociedad  y las naciones,  las Escrituras nos advierten que no debemos tomar su forma,  que no debemos asumir su estilo de vida, porque esta  corriente  opera en  los hijos de desobediencia, que se oponen y resisten la manifestación del Reino de Dios.
Del humanismo surge el racionalismo, que pone la razón por sobre la fe.

Del humanismo surge  el materialismo, que por no tener el hombre un sentido trascendente de la vida, centra todo en el logro de los bienes  materiales y terrenales.
El humanismo  surge  en alianza con Satanás y con la carne, carne que inclina el corazón del hombre a buscar su propio placer y provecho, a hacer del hombre  el centro de todo lo que hace, su individualidad, su comodidad y resistencia al sacrificio, eso lo hace atractivo a nuestra naturaleza caída.

La Revelación de las Escrituras, señalan que de Dios son todas las cosas, porque de Él proceden, y para Él fueron creadas.

“Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos y dominios, sean principados y potestades; TODO fue creado por medio de Él, y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”

“Mía es la tierra y su plenitud,  el mundo y los que en el habitan”

Por creación TODAS las cosas le pertenecen a Dios,  Él es el dueño y Señor de todo. Fuimos creados para su gloria, para Él nacemos, para Él crecemos, para Él estudiamos y trabajamos, para Él formamos familias, sea que vivamos o que muramos somos del Señor y para el Señor.

Dios tiene una Palabra de revelación  para cada necesidad y desarrollo humano, esta es la verdad, y la  verdad nos hace libres del engaño humanista.

El Evangelio del Reino de Dios deshace las mentiras del humanismo.
Esta corriente también ha infectado el “cristianismo” de este siglo, que centra  el mensaje del Evangelio en el hombre, su bienestar, su  comodidad, donde lo importante es como tú te sientas y no que Dios sea agradado.

No muchos asumen para sí la oración enseñada por Jesús: “Venga tu reino y hágase tu voluntad como en el cielo sobre esta tierra”
No muchos toman su cruz cada día y declaran “No se haga mi voluntad sino la tuya”

No muchos están dispuestos a: “Ofrecer sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, como su verdadero culto racional. Renunciando a este mundo y no conformándose a la corriente humanista de este siglo, permitiendo una renovación de su mente por la Palabra de Dios,  para experimentar  la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
Amigo y hermano:

Dios no solo nos creó sobre esta tierra, sino que también diseñó un Propósito glorioso para que fructifiquemos y nos multipliquemos  con su bendición como está escrito: “Bendito seas en la ciudad, bendito seas en el campo, bendito seas en tu trabajo, bendito seas en tu casa, bendito en todo  lo que emprendas” Porque en Él  son benditas todas las familias y naciones de la tierra.

¿Cuánto  se alegra y se complace el corazón de Dios cuando el  hombre se arrepiente de esa actitud egocéntrica y le reconoce  como Señor sobre su vida y busca  agradarle sobre esta tierra?
Como  Noé que halló gracia y alegró el corazón de Dios en medio de una generación incrédula y perversa.

Como Abraham que halló gracia y agradó el corazón de Dios en medio de una generación idólatra.
Como Jesús que trajo contentamiento al corazón de Dios al disponer completamente su vida para hacer la voluntad de su Padre.  Dios abrió los cielos, derramó su Espíritu sobre Él y declaró “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”

¿Tú agradarás el corazón de Dios, o seguirás la corriente engañosa de este siglo?

 

 

viernes, 9 de agosto de 2013

UNA BÚSQUEDA CON ANGUSTIA


UNA BÚSQUEDA CON ANGUSTIA “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila






                                               

“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿Por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” Lucas 2:48

¿Cuántos padres han sufrido la experiencia dolorosa de extraviar un hijo?

Los padres que han vivido esta experiencia, podrán confirmar la angustia terrible que se siente, la angustia es tal que en estas circunstancias, todo plan o programa que se tenía en mente en ese momento pierde su absoluto valor, para priorizar todo esfuerzo, tiempo y recursos, hacia la búsqueda de ese hijo o hija extraviada.

No encontrarle será de un dolor incalculable, hallarle sin embargo, será un alivio y una alegría maravillosa difícil de controlar.

¿Cómo no entender la alegría experimentada y expresada por ese padre de la parábola, quién hace una fiesta, mata el mejor becerro gordo para celebrar el regreso de su hijo a casa?
Si para él su hijo estaba perdido, extraviado, y lo había recuperado.

