lunes, 10 de octubre de 2011

PADRE DE HUERFANOS "Una reflexión en el camino"

DIOS PADRE DE HUERFANOS "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Avila

"Rebosa mi corazón palabra buena.
Dirijo al rey mi canto; un testimonio de su amor" Salmo 45:1

Era solo un niño, había cumplido mis 12 años de edad y todo parecía normal pero ocurrió, fue como un rayo, fue trágico y fulminante, como una espada que atravesó mi corazón: Fue "La partida de mi padre"
Había cumplido sus 38 años, y una fría mañana junto al inmenso y majestuoso mar, bajo el golpe abrazador de sus olas y su fuerza irresistible, la vida le arrebató.
Para mí fue un golpe desgarrador, que produjo un gran dolor y dejó un vacío de amor, fue un sentimiento de orfandad que sin explicación confundió mi razón.

Desde muy pequeño, Dios me había sido un misterio lejano y difícil de entender. Siendo muy niño, y teniendo acceso en mi colegio a literatura cristiana, se grabaron en mi mente dos testimonios de experiencias reales  acontecidas en la historia, que impactaron fuertemente mi corazón:

. LA HISTORIA DE JOSÉ, ese niño soñador, amado y consentido por su padre Jacob, que perdió a su madre al nacimiento de su hermano menor Benjamín.
José, que por su conducta y sus sueños despertó la envidia y el menosprecio de sus hermanos, quienes procurando su mal le vendieron como esclavo a Egipto, llegando así a casa de Potifar.
Ante la angustia de vivir lejos de su padre, y en completa orfandad, la mano de Dios fue claramente palpable sobre su vida. José, acosado e injuriado por la esposa de Potifar pasó prácticamente su juventud en una cárcel, la historia señala claramente que “Jehová estaba con José” en medio de sus angustias y de su dolor.
Dios no le evitó sufrir lo que vivió, pero su presencia le consoló y fortaleció, y le hizo fructificar en cada una de sus circunstancias hasta finalmente sacarlo de la cárcel, para bendecir a su pueblo, y aún a sus propios hermanos, que tanto dolor le habían causado.
Dios fue UNA REALIDAD en su vida.

. LA HISTORIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS también impactó mi niñéz.
Hijo de padres religiosos, ricos e influyentes comerciantes de una época confusa, oscura, de mucha pobreza, de guerra y dolor.
Dios como en toda generación busca un corazón para revelar la luz de su amor, y en Francisco lo encontró. Su luz transformó su vida, y a pesar de la incomprensión de sus padres y amigos, buscó vivir en consecuencia con esa revelación que había recibido.
Francisco todo lo abandonó, renunció a su familia, a las riquezas, y al Señor su vida consagró. 
Dios fue UNA REALIDAD en su vida.

Así cumplí mis 12 años, época en la que me tocó vivir esta dura y triste realidad: "La partida de mi padre"
Fue un tiempo sin consuelo, donde todo lo cuestioné:

¿Dónde estaba Dios?
¿Dónde estaba el Dios de José? ¿Dios tendría conciencia de mi triste realidad?

Sin dudas, la vida es muchas veces violenta y agresiva y golpea inesperadamente nuestras vidas.

¿Has sido golpeado sin hallar una razonable explicación?
¿Te has sentido incomprendido? ¿Te has sentido abandonado?

¿Se habrá sentido así Jesús, el Hijo de Dios, ante el abandono de la Cruz?

Eran muchas las preguntas que golpeaban mi razón.
A mis 12 años, estando sumido en el dolor y sin encontrar donde apoyar mi frágil corazón, pues ya no contaba con mi padre, ni tenía cerca un amigo consolador, eran largas las noches donde solo las lágrimas eran mi consuelo antes de dormir.

Tal vez fue un sentiminto similar el que vivió el profeta Elías, que sumido en una gran depresión, y huyendo de Jezabel hacia el desierto, exclamó en su corazón: ¡Basta ya, Jehová quítame la vida...¡ deseaba solo la muerte en un momento de desesperación.

Tal vez fue un sentimiento similar  el que vivió Job, en medio de grandes y terribles pruebas, donde angustiado exclamó: ¡Maldito sea el día en que nací¡ ¿Por qué no hallé la muerte en el vientre de mi madre? y ¿así no haber vivido y no gustado esta mí desgracia?

Hoy comprendo con clara convicción, como Satanás busca nuestra completa destrucción.
No solo es enemigo de Dios, sino de toda su creación, y especialmente del hombre su máxima expresión.
Satanás intentará utilizar para nuestra destrucción cada circunstancia de la vida, cada tropiezo, cada fracaso, cada accidente que deje una grieta en el corazón.
¿Cuánto más aquellas que nos originan dolor? para confundirnos, y con sus mentiras hacernos desconfiar del gran amor de Dios.

Estaba escrito, y yo no lo sabía:
"A ningún huérfano afligiréis, porque si tu llegas a afligirlos, y ellos claman a mí,
ciertamente oiré yo su clamor" Éxodo 22:22

Como niño y en mi angustia, volví a Dios mi corazón, y él escuchó mi clamor.

Fue en la imagen que como niño tenía del Jesús, una noche en que mis lágrimas desaguaban mí débil corazón, cuando su presencia llenó mi habitación. No sé si fue un sueño o una hermosa visión, pero sé, que Jesús enjugó mis lágrimas y consoló completamente mi corazón.

Todo lo llenó con su luz, y sus palabras fueron de Vida, consuelo, y salud:

"Hijo no tengas temor, seca hoy tus lágrimas que consuelo tu corazón,
Tú no estás solo, Dios es tu verdadero Padre, tu creador.
El es tu Padre y jamás te abandonará, tú eres su hijo y a El solo servirás"

Fueron maravillosas palabras que jamás olvidaré. Se grabaron en lo profundo de mí ser, y en su paz, extendiendo sus manos abandonó mi habitación.

Fue como volver a nacer,  fueron palabras de consuelo que quitaron mi tristeza, y no volví a llorar más a mi padre terrenal, desde ese día Dios se transformó en mi verdadero Padre, he gustado su cuidado, me ha guiado y a su Hijo me ha revelado.
Verdaderamente Dios es un Padre de amor, y ahora también en mí ERA UNA REALIDAD.

"Dios, es Padre de huérfanos... en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los
desamparados" Salmo 66:5,6

Si te sientes sólo y desamparado, o estás sufriendo de orfandad, dale a Dios tu verdadero Padre una oportunidad; Dios es Padre de huérfanos, refugio para los desamparados. En tu necesidad invoca su paternidad, y por cierto te oirá, y jamás te avergonzará.

“Invócame en el día de tu angustia; te libraré, y tú me honrarás." Salmo 50:15

Él curará tus heridas, con su amor las vendará. Él suplirá tus carencias y restaurará lo que el pecado, la ignorancia, y las circunstancias te han negado, te acogerá en sus brazos y quitará para siempre el sentirte desamparado.

"Aunque tu padre y tu madre te hayan abandonado, con todo (con tus penas, angustias y pobreza) Dios te recogerá.”
Nunca digas: "Dios me dejó, se olvidó de mí, porque aunque la mujer que te dio a luz te abandone, aunque ella te olvide, Yo nunca me olvidaré de ti"... porque tu nombre está esculpido en su mano, le perteneces, Él es tu creador. Isaías 49:14,15

Dios es Padre de huerfanos.


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