lunes, 31 de julio de 2017

HAY MOMENTOS DE SOLEDAD

HAY MOMENTOS DE SOLEDAD  "Una reflexión en el camino" 
Por Guillermo Ávila

"He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo" Juan 16:32

La vida es  un camino que nos lleva a confrontar  un sin número de circunstancias diferentes, donde muchas de ellas  nos resultan incomprensibles, muchas nos generan confusión y gran dolor, que  a no mediar una  Luz que nos ilumine en el camino, seremos  conducidos por un  túnel  de oscuridad, desde donde  no nos será fácil salir por nuestros propios medios.

Esta es sin duda,  el reflejo de la vida de muchos de nosotros en algún momento de nuestro caminar sobre esta tierra.

La vida nos brinda hermosos momentos de regocijo, de reconocimiento, de amistad, de compañerismo, pero también  HAY MOMENTOS DE SOLEDAD, los que sin duda cumplen un papel  importante en el desarrollo del Propósito Divino en el hombre.

El diseño de la vida en  Dios  y de su Propósito resultan un misterio sin su revelación, es locura para el hombre natural, quién solo  es  consciente  de su existencia a partir de su naturaleza, de su racionalidad, y lo que sus sentidos le permiten percibir. El hombre queda restringido a lo que de sí mismo y de sus habilidades pueden alcanzar para su realización y búsqueda de su bienestar y felicidad, quedando impedido de alcanzar la verdadera paz, la satisfacción y realización anhelada, como agua que no sacia la sed y como pan que no sacia el hambre.
Ningún hombre, en sus  sueños y sinceros anhelos contempla una guerra, un  desastre natural,  un accidente fatal, un divorcio, una enfermedad prematura, la  muerte o una  traición. La mayoría de las veces  estos acontecimientos nos golpean violenta y sorpresivamente sobre la experiencia humana.

¿Cuántos de nosotros corríamos  erguidos, creyendo que nada ni nadie nos podía detener, y abruptamente fuimos dolorosamente quebrantados?

¿Cuántos de nosotros hemos visto derrumbarse frente a nuestros propios ojos, lo que edificábamos con tanto entusiasmo, inclusive pensando que teníamos el respaldo y  la bendición de Dios?

¿Cuántos hemos tenido que aprender con humildad en la vida, que "el entendimiento" o "las buenas intenciones" no fueron suficientes, si no estamos en el tiempo de Dios?

¿Cuántas de nuestras acciones e iniciativas "espirituales", nos resultaron más en un estorbo e impedimento para la edificación que Dios en su Hijo deseaba para nuestras vidas?

El libro de Lamentaciones refleja con dolor, un triste momento en la historia del pueblo de Israel, donde tuvo que asumir con resignación su fracaso como nación delante de Dios, donde sufrieron el despojo de su tierra y de todo lo que más amaban para vivir largos  años  de cautiverio en tierras babilónicas, fueron angustiosos MOMENTOS DE SOLEDAD.

Así lo describe lamentaciones:
"Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso;
Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza;
Dé la mejilla al que le hierre, y sea colmado de afrentas.
Porque el Señor no desecha para siempre;
Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres"

Fueron largos años de quebranto registrados también en los salmos:
"Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion.
Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.
Y los que nos llevaron cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. ¿Cómo podríamos cantar en tierra extraña, cómo podríamos cantar en medio del dolor?

Quién conoce el desenlace de su historia, puede  confirmar lo  valioso y efectivo que redundó  ese doloroso tiempo de cautiverio en el desarrollo, crecimiento y madures de la fe de ese pueblo; Dios purificó y sanó su corazón idólatra y dividido, saliendo del cautiverio fortalecidos en el desarrollo del Propósito divino.     

Amigo(a) y hermano(a):

LOS MOMENTOS DE SOLEDAD, no son para sentirnos solo y abandonarnos en la desesperanza; son momentos de reflexión, para  considerar  nuestros caminos,  para encontrarnos y conocernos a nosotros mismos; para mirarnos y conocernos en Dios, son para fortalecer nuestros lazos de dependencia, y madures  con el autor y consumador de nuestra fe.