Hay que vivirlo para entenderlo en su cabalidad.

Esa eran las circunstancias de José y María: ¡Habían extraviado a Jesús!

¡CON ANGUSTIA TE HEMOS ESTADO BUSCANDO!
¡TE HEMOS BUSCADO CON ANGUSTIA!
Fueron las palabras de María, madre del niño Jesús de solo trece años, al encontrarlo después de tres angustiantes días en Jerusalén, donde habían ido en familia a celebrar la fiesta de la pascua judía.

María y José eran un matrimonio ejemplar, piadosos, justos, que habían hallado gracia delante de Dios, y habían sido escogidos y separados para el nacimiento sobrenatural del Hijo de Dios.

María y José guardaban todas las ordenanzas establecidas por Dios, y en obediencia a ellas habían viajado a Jerusalén para celebrar la pascua, para ofrecer sacrificios y llevar sus ofrendas, sin embargo HABÍAN EXTRAVIADO A JESÚS, y no se habían dado cuenta después de tres días, fue una experiencia terrible para ambos.

Aún cuando el Hijo de Dios haya nacido en ti, en tu hogar, y seas un hombre o una mujer temerosa de Dios existe este peligro, ¡ES REAL!
TODOS podemos sufrir la experiencia de extraviar o perder a Jesús.

Algunos deliberadamente, otros por descuido, por costumbres religiosas, por priorizar una relación amorosa, amigos, familiares, etc.

TODOS podemos perder a Jesús sin darnos cuenta, y cuando nos enteramos de ello, es una experiencia terrible, y la única manera de recuperarlo es volver por el camino andado y buscarlo con angustia como lo hizo María y José.
Muchas veces solo tomarás conciencia de haber perdido a Jesús, cuando te encuentras enredado en "negocios que no son los del Padre"

Al tomar conciencia María y José que habían perdido a Jesús, tuvieron que volver al lugar donde lo habían extraviado, Jerusalén, tuvieron que deshacer lo caminado sin él, y recordar y buscar con angustia en distintos lugares, plazas, calles, negocios, y barrios, durante dos interminables días no le pudieron encontrar.

Lo sorprendente de la historia, es que Jesús NUNCA ESTUVO PERDIDO, Fue María y José quienes habían tomado un camino sin Él.

Somos nosotros los que emprendemos caminos engañados, planes y programas aun religiosos pero sin Él, a veces resultarán largas jornadas sin percibir que Él no está, y al igual que María y José tendremos que reconocer que hemos perdido a Jesús.

Nos confiamos al igual que María que estará con otros familiares, que su presencia está con otros, en nuestra esposa, en nuestro esposo, en nuestros hijos o en nuestros padres, pero lo terrible, es que yo lo he perdido, y tomar conciencia de ello debiera ser una condición angustiante. 

Por eso el llamado de Dios es ha recordar de donde caímos, donde y cuando perdimos su presencia, donde y cuando dejamos de amarle, y emprendimos un camino sin Él: “Porque tengo contra ti dice el Espíritu, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré TU CANDELERO de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
Eso sí, será terrible, será definitivo y no habrá retorno posible.

Amigo(a) y hermano(a):
Aún está su Espíritu sobre esta tierra, para constreñir nuestro corazón y hacernos tomar conciencia de esta gran perdida con consecuencias eternas.

Si has perdido a Jesús, si has perdido tu primer amor, si su Espíritu te ha hecho tomar conciencia de tu condición, y reconoces que te has enredado en "los negocios de este mundo" debes deshacer todo lo andado sin él, debes volver al punto donde le perdiste, y debes buscarle con angustia, y para ello, deberás abandonar TODA otra prioridad, todo otro compromiso en tu vida, deberás invertir todo tu tiempo, todos tus recursos en buscarle como María y José. Y como a María y José Dios te maravillará, y te alegrará por volverle a encontrar.

No pierdas tu tiempo buscándole donde no se le podrá hallar, debes buscarle en el lugar donde le perdiste. Él siempre estará en su Templo, en su Casa de oración, en la intimidad y en "los negocios de su Padre", Él siempre estará en la intimidad de la oración y su Palabra, para responder a todas nuestras inquietudes, pero...

