sábado, 1 de julio de 2017

TODOS PODEMOS EQUIVOCARNOS

EN EL MUNDO TENDREIS AFLICCION “Una reflexión en el camino”
Por Guillermo Ávila
                                   

                                               
“En el mundo tendréis aflicción,  pero cobrad ánimo, yo he vencido  al mundo” Juan 16:33

NUESTRA REALIDAD
Nuestra humanidad imperfecta muchas veces nos llevará a tomar malas decisiones,  a cometer lamentables errores, de los cuales beberemos los sorbos amargos de sus consecuencias, son aguas de  tristeza que debemos beber en medio de nuestros fracasos.
Son experiencias inevitables de la vida, que muchas veces superan con creces nuestras fuerzas, y dejan al descubierto nuestra fragilidad. 
Jesús lo vivió, y también lo advirtió: “En el mundo tendréis aflicción”
¿Quién no ha lamido el polvo amargo de la derrota?
¡TODOS PODEMOS EQUIVOCARNOS!

COMO PROTEGERNOS
No nos hace bien  estar solos, sin ayuda, sin un consejo o una palabra de consuelo, como está escrito: "No es bueno que el hombre esté solo"
No nos hace bien menospreciar a quienes  Dios, y la vida ha puesto a nuestro lado, somos miembros de un misma familia, creados en Cristo para ser un solo cuerpo.
Nuestro egoísmo, nuestro orgullo, nuestra soberbia,  solo nos privarán de esos recursos que Dios nos ha dado al momento de enfrentar una crisis, y lo lamentaremos. 
No nos permitamos endurecer el corazón y traer mayor perjuicio a nuestras vidas, no añadamos rebelión a nuestra aflicción. 

VICTORIA EN LA DERROTA
Sin duda, las mayores y más virtuosas lecciones de la vida, las aprendemos en medio de nuestros fracasos.
Las mayores  victorias y bendiciones del Señor, surgen en medio de nuestras lamentables derrotas.
Sólo cuando yo menguo, Él puede crecer.

LA OBEDIENCIA TRAE POR FRUTO LA EXALTACION
¿Cuánta Gloria recibió Jesús por medio de su obediencia, en la humillación injusta de la cruz?
"El Padre lo resucitó, lo hizo Señor y Cristo, lo exaltó hasta lo sumo, lo coronó de gloria y de honra, lo sentó a su diestra, y le dio un nombre que es sobre todo nombre"
Por el fruto de su aflicción, hoy disfrutamos de su perdón, y de su salvación bajo su reino. 

Así también lo expresa sabiamente para nosotros, el apóstol Santiago: 
“Tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba produce paciencia y  permitan  que la paciencia les perfeccione, sin que les falte cosa alguna”
Es que ellos  entendían, que el PROPÓSITO DIVINO en Jesús para el hombre, era la salvación y la restauración de su diseño original, y no tan sólo su bienestar temporal y egoísta. 
La voluntad de Dios es que el hombre, sea conformado a la imagen de su Hijo, imagen perdida y corrompida por el pecado.

Dios nos ama, y no nos consentirá para satisfacer nuestros placeres egoístas, ese no es verdadero amor. Dios derribará nuestro orgullo y soberbia, guiándonos al arrepentimiento para restaurar su propósito, su gobierno, y su voluntad sobre nuestras vidas para bendecirnos.

Tus fracasos y derrotas, y aún tus éxitos, no debes evaluarlos en función de ti y tus intereses, tú no eres el centro de la creación. 
Dios se ha propuesto reunir todas las cosas en Cristo, las que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Es en Él y para Él que TODAS LAS COSAS FUERON CREADAS. 
Y TODAS LAS COSAS AYUDARAN A BIEN a los que le aman, a los que conforme a su PROPÓSITO fueron llamados.
Jesús vino a salvar lo que se había perdido, estábamos destituidos de su gloria, y en Él seremos glorificados.

Sigue siendo el llamado de Jesús:
“Vengan a mí, todos los que están cansados y trabajados y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes,  y aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón;  y hallarán descanso para sus almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”
Todos podemos equivocarnos.


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