lunes, 17 de junio de 2013

SÍ, TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA "Una reflexión en el camino"

¡Sí, TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA! "Una reflexión en el camino"
Por Guillermo Ávila



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“Porque por un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro
Y a la mañana vendrá la alegría” Salmo 30:5

¿Quién no se ha equivocado en la vida?
Es tan fácil cometer errores, y no siempre se producen por una actitud negativa de nuestro corazón o de soberbia en la vida, sino también por ignorancia, por falta de sabiduría, o inmadurez propia del crecimiento y desarrollo.

Tampoco podemos evitar sufrir las consecuencias por habernos equivocado, el dolor de alguna caída ¿Quién no lo ha sufrido?

David el gran rey  sobre Israel, que tenía un corazón conforme a Dios, escribió este Salmo, había sufrido las consecuencias de haber errado, y de su experiencia escribió estas palabras: “PORQUE POR UN MOMENTO SERA SU IRA, PERO SU FAVOR DURA TODA LA VIDA”

El había comprendido que la mayoría de nuestros yerros no solo nos afectan a nosotros mismos, sino que muchas veces como consecuencia, dañamos y afectamos a los demás incluyendo nuestra descendencia, y que por sobre todas las cosas afectamos a Dios  y a su Propósito creador sobre nuestras vidas.

¿Un error puede dejar huellas, y afectar hasta la cuarta generación? Sí, ¡Que tremendo! Sus consecuencias se pueden perpetuar.

Pero no es esto lo que nos dice nuestro texto, nuestro texto declara: “PORQUE POR UN MOMENTO SERA SU IRA”. Dios no quiere que perpetuemos las consecuencias de nuestros errores, Él si quiere, que tomemos conciencia de habernos equivocado y ello produzca una reacción para bien sobre nuestras vidas.
Dios nos ama, nos perdona, porque no es su voluntad que carguemos el sufrimiento y el dolor perpetuamente, su voluntad es darnos SU FAVOR, Y QUE ESTE PERDURE TODA LA VIDA.

Jesús relató una historia para ilustrar el corazón del Padre por nosotros sus hijos: Un hijo exigió a su padre su parte de la herencia, y se fue lejos a disfrutarla y ha vivir perdidamente con sus amigos, hasta que todo se acabó.
Este error le trajo mucho dolor y pesar. Le hizo olvidar sus alegrías pasajeras, y lo sumió en un pozo de frustración y desesperación. El podría haber decidido nunca regresar a su casa, haber muerto y condenado a su descendencia a la miseria y a la vagancia.

El se vio obligado a cuidar cerdos, mientras en casa de su padre había abundancia y aún, el más pequeño de los empleados disfrutaba de protección que el ya no tenía, pero él humilló su orgullo y reaccionó para bien, reconoció su error delante de Dios y decidió volver a su casa y pedir perdón a su padre, lo que produjo una gran alegría en su casa. Su padre con los brazos abiertos le recibió, lo abrazó y lo restauró.
¡SI, EL PUDO EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRIA!

La Biblia nos relata otra historia similar, la de un hijo que engañosamente se apodera de la primogenitura de su hermano, y obtiene la bendición de su padre Isaac. Este hijo se llamaba Jacob, el engañador, su error le significó huir de su casa, y de su hermano quien solo quería darle muerte.
Durante veinte años tuvo que vivir lejos de su hogar, no estuvo presente para la muerte de su madre, llevó una vida llena de vaivenes y desilusiones, cosechó las consecuencias de su forma de vivir.

Nunca pudo escapar del costo de sus errores, los pagó con creces, hasta que inevitablemente debe enfrentarlos cara a cara con Dios. Fue una noche dura y amarga, Jacob peleó con Dios (no es fácil reconocer las faltas y humillarse delante de Dios, el orgullo es siempre nuestro mayor enemigo)

Jacob experimentó nuestro texto, Dios lo transformó y consoló en su dolor: “POR LA NOCHE DURARA EL LLORO Y A LA MAÑANA VENDRÁ LA ALEGRÍA”.
Jacob experimentó la alegría del perdón y de la transformación de sus circunstancias, pudo volver a su tierra, disfrutar a su padre y establecerse con su familia en la tierra que era su herencia en Dios.

Jacob ¡SÍ, EL PUDO EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRÍA!

Dios no quiere que perpetuemos nuestro dolor, nuestros sufrimientos, nuestras amarguras y frustraciones producto de los errores cometidos.
El quiere que tomemos conciencia de ellos y reaccionemos para bien, porque

“El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia”
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día, porque de día y de noche se agravó sobre mi tu mano, se volvió mi verdor en sequedades de verano”

¿Porqué proseguir en esa actitud endurecida?
Si Dios puede y quiere perdonar, restaurar y renovar en ti, la alegría de vivir.

Jóvenes: No se queden atados a sus errores y a los errores que sus padres hayan cometido.
¡Levántense!  y déjense alumbrar por su luz, por su favor, que durará toda tu vida.
El quiere ser tu visión en ti,  y el sentido para tu vida.

Ancianos: No se dejen morir, aún pueden ser fructíferos para Dios, dejen que el renueve sus sueños, y puedan reverdecer y dar nuevos frutos en Él y para Él.

“Porque por un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro
Y a la mañana vendrá la alegría”

EN CRISTO HAY FE, ESPERANZA Y AMOR.

Porque así dice su Espíritu:

“Amada mía, hermosa mía,
Levántate y ven.
Ya ha pasado el invierno,
La lluvia ha cesado y se fue;
Han brotado las flores en la tierra,
Ha venido el tiempo de la canción”

¡SI,TÚ PUEDES EXPERIMENTAR UN GRITO DE ALEGRIA!

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