DEBES BUSCARLE CON ANGUSTIA.

jueves, 27 de junio de 2013

UNA CRISIS DE OBEDIENCIA "Una reflexión en el camino"

“UNA CRISIS DE OBEDIENCIA” Una reflexión en el camino
 Por Guillermo Ávila 


 
“Orad para que no entréis en tentación. Y Él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle” Lucas 22: 40-42

Jesús viviría la más grande de las crisis que hombre alguno jamás haya experimentado sobre esta tierra, UNA CRISIS DE OBEDIENCIA, y marcaría el camino para que todos sus discípulos también en su momento puedan vivirla.

Sólo se puede vivir y pasar en oración.

Jesús describirá en su experiencia, que UNA CRISIS DE OBEDIENCIA  lleva al alma a una agonía tan profunda, a un clamor tan intenso, que su sudor será como grandes gotas de sangre que caen hasta la tierra.

ESTA CRISIS DE OBEDIENCIA, fue la verdadera cruz de Jesús, y es la cruz que todo discípulo que quiera  seguirle, deberá tomar.

Jesús mandó a sus discípulos a orar para no entrar en tentación, porque solo orando se ENTRA y SE PASA una CRISIS DE OBEDIENCIA, el no hacerlo, puede llevarnos a caer en la tentación de no enfrentar nuestra CRISIS DE OBEDIENCIA, eludiendo de esta manera nuestra obediencia a Dios, eludiendo tomar nuestra cruz y seguirle.

Todo creyente anhela obedecer a Dios, y es natural que el Espíritu Santo que mora en nosotros nos guie a ello, pero los deseos de nuestra carne se opondrán a nuestra obediencia, resistirán el que tomemos nuestra cruz y le sigamos.

Esta es la razón que la mayoría de nuestras oraciones estén en función de pedir la ayuda de Dios, para ser librados del dolor, de las aflicciones, del sufrimiento, porque nuestra carne resiste la humillación, la negación, solo desea nuestro bienestar temporal.

Queremos obedecer a Dios, pero no tanto, no hasta el punto que nos lleve  al sufrimiento, o a la negación, donde perdamos  reconocimiento, posición, o donde tengamos que morir.

Jesús había sido obediente a Dios, había recorrido aldeas y ciudades predicando y ensenando, sanando a los enfermos y liberando a los oprimidos por el diablo. ¿Por qué no seguir ese mismo camino hasta el final? ¿Por qué tener que tomar la cruz? ¿Por qué tener que beber la copa que Dios le estaba demandando?

Jesús estaba frente a la tentación de evitar su obediencia hasta la muerte, estaba viviendo y enfrentando una profunda CRISIS DE OBEDIENCIA.

¿Cuántos creyentes ceden  en  la crisis de tentación, y no  enfrentan su CRISIS DE OBEDIENCIA?

¿Cuántos hijos de Dios evitan la cruz para facilitar su vida, y escogen un camino religioso sin mayores compromisos? pueden seguir predicando, cantando y congregándose, lo que no es malo, pero no era lo que Dios les demandaba, lo que Dios quería para sus vidas.

Es lo que más marca la historia de las  divisiones en la iglesia, donde cada uno escoge lo que más le beneficia, y no lo que Dios les demandaba, y para todo siempre tendremos una justificación.

Sin duda eludieron entrar en su CRISIS DE OBEDIENCIA.

Para Jesús, SU CRISIS DE OBEDIENCIA, fue beber la copa que su Padre le demandaba. Beber la copa que cargaba todos nuestros pecados, y lo más terrible, vivir por esa causa el abandono del Padre. Esa fue su verdadera cruz, su verdadera muerte.

Muerte es separación de Dios.

Jesús enfrentó su CRISIS DE OBEDIENCIA en Getsemaní, vivió su crisis de definición  en oración, puesto de rodillas oró: “Padre si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”

Getsemaní significa “prensa de olivos” condición necesaria para extraer su aceite. En Getsemaní Dios prensaría su alma, y extraería su obediencia, que le exaltaría a lo más alto de la gloria de Dios. Dios no le abandonó en su crisis, envió un ángel del cielo para fortalecerle.

UNA CRISIS DE OBEDIENCIA, es el lugar donde Dios nos conforma a su Hijo y extrae el fruto de su Espíritu y de su Vida en cada uno de nosotros. Donde no nos deja solos, pues Él es y será nuestra fortaleza, para llegar a ser participantes de su Gloria, de su Exaltación.