Son MOMENTOS DE SOLEDAD, para  reconocer cómo muchas veces sin darnos cuenta empezamos a depender de nosotros mismos y no de Él, afirmando nuestras vidas en nuestras débiles fuerzas, en estructuras  muertas y vacías de vida, en un sistema cuya corriente nos arrastra cada vez más lejos de la Fuente de la vida, en tradiciones de hombres, o engañosamente en nuestras posesiones; o nos afirmamos en personas que por muy amadas que sean, son seres humanos tan imperfectos como nosotros, que no pueden contenernos ni sostenernos; un fundamento débil como la arena del mar para edificar en la vida.
"La vida no consiste en la abundancia de los bienes que poseamos, la vida es más que la comida, que el vestido o cualquier logro sobre esta tierra; la vida es una persona Viva y real, su nombre es Jesús"

Esto no significa que no nos amemos y no nos apoyemos los unos con los otros; Dios nos diseñó para vivir como un cuerpo, como miembros dependientes los unos de los otros, como Una Gran Familia.
El énfasis divino es la realidad irrevocable, de que un cuerpo sin cabeza no tiene vida ni movimiento.
Jesús es la cabeza establecida por el Padre sobre su cuerpo, quién lo sustenta, lo nutre, y le imparte vida, y bajo la cobertura del amor del Padre, cada uno de sus hijos  crece sano y saludable.
"No es bueno que el hombre esté solo" Fuimos creados para vivir en familia, en comunidad. Su falta nos deja muchas carencias, muchos traumas, muchas confusiones e inseguridades en la vida, pero la falta de relación y dependencia del hombre con su Creador, lo dejará sin la Vida de Dios, destituido de su Gloria, huérfanos de verdadera paternidad, vacíos en su alma y en su espíritu, carencia que lo condenará para toda la eternidad.

LOS MOMENTOS DE SOLEDAD nos inclinan y nos atraen a nuestro Creador.
LOS MOMENTOS DE SOLEDAD son restauradores de su Paternidad.
LOS MOMENTOS DE SOLEDAD restauran nuestra verdadera identidad con el maravilloso Propósito de Dios y dispone nuestro corazón para vivir bajo su reino y colaborar con su voluntad.
LOS MOMENTOS DE SOLEDAD son maravillosos para quienes en su necesidad y orfandad, se refugian en su Paternidad, para encontrar verdadero consuelo, cobertura e incomparable amor.

¿Si es así, no deberíamos buscar y anhelar estos MOMENTOS DE SOLEDAD?

No siempre es así, no siempre anhelamos y buscamos voluntariamente estos momentos de soledad, más bien es la vida y sus circunstancias, las que nos conducen a ellos, para descubrir gloriosamente que detrás de cada acontecimiento, está presente su amor que nos busca, que nos anhela, para llevarnos a reconocer nuestra profunda necesidad.

Es allí en la debilidad, cuando pensamos que todo está perdido, y que es nuestro fin, cuando nuestros ojos se abren, y  descubrimos que Él está allí, que siempre estuvo allí, esperándonos para  consolarnos, para revelarnos su amor e  iluminarnos en nuestra oscuridad.
Jesús también vivió sobre esta tierra, en su encarnación, como lo expresa nuestro texto MOMENTOS DE SOLEDAD, dónde también experimentó la angustia, la humillación, la soledad, donde anheló la intervención del Padre para librarlo de la cruz, pero a pesar de si mismo, por amor se ofrendó y sufrió la cruz para traer su LUZ sobre nosotros, dejándonos  ejemplo, sus huellas  y pisadas para seguir sus pasos, y alcanzar en Él, el maravilloso Propósito del Padre para  nuestras vidas.
MARAVILLOSOS MOMENTOS DE SOLEDAD

1 comentario:

  1. Ameennn! Ayudanos a encontrarte Jesus en esos momentos de soledad y ayudanos a sentir tu apoyo y tu amor, tu palabra dice que no nos dejaras ni nos desampararas. Amen..

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