Necesitamos orar para no entrar en tentación.

martes, 18 de junio de 2013

DIOS ESTÁ EN SU TRONO "Una reflexión en el camino"

DIOS ESTÁ EN SU TRONO “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



“Jehová está en su Santo Templo; calle delante de Él toda la tierra” Habacuc 2:20

 Si hay algo que desespera a  la naturaleza  humana, son los silencios de Dios frente a nuestras  faltas de entendimiento en  los asuntos de la vida, son los silencios de Dios frente a nuestras quejas y falta de respuestas ante situaciones que interpretamos como injustas.

¿Qué de los niños que día a día mueren de hambre sobre esta tierra?

¿Qué del abuso, explotación y guerras prefabricadas en defensa de intereses egoístas de unos pocos?

¿Qué del abuso y aprovechamiento de los débiles, aún de la fe sincera y de la necesidad de las personas?

 Fue la incertidumbre de Habacuc frente a una  crisis moral, espiritual, económica y militar de su nación, enfrentada  a  la avasalladora potencia  Babilónica:


¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás?

¿Hasta cuándo, oh Jehová, daré voces a ti causa de la violencia, y no salvarás?

¿Por qué me hace ver iniquidad, y haces que vea molestias, destrucción,  violencia, pleito y contienda?

La nación de Israel era un caos moral y social.

Si Dios no interviene para satisfacer nuestro entendimiento, no significa que no esté  en su Trono.

Él es Dios, Él es soberano, y ante nuestra incomprensión e impaciencia, Él no será afectado y seguirá sentado en su Trono reinando sobre el universo, sobre la tierra y sobre todas las naciones.

Cuando el hombre sinceramente le busca, Dios no le dejará  avergonzado, Dios no le dejará sin respuesta, Dios se revelará trayendo  luz a su oscuridad.

Así fue la experiencia de  Habacuc, Dios le respondería: “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos, porque haré una obra en vuestros días, que aunque se os contare, no la creeréis”

La revelación de Dios no siempre satisface nuestra comprensión  de JUSTICIA, está escrito que: “Nuestros pensamientos no son sus pensamientos” también dice en otra parte: “Clama a mí y Yo responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Dios obra  por sobre nuestro  entendimiento.

 “Porque he aquí, yo levanto a los caldeos (Babilonia), nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad,…Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y  tomará Jerusalén. Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios”

Era verdad que la nación de Israel se había revelado contra Dios, se había llenado de violencia e injusticias, llenado de ídolos la tierra, y los profetas habían anunciado el juicio divino, pero para Habacuc Dios era Santo, Dios era  limpio de ojos para ver el mal, ni puede ver el agravio; y pregunta a Dios:

¿Por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?

Habacuc no podía entender que Dios usara un pueblo más cruel y perverso que Israel  para castigar su maldad.

Habacuc reconocería la soberanía de Dios y dispondría  su corazón para velar y esperar una respuesta,  que sin duda vendría:

“Y Jehová me respondió, y me dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyera en ella,…aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá y no tardará”

Dios le declararía el juicio y el fin del gran imperio babilónico.

Este encuentro íntimo entre Dios y el profeta, quedaría  grabado para nosotros, porque representa muchas de nuestras inquietudes y en ellas podemos conocer su justicia y su obrar para con nosotros  los hombres:

1.- El pecado y la desobediencia siempre traerán consecuencias sobre nuestras vidas, aunque por algún tiempo  parecieran  inmune. El hecho de que Dios no nos  condene y guarde silencio, no significa necesariamente su aprobación. Su silencio puede significar una expresión de su amor y de su misericordia, nuestra oportunidad  para el arrepentimiento.

2.- El mayor peligro en el hombre, es pensar  que uno  sea más justo que otro por alguna virtud propia. Si alguna virtud hay en tu vida, no es el fruto de tu justicia, es obra, gracia y gloria de Dios. No hay justo ni aún uno, por cuanto todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios, solo en Cristo tenemos perdón y salvación.

 3.- Los juicios, el castigo o la disciplina de Dios sobre sus hijos, nunca tienen el propósito de destruir o hacer daño, son expresión de su amor para nuestro crecimiento y madures, como un Padre que disciplina a sus hijos: “Toda disciplina al presente no parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados”

Israel en cautiverio se volvió al Señor en arrepentimiento, fue restaurado y restablecido como nación  sobre la tierra.

“He aquí aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”

 4.- Babilonia no reconoció al Señor,  que era Dios quien le había otorgado poder y grandeza sobre esta tierra y se enalteció.

Los juicios y castigos de Dios sobre los impíos que no aprovecharon su oportunidad para el arrepentimiento no son para restauración, son para destrucción y marcan su fin. Así lo declaró Dios sobre Babilonia: “Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida”

¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones  se fatigarán en vano.

5.- “Pero  la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Dios, como las aguas cubren el mar”

Dios establecerá su reino sobre esta tierra, y el mal no prevalecerá para siempre, Dios siempre está presente sobre su pueblo, cuanto más  en los momentos en que Dios está perfeccionando su propósito en nosotros.

Habacuc así lo entendió: “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí” “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer”

Habacuc cambiaría su queja en un cántico nuevo:  “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vaca en los corrales; CON TODO,  yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación”

¡JEHOVÁ ESTÁ EN SU SANTO TEMPLO, CALLE DELANTE DE ÉL TODA LA TIERRA!

BUSQUÉ ENTRE ELLOS "Una reflexión en el camino"

“BUSQUÉ ENTRE ELLOS” Una reflexión en el camino
Por Guillermo Ávila



“Busqué entre ellos alguno que levantara muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que no la destruyera, pero no lo hallé” Ezequiel 22:30

 Son las palabras de Dios, en respuesta a la desazón sufrida por un pueblo que no encontraba explicación al dolor provocado por el despojamiento de su tierra, la destrucción de Jerusalén y de su templo. El cautiverio babilónico sufrido por los sobrevivientes de Israel ante la invasión de parte de Nabucodonosor rey de Babilonia.

Junto al río Quebar en Babilonia, ese era el lugar donde muchos Israelitas se reunían a llorar su desolación. Es allí donde vendría la mano de Dios sobre Ezequiel, un sacerdote que junto a su pueblo buscaba una explicación a tan grande desolación.
Dios usaría a este varón, para traer su palabra a su pueblo. Dios usaría a este varón para mantener la fe y el testimonio durante este duro tiempo que les tocaría vivir como nación.

En el Salmo 137 se registran algunos aspectos que reflejan la condición espiritual de este remanente en cautiverio:
“Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos acordándonos de Sion. Sobre los sauces, en medio de ella, colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían cánticos, los que nos habían desolado nos pedían alegría…¿Cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra extraña? Si me olvido de ti, Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.”

No podían superar su dolor y lo más, no podían hallar razón a su condición.

Es allí donde el Espíritu de Dios se revelaría a Ezequiel, para traer respuesta a la condición de su pueblo.
El Espíritu de Dios tomaría a Ezequiel y le trasladaría a Jerusalén, para mostrarle cuan justo había sido en su juicio y trato con su pueblo, así les declara:
1.- MIS PROFETAS se conjuraron en medio de ella, solo pensaron en sacar beneficios personales, como león rugiente que arrebata la presa. Devoraron vidas, tomaron haciendas y honra solo para sí, multiplicaron sus viudas en medio de ella, contaminaron y tergiversaron mi Palabra, profetizando vanidad y prediciéndoles mentiras. Ezequiel 22:25y28.
2.-MIS SACERDOTES violaron mi ley y contaminaron mi santuario; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre lo inmundo y lo limpio. Yo he sido profanado en medio de ellos. Ezequiel 22:26
3.-MIS GOBERNANTES han sido como lobos que arrebatan la presa; derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas. Ezequiel 22:27
4.-MI PUEBLO sobre esta tierra oprimía y robaba; al afligido y necesitado hacía violencia y al extranjero oprimía contra derecho. Ezequiel 22:29

Su Juicio sobre los profetas, el sacerdocio, los gobernantes y sobre el pueblo.

¡Cómo refleja nuestra realidad!
¡Cuán poco ha cambiado el corazón humano!

Hoy hay muchos que se declaran Apóstoles y Profetas de Dios, sin establecer ningún fundamento para la Iglesia del Señor; su mensaje se centra solo en los beneficios temporales y terrenales, como la sanidad física y la prosperidad, prosperidad solo para si mismos, solo piensan en lo terrenal, en sus propios logros y realización.
No están para el perfeccionamiento de los santos, ni la edificación de su cuerpo, lo importante es solo su propio desarrollo, y se vanaglorian de sus propios logros.
¿Cuán distante de los  verdaderos apóstoles y profetas del Señor?
Sacerdotes, ministros para enseñar a guardar la Palabra y vivir una vida agradable al Señor, pero ellos mismos quebrantan los principios más básicos del reino; como ser marido de una sola mujer, no avaros de ganancias deshonestas, conductas morales aborrecibles pero alineadas con el mundo, ser ejemplos de la grey del Señor.
Los que gobiernan solo buscan su propio provecho y sacar beneficios de un sistema desechado por Dios, hombres corruptos, amantes del dinero y el poder.
Un pueblo que justifica sus males en el mal ejemplo de sus propios modelos. Un pueblo sin identidad propia, no reflexivo, que sigue la corriente que le imponen y que los lleva a la perdición de sus vidas, sus familias y bienestar.
Un pueblo sin reacción al mal que se le avecina.

Sobre ellos viene la decepción del Señor:

“Busqué entre ellos un hombre que levantara muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé” “Por tanto, derramaré sobre ellos mi ira. Con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová, el Señor” Ezequiel 22:30 y 31

Amigos y hermanos:

Inevitablemente segaremos lo que hayamos sembrado, la justicia de Dios tarde o temprano nos alcanzará, y delante de nuestros propios ojos veremos derrumbarse nuestras edificaciones sin fundamento en Dios. Lo viviremos inevitablemente en nuestras naciones, en nuestras familias, en nuestras comunidades. Dios no podrá ser burlado.

Con tristeza lo he visto delante de mis ojos muchas veces, y nuestras lágrimas no tendrán ningún efecto, y serán ineficiente ante nuestra condición.
No es esta la voluntad de Dios para el hombre, Dios tiene pensamientos de bien y no de mal.
No es este el fin de Dios para nuestras familias, no es este el fin de Dios para nuestros pueblos.

Dios diseñó un Propósito maravilloso para los hombres, Dios diseñó hacer morada en medio de ellos y bendecirles sobre esta tierra.
Dios diseñó bendecir las familias, verles fructificar y multiplicarse llenando la tierra de su gloria, como las aguas cubren el mar.
Dios diseñó ver al hombre expresando sus virtudes, a la imagen y semejanza de su Hijo.

Amigo(a) y hermano(a).

No importa cuán bajo nuestros pecados nos han llevado cautivos, y cuanto dolor nos haya provocado, si en nuestro cautiverio, al igual que Israel nos volvemos a Dios, Él estará pronto a perdonar y a restaurar TODO lo que el pecado nos haya robado y quitado.

Así lo declaró Dios por boca del profeta Ezequiel a su pueblo, trayéndoles esperanza en medio de su gran desolación:

“Yo os tomaré de las naciones, os recogeré de todos los países y os traeré a la tierra que les he prometido. Esparciré sobre vosotros agua limpia y seréis purificados de todas vuestras impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que anden en mis estatutos y que guarden mis preceptos y los pongan por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Yo os guardaré de todas vuestras impurezas. Llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no os expondré más al hambre. Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. Os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras obras que no fueron buenas, y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. No lo hago por vosotros, dice Jehová, el Señor, sabedlo bien. ¡Avergonzaos y cubríos de deshonra por vuestras iniquidades, casa de Israel!”

¡Hay esperanza en Dios!

Fueron muchos los que escucharon el llamado de Dios en cautiverio, y se pusieron en la brecha para ver la restauración de su nación: Daniel, Esdras, Nehemías, Ezequiel y muchos más contribuyeron para mantener la fe y el testimonio de Dios en cautiverio, y ser testigos de cómo Dios restauraría esa nación.

Amigo(a) y hermano(a):

¿Te conformarás a tu condición y circunstancia para morir en ella?

¿Lucharás por tu familia y en favor de su reino?

¿Pelearás la batalla de la fe para ver levantarse una generación en favor de la gracia de Dios?

“Los que os acordáis del Señor, no desmayéis ni deis tregua hasta que Dios encienda su salvación y la ponga como antorcha sobre esta tierra”

Si al momento de leer esta reflexión, tu corazón está derramado delante de Dios y aún no has visto su respuesta:

¡Espéralo! El no tardará, renueva tus fuerzas y persevera en oración, porque SU AMOR NUNCA LLEGA TARDE.

“BUSQUÉ ENTRE ELLOS”

¿QUÉ ES MÁS FÁCIL? "Una reflexión en el camino"

¿QUE ES MÁS FÁCIL? “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila



¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Marcos 2:9

Estas fueron las palabras de Jesús en medio de una multitud sorprendida, al ver  que del techo de la casa donde se encontraba  descendían a un paralítico en su lecho con el propósito de que Jesús le sanara.

Nuestra primera impresión, como lo fue para estos amigos que descolgaban a este hombre delante de Jesús, es el dolor y la frustración de ver un amigo postrado, sin posibilidades de caminar y volver a ponerse en pie.
Tal vez se sentían responsables del accidente,  se sentían comprometidos y  estaban tan afectados por su condición que  solo deseaban verle restaurado en su salud.
¿Cuántas cosas pasan por la mente de un hombre que cae en esta condición?

Dolor, frustración, impotencia, sentimientos de culpa, resentimientos contra la vida, personas, contra Dios, al considerar injusta e inmerecida su condición. Jesús conocía su corazón.
Si tú has sufrido rechazo, abandono, abuso, violencia, pérdida laboral, económica o familiar. En fin, tantas cosas dolorosas que experimentamos en esta vida  tan agresiva y violenta por causa del pecado. ¡Cómo dañan el corazón!

Satanás busca  y usa cada fisura de la vida para controlar el corazón, para golpear nuestras emociones, para dominar y esclavizar nuestra alma, para robarnos  la fe, la esperanza y el sentido divino de nuestra vida. Esta condición de esclavitud es  la más grave de las parálisis, la parálisis del alma, que no nos permite vivir con esperanza y expresar la alegría de vivir la vida que Dios nos ha regalado.

El salmista David bajo la presión de la adversidad y la persecución oraba:
 “¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos, preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí;  Entonces seré limpio, seré integro, y estaré limpio de gran rebelión”

El Espíritu de Dios todo lo escudriña, aún los lugares más oscuros y profundos del alma y confronta nuestros temores. En la presencia del Señor, todo queda descubierto y expuesto delante de él.
Jesús podía ver y conocer  en su espíritu, la verdadera condición del corazón de este hombre  paralítico, y cual era su primera y mayor necesidad.

Tú puedes caminar, correr y aún reír por esta  vida cargando la parálisis de tu alma, aparentando una salud, una alegría  y una paz que nunca has experimentado.

Sólo este hombre paralítico  conocía el valor de las palabras de Jesús, que fueron  como un ungüento sobre las heridas de su corazón: “Hijo, ten ánimo, tus pecados te son perdonados. Ten paz”
Cuanto alivio y paz trajeron estas palabras a su corazón quebrantado.

Te aseguro, que se puede vivir con un miembro menos o con las piernas paralizadas, pero no es fácil vivir,  con un corazón lleno de amargura, de resentimientos, de odio, de conmiseración, de sentimientos de culpa, blasfemando y murmurando contra todo, y contra Dios.

Cuando uno es victimizado, no es fácil perdonar a quién nos ha ofendido o herido, pero no es posible recibir y experimentar el perdón y la gracia de Dios si no podemos perdonar.
“El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte” Satanás saca ventaja cuando hay un espíritu no perdonador.

Es la razón del consejo del apóstol Pablo: “Airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, no deis lugar al diablo”

“Que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios, por haber permitido brotar una raíz de amargura, que no solo te dañará a ti, contaminará todo a tu alrededor”

¿Cuál era la mayor necesidad del paralítico?
¿Cuál es la mayor necesidad de tu alma?

Jesús cubrió su principal necesidad. “Ten ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados”

Y luego declaró:
"¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues voy a demostrarles  que el Hijo del  hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.

Entonces dijo al paralítico: A ti te digo, levántate, toma tu lecho y anda. Y al instante el hombre se levantó, y salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios,
diciendo: Nunca hemos visto una cosa así"

Tú que has venido delante de Dios con una petición especial, y al leer esta reflexión el  Señor ha descubierto tu corazón y su principal necesidad,  Él  te declara en esta hora: “Ten ánimo, tus pecados te son perdonados”

“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar todos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”

Y para que sepas que Él tiene autoridad para perdonar tus pecados en esta tierra, Él también te concede tu petición especial y te dice: ¡Levántate y anda!

¡Levántate, anda y cuenta cuantas cosas Dios ha hecho contigo! Porque nunca hemos visto una cosa así.